Los agujeros de guion de Juan el Legionario: así se construye un 'héroe perfecto' en la guerra de Ucrania

El suyo es un guion de película construido a partir de intervenciones en televisión, entrevistas en medios y vídeos de Instagram. El de un filme galardonado con el Oscar a mejor protagonista y actor de reparto. Durante meses, Juan el Legionario ha esbozado un personaje impecable alimentado y engrandecido a la sombra del dolor de la guerra de Ucrania. Pero las historias de héroes perfectos solo existen en la ficción.

Juan Manuel Lucena Carmona, de sobrenombre Juan el Legionario, agarró su petate y fue a pelear a Ucrania. La conmoción de las imágenes de niños que caminaban solos hacia la frontera y terminaban en garras de traficantes que los explotaban sexualmente "no le dejó otra opción".

Primero, defendió la capital ante los bárbaros rusos que violaban y mataban a mujeres en Bucha. Después, pasó al frente sur, donde defendió una posición cuatro meses en el interior de un edificio comiendo ratas y serpientes. Fue allí, precisamente, donde un ataque artillero estuvo a punto de terminar con su vida.

Dos paros cardiacos, cinco días en coma y 12 operaciones después, logró salvar su brazo y pierna derecha. Hasta Volodímir Zelenski quiso agradecer su valentía y le visitó en el hospital. El selfi que el presidente ucraniano colgó en su cuenta oficial de Instagram le robó el anonimato y le catapultó a la fama.

Tras participar en la liberación de Jersón, Juan cruzó a la otra orilla del río Dniéper, donde se habían replegado el ejército del Kremlin. Escondido en una casa y bajo fuego enemigo, narró la guerra en televisión en un momento en el que tan solo unidades de élite lograban cruzar las líneas enemigas, ocultos bajo el manto de la oscura noche ucraniana.

Las crecientes apariciones en Cuatro aumentaron sus seguidores. Llegaron nuevas donaciones, peticiones de dinero para un 4x4. También medallas y condecoraciones.

Después de 10 largos meses en la guerra, una Orden Presidencial eximió a Juan del contrato que impedía su salida de Ucrania. El héroe regresaba a casa y comenzaba un nuevo periplo: difundir la verdad de la guerra protagonizada por él por todos los rincones de España. Este es el relato de valentía, superación y heroísmo de Juan amplificado por la prensa. Aquí termina la película del héroe perfecto. Ahora, vayamos con la verdad.

Bautismo de fuego en Irpín

Lucena Carmona llegó a la frontera polaca el 29 de marzo y pasó al menos dos días en la ciudad fronteriza de Yavoriv, según su cuenta de Instagram @Legionario_En_Ucrania. Con cerca de 30.000 seguidores y hasta el momento muy activo en la red, este martes puso un candado para alejarse de las críticas que han comenzado a viralizarse.

En su versión repetida en varias ocasiones en programas como Todo es mentira y Viajando con Chester, Juan luchó en la batalla de Irpín (a 22 km de Kiev). Un dato sorprendente, teniendo en cuenta que, un día antes de, presuntamente, sellar el pasaporte en la frontera, el entonces ministro del Interior ucraniano, Dennis Monasteraky, había anunciado la liberación de la ciudad. A Irpín le siguieron otros enclaves como Bucha u Hostomel, reconquistados antes de acabar el mes. El día 2 de abril, Hanna Malyar, viceministra de Defensa de Ucrania, escribió en Facebook: "Toda la región de Kiev está liberada del invasor".

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El rastro digital de Juan le sitúa el 1 de abril en la capital ucraniana, aunque, de haber llegado en fechas anteriores a la publicación de sus imágenes, la experiencia de miles de voluntarios en el caótico inicio de la invasión y las dificultades en el idioma ponen en entre dicho su versión de la historia. Tampoco apoya su propio relato una entrevista que concedió por aquel entonces, donde aseguraba trabajar para una empresa de mercenarios.

