Un préstamo de 900.000 euros a Boris Johnson sacude la BBC y salpica a Sunak

La crisis que atraviesa la BBC se agudiza después de que su presidente, Richard Sharp (67 años), haya presentado finalmente este viernes su dimisión. El que fuera banquero de Goldman Sachs estaba en el punto de mira desde principios de este año, cuando The Sunday Times reveló que había intercedido para la concesión de un préstamo personal de alrededor de 900.000 euros al ex premier Boris Johnson antes de ser designado al frente de la corporación pública en 2021.

Hasta el último momento había estado luchando por mantener su puesto, pero la presión que existía por parte de diputados e incluso los propios trabajadoras era insostenible, por lo que ha decidido presentar su renuncia poco antes de que se publicaran las conclusiones de la investigación independiente llevada a cabo por el abogado Adam Heppinstall.

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La pesquisa deja claro que Sharp violó las reglas relativas a los nombramientos públicos mientras era entrevistado para tomar el cargo al no revelar dos posibles conflictos de intereses.

Por una parte, Sharp informó al entonces primer ministro Boris Johnson que “deseaba postularse para ser presidente de la BBC, antes de presentar su solicitud en noviembre de 2020”. Por otra parte, antes de ser entrevistado para el cargo, comentó a la 'ambición rubia' que iba a poner en contacto al secretario del Gabinete, Simon Case, con el millonario canadiense Sam Blyth (primo lejano de Johnson) ya que este último sugirió que podría "ayudarle con sus finanzas personales".

En aquel momento, el inquilino del Número 10 andaba sumamente agobiado por los costes derivados de su divorcio de Marina Wheeler, con quien estuvo casado 25 años, así como por la polémica reforma de su apartamento de Downing Street.

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El asunto salpica de lleno también al actual primer ministro Rishi Sunak, ya que Sharp fue su mentor mientras ambos trabajaban en la banca y luego fue su asesor cuando Sunak se convirtió en titular de Economía. Con todo, desde que salió a la luz la polémica, el actual 'líder tory' ha querido mantener distancias negándose incluso a brindarle su apoyo público el mes pasado. Los valores del actual responsable del Gobierno son "transparencia" y "responsabilidad" por lo que, a un año de las elecciones generales, quiere alejarse de cualquier controversia. Pero lo tiene complicado si mantiene a Case como secretario de Gabinete.

El pasado mes de febrero, la Comisión de Medios, Cultura y Deporte del Parlamento británico sometió a una tensa sesión a Sharp y concluyó que había quebrado, con su comportamiento, los "estándares éticos esperados" en alguien que ocupa un puesto como el suyo, y que había cometido "un importante error de juicio" al seguir adelante con su candidatura.

En cualquier caso, el ex banquero quiso luchar hasta el final para mantener su puesto. “El Sr. Heppinstall sostiene que quebranté el código de buena gobernanza en materia de nombramientos públicos, pero también indica que esa quiebra no invalida necesariamente un nombramiento”, ha señalado en su carta de dimisión. "En cualquier caso, he decidido que debo dar prioridad a los intereses de la BBC. Creo que este asunto habría sido una distracción para el buen desempeño de la corporación", añade.

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El episodio incrementa la crisis que atraviesa desde hace tiempo la BBC mientras se debate su actual modelo de financiación. El Ejecutivo de Johnson llegó a ensayar la posibilidad eliminar la tasa anual de 180 euros que los ciudadanos pagan para sostener la radiotelevisión pública. Parte del compromiso Sharp era precisamente corregir ese rumbo. Pero desde que The Sunday Times publicara su implicación en el préstamo personal de Johnson, su puesto era insostenible. Era incapaz de ser un presidente eficaz de la BBC, al menos en público.

Lo demostró la gran controversia con Gary Lineker, el exfutbolista y presentador del programa Match of The Day, que el pasado marzo fue suspendido de su puesto, después de que criticara en Twitter el endurecimiento de la política migratoria de Sunak. El director general de la BBC, Tim Davie, se vio obligado a reincorporar a la estrella mediática después de una catarata de críticas de diputados y aficionados. Sharp no pudo salir públicamente para apoyar al director general de la cadena pública debido a la controversia que lo rodeaba.

El presidente de la BBC debe representar imparcialidad y transparencia. Y la figura de Sharp ya no estaba asociada a ninguno de los dos términos. Se quedará en el puesto hasta junio, cuando el Gobierno nombre a un nuevo presidente.