La policía acude a un Ikea donde 3.000 personas iban a jugar al escondite

En 2014 un joven tuvo la idea de jugar al escondite en una tienda Ikea de Bélgica junto con sus amigos. La iniciativa se hizo viral y, desde entonces, han sido varios los eventos creados a través de las redes sociales: en ellos, miles de personas se apuntan para llevar a cabo uno de estos juegos en cualquiera de las tiendas que el gigante sueco tiene repartidas por el mundo.

La última ‘quedada’ estaba prevista para el pasado sábado 31 de agosto en Glasgow, pero la policía escocesa pudo abortarla gracias a la información facilitada por el equipo de seguridad de la propia tienda. Más de tres mil personas se habían apuntado al evento, que tenía como objetivo un gigantesco juego de escondite aprovechando la famosa tienda de muebles.

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Imane Rachidi. La Haya

Tal y como ha reconocido a The Scotsman el gerente de la tienda Ikea de Glasgow, Rob Cooper, “la seguridad de nuestros clientes y compañeros de trabajo es siempre nuestra máxima prioridad. Sabíamos que se estaba organizando un evento no oficial en nuestra tienda y hemos estado trabajando con la policía local para obtener apoyo. Aunque entendemos que jugar en una de nuestras tiendas puede ser atractivo para algunas personas, no permitimos que este tipo de actividad tenga lugar para garantizar que ofrecemos un ambiente seguro y una experiencia de compra relajada para nuestros clientes".

La policía abortó el juego

Desde primera hora de la mañana varias patrullas de policía se fueron turnando en la entrada de la tienda para impedir el paso de personas que solo iban a jugar al escondite. Sin embargo fue a partir de mediodía cuando varios grupos de jóvenes no pudieron entrar a la tienda dado que eran sospechosos de que su único interés era el de jugar al escondite.

La noticia de que la policía no iba a permitir la entrada a la tienda hizo que muchas personas que iban a jugar no llegaran a acudir

Un portavoz de la policía de Glasgow explicó que no se produjo ningún problema, dado que Ikea usó su propio equipo de seguridad para vigilar los accesos, aunque diversos agentes permanecieron en los alrededores de la tienda hasta su cierre a las ocho de la tarde. El boca a boca de que la policía no iba a permitir la entrada a la tienda corrió como la pólvora por la página de Facebook, por lo que muchas personas decidieron directamente no acudir a la llamada.

El récord en este tipo de eventos lo tiene uno creado en la ciudad holandesa de Eindhoven en 2015, al que se apuntaron un total de 32.000 personas. Ikea, que hasta entonces había permitido esa clase de juegos a pequeña escala, decidió prohibirlos por motivos de seguridad.