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¿Mérito o contactos? Las familias vuelven a estar de moda en la política de máximo nivel
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"un fuerte regreso de los herederos"

¿Mérito o contactos? Las familias vuelven a estar de moda en la política de máximo nivel

Un estudio de la Universidad Libre de Bruselas muestra que en los últimos años el número de políticos hijos de otros políticos ha aumentado hasta niveles del siglo XIX

Foto: Archivo: el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, se reúne con el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. (EFE / Ukrainian Presidential Press)
Archivo: el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, se reúne con el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. (EFE / Ukrainian Presidential Press)
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Hay dinastías políticas legendarias. Quitando las casas reales, hay familias entregadas a la política que han pasado a la historia. Pero a medida que la democracia liberal se asentó en occidente y se abrió paso al sufragio universal, esas dinastías han ido desapareciendo. Hay casos muy conocidos en la política moderna. Kyriakos Mitsotakis, actual primer ministro griego, es hijo de otro antiguo jefe de Gobierno heleno: Konstantinos Mitsotakis. Ambos han sido líderes de Nueva Democracia, un partido conservador creado por Konstantinos Karamanlis, histórico primer ministro griego, cuyo nieto, Kostas, también fue jefe de Gobierno entre 2004 y 2009.

Las dinastías políticas griegas son muy conocidas. No solamente los Mitsotakis o los Karamanlis, también los Gennimatas, los Kanaris, los Rallis o los Papandreou. Hay otro país europeo con dinastías muy importantes y que siguen, a día de hoy, en lo alto de la política nacional, aunque hayan llamado menos la atención: Bélgica. De hecho, un reciente estudio de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), publicado este lunes por el periódico belga Le Soir, muestra que en los últimos años ha existido la mayor proporción de políticos herederos de otros políticos desde el siglo XIX.

Los dos investigadores detrás del estudio, Jérémie Tojerow y Jean-Benoît Pilet, llegan a la conclusión de que se ha visto "un fuerte regreso de los 'herederos' políticos en los últimos 20 años". "Las dinastías políticas han vuelto hoy a su nivel de finales del siglo XIX en Bélgica", apuntan Tojerow y Pilet, que para concluirlo han hecho una recopilación de todos los políticos hijos de otros políticos en la Cámara de Representantes y en el Senado desde 1831 hasta 2019, sin incluir la actual legislatura. Los investigadores no llegan siquiera a los nietos o biznietos: se limitan a la conexión entre padres e hijos, tanto a nivel federal como a nivel regional.

Foto: Kyriakos Mitsotakis. (EFE/YANNIS KOLESIDIS)

Dos de las principales figuras de la política belga sirven para ilustrarlo. Charles Michel, actual presidente del Consejo Europeo, que acudirá a las elecciones de junio para obtener un escaño en la Eurocámara y que fue primer ministro del país entre 2014 y 2019, es hijo de otro primer ministro belga, Louis Michel, que además fue comisario europeo. Su otro hijo, Mathieu Michel, es secretario de Estado para Digitalización. Otro ejemplo: Alexander de Croo, actual primer ministro de Bélgica, es hijo de Herman de Croo, que fue diputado entre 1968 y 2014. Si se baja a otra capas de la política belga, el número de familias se dispara.

El nivel de dinastías políticas, que en el Senado alcanzó su pico en 1870, cuando el 28% de los miembros eran hijos de políticos, y en la Cámara alcanzó su máximo en 1888, con el 17% de sus miembros siendo herederos de otros políticos, cayó de forma pronunciada con la reforma electoral de 1893, cuando se extendió el voto a todos los hombres de más de 25 años, aunque algunos contaban con un voto doble. Esa tendencia se hizo más pronunciada a partir de 1919, con la llegada del sufragio universal masculino y la posibilidad de que algunas mujeres empezaran a votar si eran elegibles. Solamente en 1948 llegó el sufragio universal real.

Durante la mayor parte del siglo XX, el nivel de "herederos" se encontraba estancado en el entorno del 5% en el caso de la Cámara y en el 4% en el caso del Senado, donde históricamente habían existido más dinastías. Pero todo eso empezó a cambiar a principios del siglo XXI. Si en 1999, ya con una tendencia al alza, un 7% de los miembros de la Cámara eran hijos de políticos, en 2003 esa cifra era del 15%, la mayor proporción desde 1890.