300 dólares por cabeza

El 10 de abril, un francotirador y exlegionario de iniciales J. L. C., de 42 años, y con una fotografía que todavía puede encontrarse en el perfil de Instagram de Juan, concedió una entrevista con el rostro pixelado al diario La Razón. “Mis posibilidades de salir vivo de aquí son de un 50%”, manifestó. También aseguró embolsarse 300 dólares por hombre abatido. “Y no, no te voy a decir cuántos pluses he cobrado ya”, subrayó. Su pagador: una compañía de seguridad estadounidense.

En la tarde de este miércoles y después de que saltara la polémica, Risto Mejide mostró estas declaraciones a Juan en directo. “El artículo estaba sacado fuera de contexto, no es lo que dije yo”, se refugió el antiguo legionario.

No obstante, el día de la publicación compartió la foto que encabeza el reportaje sin quejas ni referencias respecto de una acusación tan grave que contradice su versión posterior, según la cual peleó con el Batallón Kyiv, de la Defensa Territorial ucraniana.

¿Un Paco Sanz de la guerra?

En el relato de Juan hay algunas verdades indiscutibles: estuvo en Ucrania cerca de 10 meses, acabó atendido en el hospital de Odesa por heridas de gravedad y recibió la visita de un Volodímir Zelenski, que publicó un selfi junto a él. Lucena vendió aquella anécdota como una visita por su papel en la guerra. Los más críticos con el Ejecutivo de Pedro Sánchez lo interpretaron como un mensaje a España por la poca implicación militar. En realidad, tan solo fue una visita genérica. Juan ni siquiera es la portada de la galería de imágenes de heridos que el mandatario compartió.

Medias verdades que iban construyendo el relato de un español campechano y bromista con Zelenski. Personaje del Año por la revista Time y perfecto actor de reparto, el presidente le condecoró en repetidas ocasiones, según ha sostenido Juan en charlas públicas y programas de televisión. Pero, al igual que el algodón, el Boletín Oficial de Ucrania no engaña.

Según el Decreto 557/2022, el soldado Juan Lucena Carmona recibió la Orden al Valor de III clase “por el valor personal y las acciones desinteresadas demostradas en la defensa de la soberanía estatal y la integridad territorial de Ucrania”. 506 personas más recibieron condecoraciones solo en ese día. Una realidad alejada de la exclusiva Orden de la Libertad, máxima distinción, entregada por Zelenski al exmandatario británico Boris Johnson, que Juan aseguró haber recibido también; de "la misma" categoría. En el decreto lo identifican como “soldado”, ni rastro de su pretendido ascenso a teniente.

“Es cierto que [Juan] tiene una condecoración estatal de gran categoría, pero las medallas son insignias que no valen nada. Cada brigada puede inventar algo suyo y entregar a todo el mundo: a los voluntarios, a los que ayudan, a los que guste porque sí…”, explica desde Odesa Tetyana Kolbayenkova, traductora de Juan durante su convalecencia.

Ella no ve maldad ni interés económico en el exmilitar y cree que las “fantasías” de Juan responden a “una psicología infantil, de Peter Pan”, para hacer más grandes las historias. “Soy muy desconfiada e iba por detrás verificando todo lo que decía. Salgo mucho en televisión y tengo responsabilidad, no tengo derecho a meter la pata”, apuntala en conversación telefónica con El Confidencial.

Herido en primerísima línea del frente

Kolbayenkoba asegura, también, haber comprobado la ubicación en la que Juan resultó herido en un ataque artillero. Una cuestión controvertida por vídeos en los que grababa a sus compañeros disparando por la ventana de una escuela abandonada.

“Le iba siguiendo palabra por palabra y sé más o menos dónde contaba cuentos chinos. Es una persona así. Es cierto que fue herido en el edificio de un antiguo colegio, pero en esa misma posición no había combates combates” de primera línea de frente, señala. Juan llega a decir que pasó cuatro meses "a 800 metros de los rusos".

