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Calviño cogió su fusil: presión sobre el BEI para que financie la Industria de la Defensa
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INVERSIÓN ESTRATÉGICA

Calviño cogió su fusil: presión sobre el BEI para que financie la Industria de la Defensa

El Banco Europeo de Inversiones recibe cada vez más presión para que empiece a financiar de manera más clara y decidida la industria de la defensa de la UE

Foto: Nadia Calviño en una imagen de archivo. (EFE/Javier Lizón)
Nadia Calviño en una imagen de archivo. (EFE/Javier Lizón)
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Nadia Calviño pasó el pasado 1 de enero de ser vicepresidenta del Gobierno de España a presidenta de un Banco Europeo de Inversiones (BEI) que gana peso e importancia dentro de una Unión Europea que necesita dinero para impulsar sus intereses estratégicos en un momento clave. Pero gran parte del debate que se produjo en la carrera por el puesto, en el que la española tuvo que competir con otros candidatos como la danesa Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, se centró en los debates de energía y de la transición verde. Ahora, sin embargo, la atención está puesta en otra cuestión: en la defensa.

El pasado 23 y 24 de febrero los ministros de Finanzas de la Unión Europea se reunieron en Gante (Bélgica) para celebrar un encuentro informal en el que uno de los asuntos de los que se discutió fue sobre el papel que el Banco Europeo de Inversiones debe jugar en la financiación de la industria de la defensa. En aquel encuentro los Veintisiete apuntaron a que financiar el gasto militar tiene una "alta prioridad” en un momento en el que la amenaza de Rusia se hace cada vez más visible. "Está claro que debemos reforzar la industria europea de seguridad y defensa; nuestra capacidad defensiva y también disuasoria. Eso está claro", explicó Calviño en una entrevista que concedió a El País en el marco de aquella reunión en Gante.

Ya en diciembre, el Consejo Europeo, el foro de líderes de la Unión Europea, aprobó unas conclusiones en las que pedían “un papel reforzado del Grupo del Banco Europeo de Inversiones en apoyo de la seguridad y la defensa europeas". “Este es un tema que estamos debatiendo con los líderes en el Consejo Europeo, en el marco de nuestra agenda estratégica que fijará nuestras prioridades para los próximos años, incluyendo el papel del BEI y de las diferentes instituciones de la UE en el apoyo a la inversión en defensa", señaló Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, durante la conferencia anual que el BEI celebró en Luxemburgo a principios de febrero.

El BEI defiende que ya toma medidas en cuestiones de seguridad y defensa, especialmente en las referentes a innovación y desarrollo de tecnología de uso dual, es decir, aquella que puede utilizarse tanto en el campo de batalla como para uso civil, pero con una importante letra pequeña, explicada por el propio banco: "el BEI exige que la mayor parte de los futuros ingresos procedan de aplicaciones civiles que redunden en beneficio de la sociedad y la economía europeas”. Por ahora la inversión en esta tecnología, canalizada a través de la Iniciativa Estratégica Europea de Seguridad (SESI) lanzada en 2022, es de hasta 8.000 millones de euros, centrado en tecnologías como ciberespacio, especial, movilidad militar, estructuras de seguridad civil o infraestructuras críticas. Hasta ahora solamente se han utilizado 2.000 millones de euros del SESI.

Foto: Ursula Von der Leyen, en su etapa como ministra de Defensa alemana. (Reuters)

Pero si bien la tecnología dual es importante, los que los Gobiernos nacionales quieren es algo mucho más concreto, mucho más directo, y mucho más difícil para el BEI: quieren dinero para financiar el desarrollo de armamento letal, de tecnología puramente militar y también para desarrollar munición.

Cuando a Calviño se le ha preguntado por esa opción la española insiste en el papel del SESI y da varios pasos hacia atrás para evitar comprometer al BEI. Porque la realidad es que en Luxemburgo la idea no entusiasma. Se trata de una institución muy conservadora, centrada fundamentalmente en mantener su rating, también en lo que se refiere a la calificación de estándares ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo), que han sido señalados por muchos ministros y también por la industria de la defensa como los culpables de que no esté llegando más financiación al sector de la seguridad.

Foto: Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. (EFE/Stephanie Lecocq)

Pero la exvicepresidenta del Gobierno fue elegida por sus colegas también para que el BEI arriesgara más y fuera más agresivo en sus estrategias. Además, la última palabra la tiene la Junta de Gobernadores de la institución, en la que cada uno de los gobernadores es el ministro de Finanzas de cada uno de los socios europeos. El giro para la institución sería importante, porque la inversión en el sector militar está directamente mencionada en la lista de las actividades en las que el BEI no puede participar.

En su lista de "actividades excluidas", la institución menciona "municiones y armas, incluidos explosivos y armas deportivas, así como equipos o infraestructuras dedicados a uso militar/policial". La Junta de Gobernadores podría modificar esta lista, y eso es precisamente lo que la Comisión Europea pidió la semana pasada, cuando presentó su primera Estrategia Industrial de Defensa, con 1.500 millones de euros hasta 2027 para financiar la adquisición conjunta de material por parte de los Estados miembros.

Foto: La bandera de la Unión Europea está formada por 12 estrellas amarillas dispuestas en círculo sobre un fondo azul. (Europa Press / Eduardo Parra)

Los líderes europeos vuelven a reunirse este próximo jueves y viernes para el Consejo Europeo de marzo y en el borrador de conclusiones vuelve a hacerse hincapié en que la industria de la defensa debe obtener una mejor financiación pública y privada, incluyendo a través del BEI e incluso planteando “reconsiderar la definición de bienes de doble uso y la política de préstamos a la industria de defensa", lo que abre la puerta a que se pueda reformas esas exclusiones a las que se acoge el banco.

El apalancamiento del BEI es muy conservador, representando bien esa actitud que ha encarnado la institución siempre, también durante la larga presidencia del antecesor de Calviño, el alemán Werner Hoyer. Por cada euro de capital presta 2,5 euros, y son muchos los analistas y ministros que opinan que este ratio podría aumentar mucho, quizás hasta los 4 o 5 euros por cada euro de capital.

Nadia Calviño pasó el pasado 1 de enero de ser vicepresidenta del Gobierno de España a presidenta de un Banco Europeo de Inversiones (BEI) que gana peso e importancia dentro de una Unión Europea que necesita dinero para impulsar sus intereses estratégicos en un momento clave. Pero gran parte del debate que se produjo en la carrera por el puesto, en el que la española tuvo que competir con otros candidatos como la danesa Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, se centró en los debates de energía y de la transición verde. Ahora, sin embargo, la atención está puesta en otra cuestión: en la defensa.

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