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Brasil enfrenta dos epidemias al mismo tiempo: el dengue y los antivacunas
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Brasil enfrenta dos epidemias al mismo tiempo: el dengue y los antivacunas

El país tropical ya registra dos millones de casos de dengue, según los datos del Ministerio de Sanidad. En lo que va de año, se han contabilizados más casos graves de dengue que en todo 2023

Foto: Brasil bate su récord histórico de casos de dengue con más de 1,88 millones de contagios. (EFE/André Borges)
Brasil bate su récord histórico de casos de dengue con más de 1,88 millones de contagios. (EFE/André Borges)
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"Ya no sé si tengo dengue, covid o gripe. Este año no hay como escapar: te va a tocar una cosa u otra". Marina vive en una favela de Río de Janeiro y trabaja como limpiadora en una empresa. Cerca de su casa hay un río infestado de mosquitos y no hay repelente que consiga protegerla. Lleva tres días con fiebre y dolores en el cuerpo. No tiene fuerzas para acercarse a un centro médico y hacerse los análisis. Como ellas, miles de personas pasan por esta incertidumbre en un país que enfrenta la peor crisis sanitaria desde la pandemia del covid.

Todo indica que Brasil enfrentará este año la mayor epidemia de dengue de su historia. El país tropical ya registra dos millones de casos de dengue, según los datos del Ministerio de Sanidad. En lo que va de año, se han contabilizado más casos graves de dengue que en todo 2023. Este mes se batió el récord de los 700 muertos, una cifra que podría aumentar, ya que aún hay 1.042 fallecimientos bajo investigación.

Como consecuencia, 11 Estados brasileños han declarado la emergencia sanitaria, una situación que afecta a 350 municipios. El Distrito Federal, donde se encuentra Brasilia, encabeza las estadísticas, seguido por el Estado de Minas Gerais. Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), Brasil podría alcanzar cinco millones de casos de dengue a lo largo de este año. "En mi casa, prácticamente todo el mundo está enfermo", señala Cláudio, un pedrero de 46 años que acude con sus hijos a un centro público de salud en Brasilia, la ciudad más afectada. Su esposa se ha contagiado dos veces este año. Han salido temprano de una ciudad del cinturón metropolitano de la capital en busca de un diagnóstico y de un tratamiento, que casi siempre se reduce a paracetamol, hidratación y reposo. La sala de espera de la clínica popular está abarrotada de familias enteras en busca de ayuda.

Los expertos climáticos y los epidemiólogos coinciden en que la explosión de contagios se debe a una combinación de calor excepcional y lluvias intensas. La semana pasada, Río de Janeiro alcanzó las temperaturas más altas desde que existen mediciones: la sensación térmica superó los 62 grados. El fenómeno meteorológico conocido como El Niño contribuye desde el año pasado a empeorar el calentamiento global, que ha aumentado sensiblemente en la última década. El resultado es una proliferación sin precedentes del mosquito Aedes aegypti, responsable de propagar el virus del dengue.

Foto: Un mosquito transmisor del dengue. (EFE/Isaac Fontana)

En las últimas semanas, los hospitales ya han empezado a sentir la presión, que aumenta cada día por la presencia de tres tipos de virus al mismo tiempo. "Estamos viviendo una grave crisis en la salud pública brasileña. En varios Estados ya hemos declarado emergencia de salud pública por el dengue, y esto se ha agravado con el brote de covid y de influenza. Entonces es una tormenta perfecta para estas enfermedades, lo que provoca hacinamiento", explica en Alexandre Naime, coordinador científico de la Sociedad Brasileña de Enfermedades infecciosas. Y lo peor todavía no ha llegado. Los especialistas prevén que el pico de casos de dengue se registre entre abril y mayo, lo que podría conllevar un colapso de los hospitales públicos.

La novedad este año es que existe una vacuna contra el dengue y que está siendo aplicada gratuitamente en los centros sanitarios públicos. De hecho, Brasil es el primer país del mundo a incluir la vacuna Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, en el programa nacional de inmunización. La idea es vacunar a 3,2 millones de personas hasta finales del año. La prioridad son los niños de 10 a 14 años, el tramo de edad en el que se produce el mayor número de internaciones hospitalarias. "Esta medida está en línea con las recomendaciones nacionales e internacionales de los expertos en inmunización", señalan desde el Ministerio de Sanidad.

Un reciente estudio revela que en Brasil el covid mata a tres niños cada cuatro días

Sin embargo, solo el 16% de las personas contempladas por el programa ha sido vacunada, y eso a pesar de que Brasil siempre ha sido un campeón en la vacunación y un ejemplo para todo el continente. El gigante latinoamericano cuenta con más de 38.000 salas de vacunación y tiene en una gran experiencia acumulada con las campañas contra el sarampión, la gripe y fiebre amarilla, entre otras enfermedades. En 2010, por ejemplo, 81 millones de personas consiguieron ser vacunadas contra el virus H1N1 en tan solo tres meses.

Desde aquella época, sin embargo, han cambiado muchas cosas y el país vive actualmente otra epidemia: la del negacionismo y de la desinformación. Es la herencia maldita del bolsonarismo. En 2002, el expresidente de extrema derecha boicoteó el programa de vacunación infantil contra el covid con este argumento: "¿Vais a vacunar a vuestro hijo contra algo que los jóvenes en general, una vez que contraen el virus, tienen una posibilidad de morirse casi nula? ¿Qué hay detrás de esto? ¿Cuál es el interés de las autoridades sanitarias detrás de esto? ¿Cuál es el interés de los fanáticos de las vacunas?".