Su testimonio coincide con el de otros voluntarios españoles en Ucrania, que ya en el mes de octubre denunciaron la situación en Todo es mentira. Tras confrontar las posturas de Willy, Cuervo y Ruko, por un lado, y de Juan, por otro, el conductor del programa, Risto Mejide, declaró muy consternado:

“Todo lo que se dice en este programa lo comprobamos”. Y añadiría poco después: “Voy a intentar cotejar toda la información, más que nada porque ahora nuestros espectadores querrán saber qué parte de verdad hay en ambos discursos y lo cotejaremos con toda la información que nos enviéis”.

Meses después, uno de los protagonistas de aquel incidente televisivo se ríe al teléfono sobre el desmantelamiento del personaje creado.

“Nos contaba películas sobre contratos millonarios. Íbamos a ser una fuerza parecida a los Blackwater [la mayor compañía del mundo de mercenarios]. Esa gente tiene dinero, ¿sabes? ¿Pero nosotros? Si somos infantería. Vamos allá a ser carne de cañón”, sostiene este antiguo legionario que prefiere no revelar su nombre. “Qué tristeza de personaje. Créeme que ese imbécil se voló los dedos solo”. Otras exageraciones de Juan son, por ejemplo, cuando fardó de que los soldados ucranianos habían destruido el Moskva, buque insignia ruso en el mar Negro, con un Javelin, algo totalmente imposible.

El Jersón de Schrödinger

De todas las declaraciones de Juan, las más sorprendentes responden a las cinco conexiones de noviembre en las tardes de Todo es mentira. El 10 de dicho mes aseguraba haber salido días atrás para recuperar Jersón, la única capital de provincia conquistada por el Kremlin. Primero negaba la huida rusa que los analistas daban por segura, después la exclusiva sobre la liberación y, por último, sugirió que había cruzado al otro lado del Dniéper, infiltrándose entre las líneas enemigas.

“Puedo decir, a día de hoy, que [los rusos] no se han ido de Jersón. Nosotros lanzamos los drones y no se ven las tropas irse de aquí. Se irán, pero hoy no se han ido”, mantuvo Juan en una conexión dedicada a hablar sobre minas, trampas y la dificultad para avanzar.

Al día siguiente, la noticia de tropas ucranianas entrando en la ciudad saltó en todo el mundo. El ansiado evento tras más de ocho meses de ocupación. Sin embargo, Juan lo negó ante Mariló Montero.

MARILÓ: ¿Has entrado en Jersón ya?

JUAN: Pffff (resoplaba). Es difícil decir si has entrado en Jersón. Es como Madrid capital y luego tiene sus ciudades-dormitorio. Nosotros estamos como en Móstoles-Alcorcón (...). No podemos irrumpir porque no sabemos lo que hay.

Lo más chocante para cualquier espectador que conociera la ciudad llegaría pocos segundos después.

MARILÓ: En esas imágenes que nos has mandado, que las estamos emitiendo ahora mismo, se ve a los civiles que están aclamando la llegada de los soldados ucranianos.

JUAN: Sí, pero eso no es Jersón capital, es la periferia —subrayó.

Tras este intercambio, Juan insistía durante la conexión en que “no hay ningún militar ucraniano”, pero en las imágenes emitidas, supuestamente enviadas por él, se apreciaba perfectamente la celebración en Svoboda Square (plaza de la libertad), en pleno centro de Jersón.

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No es solo que medios internacionales como Sky News publicaran algunos de esos mismos vídeos, anunciando ese día la liberación de la ciudad, la Administración Militar de la región también ha reprobado el testimonio del exlegionario antes las preguntas de este periódico.

“El 11 de noviembre los soldados ucranianos ya estaban en Jersón. En ese momento, ya no había rusos aquí”, contesta Aleksandr Tolokonnikov, jefe de la oficina de prensa de la institución.

El mismo Tolokonnikov desmiente otro de los relatos de Juan el 7 de diciembre, cuando contó cómo un puente hecho con balsas servía a los civiles para cruzar el Dniéper desde el lado ocupado por el Kremlin, mientras las balas volaban de lado a lado. “En diciembre, tan solo había un puesto de control en la región de Zaporiyia, a través de Vasilievka, pero prácticamente nadie podía entrar allí. Los rusos no estuvieron de acuerdo con la evacuación”.