Foto: Charles Michael. (Reuters/Johanna Geron)

Para los dos autores del estudio hay una razón detrás de esta tendencia: cada vez hay menos personas dispuestas a dedicarse a la política y al mismo tiempo los partidos se han ido haciendo más personalistas, con menos equilibrios y balanzas internas. Así, cuando se elaboran las listas, el número de personas dispuestas a participar en ellas es menor, y la arbitrariedad permitida a la cúpula del partido para nombrar a miembros de las mismas es mayor. De esa combinación surge el aumento del número de hijos de políticos que también se dedican a la política.

Hay algunos casos muy destacados, como el de la familia Moureaux. Charles Moureaux fue senador y ministro francófono, padre de otros dos políticos: los socialistas Philippe, también ministro; y Serge, diputado y senador. La hija de Philippe, Catherine Moureaux, ha sido diputada francófona y ahora es alcaldesa de Molenbeek. Su madre, Françoise Dupuis, fue presidenta del parlamento de la Región de Bruselas Capital. Hay más casos con mayor extensión en el tiempo, el hijo del senador del siglo XIX Constant de Kerchove de Denterghem, Charles, fue diputado liberal y senador hasta finales de ese mismo siglo, y el hijo de Charles, Oswald, fue diputado, senador y gobernador de Hainaut. André, sobrino de Oswald, fue senador y gobernador de Flandes Oriental, muriendo a mediados del siglo XX después de haber sido embajador en Berlín, París y Roma. Hippolyte Lippens, hijastro de Charles, fue también senador, y dio inicio a otro linaje político, los Lippens.

No todos los políticos belgas en activo creen que tener un nombre de familia política te abra las puertas del poder. De hecho, la idea extendida es que formar parte de una dinastía viene especialmente bien a nivel local, quizás, en algunas ocasiones, a nivel regional. Si uno quiere ser diputado de segunda o tercera fila, tener un nombre de dinastía puede ser el mejor currículum. Pero que a nivel federal, y especialmente al más alto nivel, al de ministros o primeros ministros, el nombre es ya un hándicap, o eso defienden algunos de ellos.

Foto: El abogado Michalis Dimitrakopoulos camina durante una vista previa al juicio de Kaili y Marc Tarabella en el Palacio de Justicia de Bruselas. (EFE / Olivier Hoslet)

Bélgica es un país pequeño con unas élites muy conectadas, que se mueven en los mismos ambientes, van a los mismos colegios y se mezclan entre ellos. Un entorno muy propicio para el surgimiento de dinastías políticas, para la creación de interdependencias y de vínculos a todos los niveles. Ministros y diputados están casados entre ellos o con políticos o miembros del mundo político. Si tiras de un hilo, salen varias conexiones. Un incidente reciente, relacionado con el caso Qatargate, la investigación por el pago a eurodiputados para que defendieran los intereses de Qatar y Marruecos en la Eurocámara, ilustra cómo esas conexiones siguen vivas hoy.

El juez estrella que empezó llevando el caso, Michel Claise, fue apartado del dossier después de que se conociera que su hijo tenía negocios con el hijo de una eurodiputada, María Arenas, que estaba en los informes de los servicios secretos belgas en relación con el Qatargate, pero que no había sido imputada, a pesar de su estrecha relación con el cabecilla de la trama, Antonio Panzeri. El padre del hijo de Arenas (con el que tenía el negocio el hijo de Claise), ahora separado de la eurodiputada, está casado con la actual ministra de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib. Y así se podría seguir tejiendo una red de las élites políticas, económicas, judiciales y mediáticas de Bélgica.

Hay dinastías políticas legendarias. Quitando las casas reales, hay familias entregadas a la política que han pasado a la historia. Pero a medida que la democracia liberal se asentó en occidente y se abrió paso al sufragio universal, esas dinastías han ido desapareciendo. Hay casos muy conocidos en la política moderna. Kyriakos Mitsotakis, actual primer ministro griego, es hijo de otro antiguo jefe de Gobierno heleno: Konstantinos Mitsotakis. Ambos han sido líderes de Nueva Democracia, un partido conservador creado por Konstantinos Karamanlis, histórico primer ministro griego, cuyo nieto, Kostas, también fue jefe de Gobierno entre 2004 y 2009.

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