Foto: Cartel contra la gestión de la pandemia del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. (Reuters)

Durante toda la pandemia, Jair Bolsonaro se dedicó a difundir muchas noticias falsas sobre las vacunas. La frase más célebre fue: "Si te conviertes en un caimán, es tu problema". Incluso el Superior Tribunal Federal intervino para frenar la avalancha de fake news contra la vacuna en las redes sociales bolsonaristas. En agosto de 2022, el juez del Supremo Alexandre de Moraes remitió a la Fiscalía General de Estado un pedido de la Policía Federal para procesar a Bolsonaro por instigación al delito, concretamente la propagación de noticias falsas sobre la vacunación y el uso de mascarilla. A día de hoy es unas de las múltiples acusaciones por las que el exmandatario tendrá que responder. Las consecuencias de esta actitud saltan a la vista. Un reciente estudio realizado por la Fiocruz revela que en Brasil el covid mata a tres niños cada cuatro días, debido a la baja cobertura de vacunación en el grupo de edad de hasta 14 años.

El rechazo a la vacuna es mayor entre los padres de niños pequeños que entre los adultos. Una encuesta realizada este mes por el instituto Datafolha en São Paulo revela que el 24% de los bolsonaristas desconfían de la nueva vacuna contra el dengue, frente al 5% de lulistas. Eso sí, el 87% de los habitantes de la ciudad más grande de América Latina admite que quiere ser inmunizado. El problema es que no hay dosis para todos.

Foto: El escritor estadounidense Stephen King. (EFE/Maja Hitij)

Japón, un país con 125 millones de habitantes, no tiene capacidad para abastecer un mercado como el brasileño, con una población de 203 millones de personas. Especialistas del sector también destacan el desinterés de la industria farmacéutica en financiar estas vacunas. Recientemente, la japonesa Takeda anunció un acuerdo de colaboración con una empresa en la India para aumentar la producción de Qdenga. El objetivo es fabricar hasta 50 millones de dosis por año, lo que ayudará a Takeda a suministrar 100 millones de dosis para 2030.

Además, el Gobierno de Lula está negociando un acuerdo entre la empresa japonesa y Fiocruz para que la producción pueda acontecer también en Brasil. Para poder empezar a producir el inmunizante en cantidades industriales, es necesario que se realice la transferencia de tecnología. Es un proceso parecido al de 2021, cuando la Fiocruz alcanzó un acuerdo con AstraZeneca para producir in loco la materia prima para la vacuna contra el covid.

Paralelamente, el Instituto Butantán de São Paulo está desarrollando su propia vacuna contra el dengue. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) podría dar su visto bueno en el segundo semestre de este año. Si todo procede como previsto, las primeras dosis podrían ser aplicadas en 2025. Este centro de investigación ya produjo su propio inmunizante contra el covid en plena pandemia. Su vacuna tiene una eficacia del 79,6%, muy similar a la de Qdenga, según un artículo de la publicación New England. Los científicos también están buscando otros métodos para contener la epidemia con la ayuda de peces predadores de larvas del mosquito Aedes aegypti, que también puede transmitir zika y chikunguña.

Foto: Fotografía de archivo de mosquitos Aedes Aegypti que transmiten el dengue.(Thais Llorca / EFE)

Pero hay otro aspecto que deberían preocupar a las autoridades sanitarias en el resto del mundo, y especialmente en el sur de Europa. Con el aumento del calentamiento global, el dengue puede llegar a nuestro continente para quedarse. Es lo que señala un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Países que apenas registraban incidencias, como España, Italia y Francia, notificaron 128 casos de dengue en 2023. Esto supone un aumento del 80% respecto al año anterior, cuando hubo 71 notificaciones. En 2021, los registros fueron únicamente dos, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. "Los cambios climáticos impactan en la transmisión del dengue porque aumentan las precipitaciones, la humedad y la temperatura", confirma Diana Rojas Álvarez, que lidera el equipo de investigadores de la OMS.

"Estas epidemias están relacionadas con las olas de calor cada vez más extremas, que hacen que el mosquito Aedes aegypti se reproduzca a una velocidad mucho mayor. Con el planeta cada vez más caliente, los países del sur de las latitudes medias del hemisferio norte serán muy vulnerables a varias de estas epidemias", explica a este periódico el climatólogo brasileño Carlos Nobre. "No hay cómo evitarlo: las temperaturas ya están altas, llueve más, se forman charcos de agua donde los mosquitos se reproducen y este es mayor peligro, porque en Brasil el 75% de los contagios se produce dentro de los hogares, incluso en las pequeñas pozas de agua", añade.

En 2023, cerca de seis millones de casos de dengue fueron registrados en 92 países. La mayoría (80%) se dieron en América, en el Sudeste Asiático y en el Pacífico Occidental. Entre los países más afectados están Brasil, Bangladés, México, Perú y Burkina Faso. La pregunta es qué hacer para evitar futuras epidemias en los países más calientes de Europa, donde incluso se están registrando casos de malaria, a pesar de que este continente venció el paludismo en 2015.

"Ya no sé si tengo dengue, covid o gripe. Este año no hay como escapar: te va a tocar una cosa u otra". Marina vive en una favela de Río de Janeiro y trabaja como limpiadora en una empresa. Cerca de su casa hay un río infestado de mosquitos y no hay repelente que consiga protegerla. Lleva tres días con fiebre y dolores en el cuerpo. No tiene fuerzas para acercarse a un centro médico y hacerse los análisis. Como ellas, miles de personas pasan por esta incertidumbre en un país que enfrenta la peor crisis sanitaria desde la pandemia del covid.

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