Entrenar ucranianos en España

Juan no genera controversia únicamente en Ucrania, sino que parece ser un tipo poco reconocido en la familia legionaria a la que supuestamente dedicó “13 años de su vida” o “media vida”, según la ocasión en la que lo cuenta.

Fuentes consultadas en el Tercio aseguran que “nadie le recuerda”. “Este señor es un completo desconocido en Melilla”, explican, al cierre de esta edición, sobre su paso por Los Hijos de la Noche. El único rastro público de su historial militar es el indulto parcial publicado por el Boletín Oficial del Estado el 27 de septiembre de 2002. El Tribunal Militar Territorial Segundo, de Sevilla, le impuso una pena de ocho meses de prisión y suspensión de cargo público a Juan Manuel Lucena Carmona por “el delito de deslealtad, del artículo 115 del Código Penal Militar”.

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En el escaso tiempo desde su regreso de la guerra, Lucena Carmona también ha tenido tiempo para colar mensajes a sus seguidores respecto a las FFAA españolas. Este febrero, explicó a un seguidor en redes sociales que formaría durante un mes a los soldados de un cuartel de Burgos. Se refería a militares ucranianos que iban a ser entrenados en territorio español.

“Eso es rotundamente falso”, asegura una fuente del Ejército de Tierra conocedora del caso. “Sería como decir que yo llevo papeles al Pentágono y que les doy información. Un brindis al sol”.

La construcción del personaje perfecto

La cuestión última de todo el asunto es si, al igual que otros como el hombre de los 2.000 tumores Paco Sanz o los progenitores de Nadia Blanco, quienes utilizaron sus respectivas enfermedades, la solidaridad y la desgracia ajena para sacar ya sea sus minutos de fama o dinero a ciudadanos conmovidos por sus historias, Juan obtuvo beneficios económicos de la España solidaria.

Las dudas ya están sembradas. Capturas de pantalla sobre presuntos engaños han sido publicadas en redes sociales. En uno de ellos, un matrimonio asegura haber donado 3.500 euros a Juan para financiar su viaje y comprarle material. Él lo niega y asegura que tomará acciones legales contra las personas que difaman.

Una de sus más estrechas colaboradoras no daba crédito, este miércoles, al escuchar la información compartida por este medio. “Me he quedado entre blanca, verde y amarilla. Lo que me cuentas ahora me ha sorprendido. Me dejas descolocadísima. Para nada podía imaginarme algo como esto”, reaccionaba, pidiendo anonimato.

Esta persona ha enviado documentación a El Confidencial en la que diferentes asociaciones de Pamplona y Córdoba desmienten que hubiera contraprestaciones económicas en los coloquios realizados en ambas ciudades, aunque confiesa haber realizado donaciones a título personal, tras ver a Juan tendido en una cama del hospital de Odesa.

Este tipo de regalos habrían reportado a Juan cerca de 7.000 euros, según sus palabras en Todo es mentira la tarde del miércoles para desmentir la acusación. Cifra que el 17 de noviembre, en un directo en Twitch en el canal VirtuaNEWSTor, estimó cercana a los 10.000.

Kolbayenkova, su “hermana mayor”, confía en Juan, pero reconoce un problema: “Cuenta historias ajenas como suyas. Tiene un tipo de personalidad que sin querer-queriendo te cuenta cuentos para quedar bien, para dar más impresión…”.

Es precisamente la verosimilitud del camino de Juan, y la necesidad de símbolos y ejemplos en una España que hace meses desconectó de la guerra, lo que encumbró al Juan humano. Un guion con todos elementos y mejores personajes. “Una historia cojonuda”, que le diría una mujer joven en silla de ruedas tras una conmovedora charla en Pamplona. Un ejemplo de superación. “Un héroe”. Un héroe de película con un final todavía por escribir.

*Contactado por este medio, Juan Lucena Carmona exigió no participar en la elaboración, desmentido o refutación de este artículo