Es noticia
Fico gana en Eslovaquia, y en Bruselas ya se cavan trincheras ante un 'pequeño Orbán'
  1. Mundo
Prorruso y antieuropeo

Fico gana en Eslovaquia, y en Bruselas ya se cavan trincheras ante un 'pequeño Orbán'

La victoria de Fico preocupa en Bruselas ante la posibilidad de que Eslovaquia se una a Polonia y Hungría en una deriva autoritaria. Fico ha ganado con un discurso contrario al apoyo a Ucrania

Foto: El líder del partido Smer, Robert Fico. (EFE/Martin Divisek)
El líder del partido Smer, Robert Fico. (EFE/Martin Divisek)

El nombre de Robert Fico, ex primer ministro de Eslovaquia y virtual ganador de las elecciones de este sábado en el país, ha sido muy repetido en los pasillos de las instituciones europeas en los últimos meses. Ya hay suficientes dolores de cabeza en muchos de los principales despachos de la Unión con la actitud de Polonia y Hungría, pero una victoria clara y amplia de Fico podía hacer las cosas todavía más difíciles. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido este fin de semana en las elecciones parlamentarias de Eslovaquia, que han dado la victoria a su formación, el SMER, con algo más del 23% de los votos.

La formación del viejo aliado de Fico, Peter Pellegrini, ha quedado tercera, y el partido extremista Partido Nacional Eslovaco (SNS) de Andrej Danko, con quien también se asoció en sus anteriores etapas en el poder, ha superado el umbral del 5%, obteniendo representación parlamentaria. Todo lo necesario para que un nuevo Gobierno de Fico esté sobre la mesa.

Foto: Robert Fico, candidato a las elecciones de Eslovaquia, el 14 de septiembre. (Reuters/Radovan Stoklasa)

Fico es una de las principales figuras de la política de Eslovaquia —un país de apenas 5,4 millones de habitantes, pero miembro de la UE y la OTAN— de las últimas dos décadas. El SMER ha estado en el poder entre 2006 y 2010 y entre 2012 y 2020. La plataforma de Fico para volver al poder por tercera vez ha sido liderar la oposición al apoyo de la Unión Europea y la OTAN a Ucrania en su guerra defensiva ante Rusia, que invadió el país en febrero de 2022.

Eslovaquia ha sido uno de esos países que ha preocupado en Bruselas al ver las movilizaciones contra el apoyo a Ucrania​, manifestaciones impulsadas por Fico, que trataba de reconstruir su imagen tras su salida del poder hace cinco años amalgamando el malestar social ante los efectos colaterales de la guerra, como por ejemplo la inflación.

Por eso el cambio más obvio que se espera en Eslovaquia es en la cuestión de Ucrania. Estas elecciones se celebran después de que el Gobierno de derechas de Eduard Heger, anterior primer ministro, colapsara, pero hasta ese momento Eslovaquia había sido uno de los más estrechos aliados de Kiev junto con los países Bálticos y Polonia, donde el Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS) también marca ahora distancias respecto a Ucrania para intentar rascar votos en las elecciones generales que celebra el país dos semanas.

Victoria de Robert Fico en Eslovaquia

El discurso de Fico es claramente prorruso y antioccidental. "Necesitamos decirle al mundo entero que la libertad vino del este, la guerra siempre viene del oeste", señaló en uno de los últimos actos de campaña, en el que subrayó que la guerra de Ucrania la iniciaron “nazis” ucranianos en 2014. Su estilo populista y personalista genera muchos nervios en Bruselas, donde el resto de líderes europeos tendrán que lidiar con él dentro del Consejo Europeo.

Más problemas en el este

En 2018, Fico tuvo que abandonar el Gobierno tras unas masivas protestas a raíz del asesinato del periodista de investigación Jan Kuciak, que trabajaba en casos de corrupción que afectaban al Ejecutivo. Poco antes, la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia había muerto en un atentado con coche bomba. Ambos asesinatos sacudieron Europa e hicieron que los primeros ministros de ambos países, Joseph Muscat en Malta y Fico en Eslovaquia, tuvieran una pésima imagen en Bruselas.

