La Europa de los muros | ¿Qué depara el futuro para las fronteras de la Unión Europea?

En los próximos años, la lucha por la migración continuará desenvolviéndose entre los hechos y las emociones. Los hechos dicen que la Unión Europea debería de abrirse a los migrantes, sobre todo debido a su bajo crecimiento económico y demográfico. La riqueza de muchas sociedades de la UE necesita que sus economías se alimenten de las generaciones jóvenes y rellenen sus puestos clave para permanecer a flote; si no, se arriesgan a entrar en recesión.

Los cambios demográficos tienen un impacto enorme en los movimientos migratorios. Una población joven o vieja, creciente o decreciente, afecta al crecimiento económico y a las oportunidades de empleo. Las personas buscan países con mejores perspectivas, y el estado actual de la UE la convierte en una de las regiones más atractivas para los migrantes.

En 2022, casi un millón (965.665) de solicitudes de asilo fueron presentadas en la UE, un 52,1% más que el año anterior. El número más alto desde 2016. En el apogeo de la crisis migratoria de 2015-2016, el número de solicitantes alcanzó los 1.221.690. La cifra de personas que solicitaban asilo por primera vez en la UE, en 2022, fue de 881.220. Un 64% más que en 2021.

Las razones principales de la migración incluyen seguridad, cambio climático, pobreza, derechos humanos y demografía. Con una inestabilidad creciente en regiones como Oriente Medio o África Central, se espera que más migrantes llamen a las puertas de la UE. Y eso antes incluso de que veamos los auténticos efectos de la migración climática.

De momento, las emociones son más fuertes que los hechos. “La migración está causando una gran división en la Unión Europea. Y podría ser una fuerza disolvente para la UE. A pesar del establecimiento de una frontera externa común, aún no hemos sido capaces de acordar una política migratoria común”, dijo el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, en septiembre de 2023, durante una entrevista con el periódico británico The Guardian. Según Borrell, la migración es una amenaza mayor para la UE que el Brexit.

En septiembre de 2023, un escándalo estalló en Polonia. El Gobierno fue acusado de facilitar el acceso a visas Schengen, a cambio de sobornos, a muchos países asiáticos y africanos. Se dice que más de 250.000 migrantes llegan a la UE por esta vía, lo cual ha llevado a Alemania a restablecer controles fronterizos con Polonia.

En los últimos años, muchas personas han estado llegando a Europa huyendo del conflicto, el terrorismo o la persecución en sus respectivos países. Más de la cuarta parte de los 384.245 solicitantes de asilo que obtuvieron estatus de protección en la UE en 2022 vinieron de la Siria desgarrada por la guerra, con Afganistán y Venezuela ocupando el segundo y el tercer lugar respectivamente.

Los movimientos antiinmigración son un combustible para el populismo y para los partidos ultraderechistas en muchos países de la UE. El Brexit fue alimentado por los miedos en torno a la migración y el Gobierno de Viktor Orbán se fortaleció gracias a este mismo discurso, así como el partido oficialista Ley y Justicia de Polonia —aunque no será capaz de formar gobierno tras las últimas elecciones—. Los vuelcos políticos en Eslovaquia y Países Bajos son los ejemplos más recientes de que esta tendencia está más viva que nunca.

Los principales desafíos para la UE son “las desigualdades sociales (36%), el desempleo (32%) y las cuestiones migratorias (31%)”, según el Eurobarómetro especial sobre el futuro de Europa publicado por el Parlamento Europeo y la Comisión. Los pronósticos dicen que el cambio climático exacerbará los eventos climáticos extremos, lo que resultará en una mayor migración de personas en un futuro cercano. Es difícil estimar el número de migrantes medioambientales en todo el mundo, pero las cifras oscilan entre 25 millones y 1.000 millones para 2050.