Las diferencias sobre Ucrania agrian el reencuentro de la UE y América Latina 8 años después
Los líderes de la UE y América Latina y el Caribe se reúnen por primera vez en ocho años en un encuentro que ha estado marcado por la larga sombra de la guerra en Ucrania
Este lunes es un día de celebración en Bruselas. O así es como se lo plantean muchos de los técnicos, diplomáticos y funcionarios que llevan trabajando mucho tiempo para lograr una reactivación de las relaciones al más alto nivel entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Tras ocho años, más de 50 líderes de los dos lados del Atlántico se reúnen este lunes y martes en la capital comunitaria. Y, sin embargo, el encuentro, que ha sido impulsado por la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, se ha visto agriado por la larga sombra del conflicto de Ucrania y la posición de algunos países latinoamericanos respecto a la guerra.
La Unión Europea ha convertido el apoyo a Kiev y la condena a la invasión rusa en un elemento fundamental de sus relaciones con el resto del mundo. Y eso también se ha dejado notar en la preparación de esta cumbre, donde Estonia, Polonia y otros Estados miembros han solicitado incluir una referencia al conflicto. Sin embargo, como explican a El Confidencial fuentes diplomáticas de uno de los países que han impulsado dicha inclusión en el texto final, la Celac no ha apoyado ese lenguaje. "La Celac acaba de enviar una versión enmendada sin mención a Ucrania", explicaba a este periódico una fuente diplomática hace pocos días, mientras se seguía trabajando de forma continua sobre el texto.
"Creo que si miras la tendencia de voto de los países que forman parte de Celac y los de la UE en Naciones Unidas verás una convergencia muy fuerte. Deploran en los términos más fuertes la agresión rusa a Ucrania y piden la retirada de las tropas del territorio. Intentaremos incluir estas referencias en el texto, porque es importante defender el derecho internacional, y lo vemos como un asunto fundamental para el orden internacional basado en valores", explicaba este viernes una fuente diplomática.
Esa misma fuente adelantó que Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, no participaría en la reunión, a pesar de que durante algún tiempo algunos Estados miembros han estado pidiendo que este interviniera en el encuentro por videoconferencia, como hace habitualmente en los consejos europeos, las reuniones de líderes de los Veintisiete. Sin embargo, desde el primer momento hubo algunas delegaciones que se opusieron a esta idea, precisamente por miedo a que esta cuestión acabara contaminando toda una cumbre que es fundamental para las relaciones entre ambos continentes.
Aunque en Bruselas tanto la Comisión Europea como el Consejo Europeo defienden que hay una convergencia de puntos de vista entre América Latina y la Unión en la cuestión de la guerra de Ucrania, lo cierto es que todo el mundo sabe que hay países que defienden posturas que no están para nada alineadas con las de los Veintisiete. Eso quedó perfectamente claro cuando Lula da Silva, presidente de Brasil y una figura clave para la reactivación de las relaciones entre las dos regiones, pidió a Estados Unidos y la Unión Europea que dejaran de enviar armas a Kiev.
La Unión ha enviado un mensaje claro a Lula, también durante la visita al país de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea: nada de lo que Brasil pueda decir o hacer va a llevar a que los Veintisiete dejen de apoyar a Ucrania. Es una pérdida de tiempo. Y el presidente brasileño ha entendido el mensaje, evitando mantener esas críticas durante su última visita a Europa. Pero por el momento Brasil también está enviando un mensaje claro en las negociaciones de unas conclusiones para la cumbre: la UE no puede forzarlo a condenar la invasión.
Fuentes comunitarias mantienen la esperanza de que Ucrania no agrie por completo una cumbre de reencuentro. "Esta es la primera reunión de Celac en ocho años, está pensada en centrarnos en esta relación; espero que Ucrania salga en el debate, pero creo que también hablarán de los daños colaterales en otras zonas del mundo por la agresión de Rusia. No solamente ha provocado un enorme daño humano, sino que ha exacerbado la fragilidad de las cadenas de suministro, nos ha golpeado económicamente", explican las fuentes.
Una fuente, que participó en un encuentro de asesores de seguridad nacional celebrada en Copenhague a finales de junio, cuestiona además que Brasil se encuentre totalmente alejado de la búsqueda de un consenso con Occidente en la cuestión de la guerra de Ucrania. Según esta fuente, el brasileño Celso Amorim se mostró "muy activo" durante dicho encuentro en Dinamarca.
Una cumbre clave
"La relación UE-Celac está de vuelta y buscamos darle continuidad en el futuro", explica una fuente europea, que asegura que el encuentro permitirá la reactivación de los lazos. El objetivo, apunta, será lograr que los líderes den un impulso a un diálogo político más estructurado que normalice los encuentros de este nivel cada dos años. "Representamos a 60 países, un tercio de los países del mundo, 21% del PIB mundial y 1.000 millones de personas con muchas cosas en común", ha explicado la fuente, que ha señalado que durante el encuentro se firmarán numerosos acuerdos entre la Unión Europea y distintos países latinoamericanos en asuntos como las materias primas críticas.
Uno de los puntos más destacados de la agenda será la negociación de acuerdos comerciales. La Unión Europea tiene el objetivo de lograr avances en los acuerdos con México y Chile, pero sobre todo con Mercosur (un bloque conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con el que se lleva negociando desde hace ya dos décadas. En 2019 se cerró un pacto, pero desde entonces ha sido imposible cerrar definitivamente el acuerdo por las distintas resistencias a uno y otro lado del Atlántico. "No espero grandes avances [durante la cumbre], pero es bueno mantener la atención en la parte comercial de las relaciones", ha señalado una fuente.
Otra fuente habla de la importancia de destacar que este es el "año de Latinoamérica", subrayando que tanto el Consejo Europeo como la Comisión y muchos Estados miembros han entendido la importancia estratégica de la relación. "Yo, que he trabajado en esto durante 29 años, he visto reuniones en el Consejo en las que han hablado cuatro Estados miembros. En las últimas reuniones, 23 países han pedido la palabra", ha ejemplificado la fuente.
Este lunes es un día de celebración en Bruselas. O así es como se lo plantean muchos de los técnicos, diplomáticos y funcionarios que llevan trabajando mucho tiempo para lograr una reactivación de las relaciones al más alto nivel entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Tras ocho años, más de 50 líderes de los dos lados del Atlántico se reúnen este lunes y martes en la capital comunitaria. Y, sin embargo, el encuentro, que ha sido impulsado por la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, se ha visto agriado por la larga sombra del conflicto de Ucrania y la posición de algunos países latinoamericanos respecto a la guerra.
- Perder la agricultura para salvar la industria: el tratado con Mercosur que divide la UE Into Europe | EC Vídeo
- Vestager busca en América Latina acuerdos para que la UE acceda a minerales críticos Nacho Alarcón. Bruselas
- Lula confía en que la presidencia española de la Unión Europea ayude al pacto con Mercosur EFE