La amenaza terrorista aumenta en Europa… Pero Hamás tiene poco que ver

¿Tiene el movimiento palestino Hamás la intención de pasar a la acción en Europa? La respuesta de Israel es sí. Para tratar de demostrarlo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, colgó el sábado por la noche un hilo en la red social X con extractos desclasificados de un informe conjunto del Mossad y del Shin Bet, sus servicios secretos exterior e interior.

El informe sostiene que Hamás administra en Europa una red terrorista dirigida desde Líbano y lo presenta acompañado de un sucinto gráfico. “Se ha descubierto considerable información que prueba cómo la organización terrorista Hamás ha actuado para expandir su actividad terrorista en el extranjero con el fin de atacar a inocentes en todo el mundo”, señala el documento. Pone, como principal ejemplo, las detenciones del 14 de diciembre, en Alemania y Dinamarca, de “sospechosos” vinculados a Hamás y un intento abortado de voladura de la embajada de Israel en Estocolmo. Afirma que la red terrorista tiene la intención de adquirir drones, así como aprovechar organizaciones criminales ya existentes para llevar a cabo atentados.

No es la primera vez que, desde que el grupo islamista perpetró su brutal ataque al sur de Israel, el 7 de octubre, las agencias de inteligencia israelíes ponen en guardia a sus interlocutores en Europa. Sus advertencias sobre Hamás son acogidas con algo de escepticismo, aunque sí hay un convencimiento de que el riesgo terrorista es ahora mucho mayor.

En Europa "hay jóvenes con un mechero encendido a los que la invasión de Gaza les brinda la gasolina que necesitaban para prender fuego", explica un policía que se dedica a la lucha antiterrorista. “Con la guerra entre Israel y Hamás y la polarización que provoca en nuestra sociedad (...), el riesgo de atentados terroristas en la Unión Europea es enorme”, advertía hace un mes Ylva Jphansson, comisaria europea de Interior.

De ahí que en un puñado de países de la UE se reforzase en octubre el nivel de alerta antiterrorista. En España, se mantuvo el mismo, 4, en una escala en la que el 5 es el máximo, vigente desde hace casi ocho años, pese a los periodos prolongados de calma que se vivieron durante la pandemia. Interior ordenó, sin embargo, adoptar unas medidas adicionales el pasado 17 de octubre. No las desveló.

La red desmantelada en Alemania, a la que se referían los mensajes de Netanyahu, sí tiene lazos con Hamás, según el comunicado de la Fiscalía federal de diciembre. Sus cuatro miembros estaban “estrechamente vinculados a la dirección militar de la organización”, precisó. Habían planificado “atentados contra instituciones judías en Europa”. El nexo entre el movimiento palestino y otro detenido en Dinamarca no fue, en cambio, confirmado por el PET, la agencia de inteligencia danesa, que solo mencionó a “países extranjeros”. Suecia tampoco señaló a ningún grupo en concreto con relación al plan de atentado contra la embajada israelí.

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Óscar Hernández

Alemania, el país de la UE, junto con los Países Bajos, más proclive a Israel, ha tomado otras medidas contra Hamás, además de las redadas policiales. El canciller Olaf Scholz anunció en octubre pasado la prohibición de las actividades de Hamás y de Samidoun, una red de solidaridad con los presos palestinos. Una orden del Ministerio del Interior ratificó la decisión el 2 de noviembre. La prohibición es un poco un brindis al sol porque, como subrayaba el diario berlinés Tasgesspiel, Hamás no tiene representación oficial en el país.

No dispone de ella en Alemania ni en ningún país europeo. Solo está presente, fuera de Palestina, en Beirut y en Doha. Cuenta, desde luego, con simpatizantes en Europa, pero, por lo menos hasta el pasado otoño, ninguno de ellos se ha visto involucrado en actividades terroristas. Aunque figure en la lista de organizaciones terroristas de la UE, Hamás se considera a sí mismo un movimiento islamista y patriótico de resistencia armada contra la ocupación israelí. Nunca ha perpetrado atentados en otros lugares. Ni siquiera sus diatribas antioccidentales han estado salpicadas de amenazas.

El terrorismo que ha azotado Europa durante este siglo ha sido obra, sobre todo, de jóvenes seducidos por el Estado Islámico o Al Qaeda, organizaciones que sí lograron implantarse en el Viejo Continente. En los años setenta, hubo un terrorismo palestino virulento, pero era más bien de otra índole, cercano a la extrema izquierda. Recurrir a la violencia en Europa sería contraproducente para Hamás, porque daría más motivos a sus enemigos para acusarlo de terrorismo.

Otras amenazas

Además de adoptar discretas medidas adicionales, las fuerzas policiales españolas redoblan desde el otoño sus esfuerzos contra potenciales terroristas, golpeándoles tan pronto como empiezan a radicalizarse y solo fantasean con pasar a la acción.

En los dos últimos meses del año pasado, fueron detenidos 54 presuntos aspirantes a yihadista, según el Ministerio del Interior, una cifra récord en tan poco tiempo. 2023 cerró con un total de 78 apresados en el marco de 36 operaciones antiterroristas. Fue el más fértil en detenciones desde 2004, el año del 11-M, el atentado con más muertos perpetrado en Europa continental. Ni siquiera a mediados de la década pasada, cuando el terrorismo azotaba con fuerza el Viejo Continente, la policía española se mostró tan activa.

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En las operaciones que desarrollaron las fuerzas de seguridad, encontraron vídeos de adoctrinamiento, manuales para elaborar explosivos y armas blancas. Solo en una, la que fue anunciada el 16 de diciembre, la Policía Nacional halló munición de arma corta, pero ninguna pistola, según informó Interior. La red desmantelada, investigada desde 2021, tenía presencia en cuatro provincias y sus cinco integrantes eran simpatizantes del Estado Islámico. El juez Manuel García-Castellón, de la Audiencia Nacional, les puso a todos en libertad con medidas cautelares.

El descubrimiento más inquietante de estas últimas redadas no es que Hamás haya irrumpido en el panorama terrorista. Es que entre los postulantes a yihadistas hay cada vez más menores. A finales de noviembre, la Guardia Civil ya echó el guante a dos de ellos, uno en Baleares y otro en Cáceres. A través de videojuegos, ensalzaban al Estado Islámico. Menos de un mes después, fue la policía la que detuvo a otros tres menores, dos en Madrid y uno en Barcelona.

Muchos de estos detenidos han sido imputados por enaltecimiento del terrorismo. Sumar ha presentado en el Congreso una proposición de ley que amplía la libertad de expresión hasta despenalizar la apología del terrorismo. La iniciativa causa una honda preocupación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si prosperase, les privaría de una herramienta clave en la lucha antiterrorista.