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Cómo una activista encadenada en Hungría acabó en las europeas de los verdes italianos
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Ariete contra Meloni

Cómo una activista encadenada en Hungría acabó en las europeas de los verdes italianos

Los verdes italianos incluyen a una activista italiana detenida en Hungría, que apareció ante el tribunal encadenada, como candidata a las elecciones europeas

Foto: La profesora italiana Ilaria Salis, acusada de participar en una agresión antifascista contra activistas de extrema derecha, comparece ante un tribunal en Budapest. (Reuters/Bernadett Szabo)
La profesora italiana Ilaria Salis, acusada de participar en una agresión antifascista contra activistas de extrema derecha, comparece ante un tribunal en Budapest. (Reuters/Bernadett Szabo)

Viktor Orbán, primer ministro húngaro, es una figura de la que se habla bastante en Italia. La oposición a Giorgia Meloni, primera ministra italiana y líder del partido ultraconservador Fratelli d’Italia, utiliza al autoritario primer ministro magiar para golpear día sí y día también a la presidenta del Consejo de Ministros. El Partito Democratico (PD), la principal fuerza opositora al Gobierno de derechas, ha publicado recientemente un cartel que sirve como muestra de hasta qué punto la figura del líder húngaro está integrada en el discurso político italiano. En el cartel, partido por la mitad con la cara de Meloni a un lado y la de Orbán al otro, se lee: "Deriva orbaniana".

Meloni ha logrado ser aceptada por los socios europeos como una líder homologable a otros. Siguiendo el ejemplo de los polacos de Ley y Justicia (PiS) a partir de 2022, la primera ministra italiana entendió que si mantiene posturas atlantistas, mano dura con Rusia y no protagoniza grandes desequilibrios económicos será aceptada por sus pares fuera de Italia, lo que le permitirá tener las manos libres para actuar dentro de sus fronteras. Y la experiencia le está dando la razón. Una manera de contrarrestar esa estrategia es vincular a Meloni con una figura de la ultraderecha europea que no es igualmente aceptada, como es Viktor Orbán.

Por eso y porque Hungría está bastante presente en la actualidad italiana, especialmente después de que Ilaria Salis, una activista antifascista italiana, apareciera encadenada de pies y manos en un tribunal de Budapest después de haber sido detenida. Salis está acusada de agredir a unos manifestantes de extrema derecha que participaban en una manifestación neonazi. El Gobierno húngaro asegura que se está actuando como corresponde con una persona a la que la fiscalía acusa de formar parte de un movimiento de extrema derecha, algo que la italiana, una joven de 39 años que era profesora en Monza, cerca de Milán, niega. Las imágenes de Salis cada vez que ha aparecido en el tribunal, que podría condenarla hasta a 11 años de prisión, han recorrido Italia.

Elly Schlein, líder del PD, sondeó a la cúpula de su partido sobre la posibilidad de incluir a Salis en las listas de los socialdemócratas a las elecciones europeas, pero finalmente han sido la Alianza Verde y Progresista, una formación que se sitúa en el 4% de intención de voto, los que han "fichado" a la ciudadana italiana con el consentimiento de su padre, que está intentando aumentar la presión internacional sobre las autoridades húngaras. "Queremos defender los derechos y la dignidad del ciudadano europeo frente a la inercia de las autoridades italianas", señaló la formación ecologista. Roberto Salis, padre de Ilaria, agradeció a Schlein "personalmente la sensibilidad y solidaridad mostradas durante todo este tiempo conmigo y con mi familia".

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (Reuters/Amel Emric)

La elección de Salis obligaría en principio a las autoridades húngaras a la liberación, al menos temporal, de la italiana para que asuma su escaño en Estrasburgo (Francia). Además, ser eurodiputado en activo incluye una inmunidad parlamentaria que debe ser levantada por la propia institución, como en su momento pasó con Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat fugado en Bélgica desde 2017 y que en 2020 accedió al escaño europeo. Los líderes de la Alianza Verde y Progresista creen que "en torno a la candidatura de Ilaria Salis puede generarse una gran y generosa batalla para que la Unión Europea defienda los principios del Estado de derecho y reafirme la inviolabilidad de los derechos humanos fundamentales en todo su territorio y en cada uno de sus Estados miembros".

"Ilaria toma esta decisión no como vía de escape del juicio, sino para poder afrontarlo en plena protección de sus derechos. La vía política decidida es la más coherente con su pasado político", subrayó el padre de la activista italiana detenida, según recogen medios italianos. Meloni sabe que tiene un asunto muy delicado frente a ella, y la semana pasada, preguntada por la posibilidad de que Salis acudiera como candidata a las elecciones europeas la primera ministra ultraconservadora señaló que "politizar el asunto no ayuda" en la tarea del Gobierno italiano de intentar que cambie la situación de la activista.

Foto: Sea Watch rescata a 118 migrantes y la guardia costera italiana a otros 250, en diciembre de 2023. (EFE)

Además, este movimiento sirve a la oposición para poner en una situación difícil a Meloni. La líder de FdI ha estado a lo largo de los años muy vinculada a Orbán, incluso si en los últimos tiempos ha buscado mantener las distancias, y la detención de Salis ha indignado a muchos italianos, más allá del sector progresista. Incluso aliados de Meloni, como Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores y líder de Forza Italia, han criticado las imágenes que han circulado. "Estamos en la Unión Europea y hay derechos de los ciudadanos que deben respetarse", ha asegurado el conservador, que ha mantenido conversaciones con su homólogo húngaro sobre el tema.

Aunque la Alianza Verde y Progresista no apunta alto en las encuestas, en los últimos días han sido varias las figuras que han seguido la estela de Salis. Uno de los nombres más destacados es el de Ignazio Marino, exalcalde de Roma, que perdió el puesto en 2015 tras una revuelta organizada por Fratelli d’Italia y los populistas del Movimento 5 Stelle basándose en unas acusaciones de corrupción que se demostraron falsas en los tribunales. Marino, conocido como "el marciano" por su relato sobre las dificultades de gobernar la Ciudad Eterna contadas en el libro de 2016 Un marciano en Roma, será junto con Salis la otra gran cara visible de la campaña.

Viktor Orbán, primer ministro húngaro, es una figura de la que se habla bastante en Italia. La oposición a Giorgia Meloni, primera ministra italiana y líder del partido ultraconservador Fratelli d’Italia, utiliza al autoritario primer ministro magiar para golpear día sí y día también a la presidenta del Consejo de Ministros. El Partito Democratico (PD), la principal fuerza opositora al Gobierno de derechas, ha publicado recientemente un cartel que sirve como muestra de hasta qué punto la figura del líder húngaro está integrada en el discurso político italiano. En el cartel, partido por la mitad con la cara de Meloni a un lado y la de Orbán al otro, se lee: "Deriva orbaniana".

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