Desde entonces, muchos miembros del SMER han sido encausados por corrupción y fraude. En 2020 perdieron las elecciones tras dos años de Gobierno en manos de Pellegrini, que después fundó su propio partido. Para Fico, la victoria electoral era clave no solamente por una cuestión política, sino práctica: algunos analistas consideran que la única manera con la que cuentan él y sus colaboradores más estrechos para evitar ser objetivo de procesos judiciales es estar en el poder.

Foto: Vigila en memoria de Daphne Caruana Galizia, asesinada con un coche bomba en Malta (REUTERS)

En la Unión Europea existe un creciente problema de Estado de derecho. Hungría se ha convertido en un sistema clientelar dirigido por el primer ministro Viktor Orbán, en el que el Estado de derecho tiene serias deficiencias, mientras que en Polonia la formación ultraconservadora Ley y Justicia (PiS) ha dañado seriamente el sistema judicial. En Bruselas no hay ningún apetito por añadir a Eslovaquia a la lista de Estados miembros en retroceso democrático.

Fico no será un nuevo Viktor Orbán, el autoritario primer ministro de Hungría. No tiene una mayoría suficiente, el sistema electoral eslovaco obliga a llegar a los pactos y, si llega al poder, tendrá que mantener un delicado equilibrio con la formación de Pellegrini y con el SNS. Pero los analistas coinciden en considerar que el Estado de derecho en el país se verá debilitado durante los próximos años, incluso si Fico no es una figura lo suficientemente fuerte.

En la práctica, la Unión es un club de Estados miembros. Y Polonia y Hungría están demostrando hasta qué punto un país o dos pueden llegar a hacer gripar la maquinaria que hace funcionar el club comunitario. Y la perspectiva de un Estado miembro más en esa actitud es algo que genera mucho nerviosismo en las instituciones. Eso se notaría especialmente en las cuestiones relacionadas con Ucrania, donde Hungría ya ha demostrado la capacidad que puede tener un único país a la hora de frenar la toma de decisiones en asuntos como las sanciones contra Rusia, a las que Fico se opone abiertamente.

“¡Adivina quién ha vuelto!”, ha escrito Orbán en redes sociales, acompañado de una fotografía junto con Fico. “Siempre es bueno trabajar junto con un patriota. ¡Lo espero con ansias!”, ha añadido.

El lado positivo

En Bruselas, sin embargo, se sigue con esperanza el buen resultado cosechado por el partido Eslovaquia Progresista, una formación dirigida por el eurodiputado Michal Simecka, que además es vicepresidente de la Eurocámara. El perfil de sus votantes es un joven proeuropeo que además apoya los esfuerzos de Ucrania frente a Rusia, y la formación ha quedado segunda en los comicios. Por su parte, el ex primer ministro conservador Heger abandonó el partido conservador-populista OĽaNO a priatelia para unirse a una nueva formación liberal-conservadora, llamada Demócratas, que, sin embargo, no ha alcanzado el umbral necesario para obtener representación parlamentaria.

Eslovaquia es un país que se sigue con curiosidad en Bruselas. Es un Estado pequeño, con muy poco peso en la Unión Europea, pero un buen termómetro sobre algunas tendencias en Europa central. En 2019, la victoria de la liberal Zuzana Čaputová en las elecciones presidenciales marcó lo que se esperaba que fuera un cambio en la tendencia electoral en una región que siempre preocupa en Bruselas. Un año después, OĽaNO a priatelia y sus aliados desalojaban al SMER de Fico. La sociedad está profundamente dividida, una parte de ella siguiendo a un líder populista que ataca al Estado de derecho, otra parte conservadora y demócrata, pero que choca con la visión de una Europa demasiado abierta en asuntos de identidad e inmigración, y una tercera sección, más joven y liberal, que es abiertamente proeuropea, y que, en esta ocasión, a pesar de perder las elecciones, ha salido reforzada en la figura de Simecka.

El nombre de Robert Fico, ex primer ministro de Eslovaquia y virtual ganador de las elecciones de este sábado en el país, ha sido muy repetido en los pasillos de las instituciones europeas en los últimos meses. Ya hay suficientes dolores de cabeza en muchos de los principales despachos de la Unión con la actitud de Polonia y Hungría, pero una victoria clara y amplia de Fico podía hacer las cosas todavía más difíciles. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido este fin de semana en las elecciones parlamentarias de Eslovaquia, que han dado la victoria a su formación, el SMER, con algo más del 23% de los votos.

Conflicto de Ucrania Ucrania Eslovaquia
El redactor recomienda