La Eurocámara investiga al eurodiputado naranja José Ramón Bauzá por acoso laboral

El Parlamento Europeo está investigando una denuncia interna por presunto acoso psicológico contra el eurodiputado José Ramón Bauzá, de Ciudadanos, según ha podido saber El Confidencial. La denuncia se presentó el pasado verano por parte de uno de los empleados de la oficina y desde entonces ha estado siendo gestionada por los órganos competentes de la Eurocámara. Se trata de la segunda denuncia por acoso laboral en esta legislatura contra un eurodiputado español, después de que tres denunciantes la presentaran contra la eurodiputada socialista Mónica Silvana González, que fue finalmente sancionada por la institución. La apertura de una investigación no prejuzga el resultado de las pesquisas internas.

Bauzá, presidente del Gobierno de las Islas Baleares entre 2011 y 2015, accedió al escaño europeo en 2019 tras participar en las elecciones europeas de mayo de ese año en la lista de Ciudadanos. En la Eurocámara, es miembro de la comisión de Transportes y Turismo, la comisión especial sobre la pandemia de covid encargada de sacar lecciones para futuras crisis sanitarias y también de la delegación para las relaciones con la península Arábiga. Consultado por este periódico, el eurodiputado no quiere entrar en detalles, ya que se trata de un procedimiento confidencial. "Confío plenamente en la institución y espero que se resuelva pronto", asegura Bauzá a El Confidencial, añadiendo que, "por supuesto, los trabajadores tienen todo el derecho a acudir a las instancias que el Parlamento pone a su disposición en cualquier momento". El eurodiputado asegura que la denuncia es una cuestión "de interpretación", porque considera que la misma se centra en determinar si la carga de trabajo en su oficina "es excesiva o no".

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Según el reglamento que establece el funcionamiento del comité especial para la investigación de casos de acoso, las pesquisas del Parlamento Europeo parten de un estudio preliminar que incluye la denuncia y las declaraciones por escrito de los testigos, una lista y resumen de las pruebas recogidas, así como una copia de los documentos pertinentes y, finalmente, un dictamen sobre la existencia o no “de indicios razonables de acoso” en los primeros 40 días desde el inicio del estudio.

En este caso, este periódico ha podido saber que el comité ha continuado sus investigaciones, con distintas audiencias y declaraciones, por lo que ha encontrado dichos indicios de acoso por parte del eurodiputado, sin que eso signifique que el resultado final de las investigaciones concluya que es culpable. La decisión final la tendrá que tomar la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, con un informe confidencial en mano en que el comité investigador detallará sus conclusiones.

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Para el Parlamento Europeo, se entiende por acoso psicológico "toda conducta impropia que se produzca durante un tiempo, sea repetitiva o sistemática, y conlleve conductas físicas, lenguaje hablado o escrito, gestos u otros actos dolosos y que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de cualquier persona", según recoge el reglamento de personal. Esta definición es relativamente amplia y no siempre fácil de probar: muchos de esos comportamientos de "conductas físicas, lenguaje hablado" —que incluirían, por ejemplo, gestos— no pueden documentarse fácilmente, mientras que la idea de que sea "repetitiva y sistemática" es bastante abierta.