Xi Jinping invita a Sánchez a Pekín para vender su propuesta de paz en la UE

Pedro Sánchez visitará China la próxima semana, según confirmó en la noche del miércoles el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La visita se producirá los días 30 y 31 de marzo a petición del presidente asiático, Xi Jinping, quien quiso hacer oficial la invitación pocas horas después de regresar de Moscú y escenificar su cercanía a Vladímir Putin. El Gobierno chino ha iniciado una ofensiva diplomática para promover su plan de paz en Ucrania, y España parece ser el próximo eslabón en dicha estrategia.

España se ha alineado firmemente con la OTAN desde que empezó la crisis con Rusia y, particularmente, tras el inicio de la invasión de Ucrania. Con todo, Sánchez ha insistido en subrayar que China es el país que más puede hacer para presionar a Putin y conseguir un alto el fuego. Con la presidencia europea a la vuelta de la esquina, Xi Jinping parece haber elegido España para jugar ese papel. Según fuentes diplomáticas, la Moncloa espera que el presidente chino ofrezca a Sánchez detalles de su propuesta de paz, así como de la reacción de Putin ante la misma.

El presidente chino acaba de ser reelegido oficialmente por un tercer mandato en la Asamblea Nacional Popular (ANP, equivalente al legislativo) y parece dispuesto a cumplir las expectativas y elevar el perfil internacional de China, convirtiéndola en protagonista y ofreciendo una alternativa sólida a EEUU. Tras lograr un acuerdo entre Irán y Arabia Saudí, firmado en Pekín el pasado 10 de marzo, está impulsando un plan de paz para Ucrania. Una iniciativa vista con mucho escepticismo desde Washington y Bruselas, ya que los términos establecidos supondrían una rendición de facto para Kiev.

Según el diario Wall Street Journal, la diplomacia china ha hecho entender que Xi Jinping establecerá en breve una comunicación telefónica con Volodímir Zelenski para hablar del acuerdo, la primera desde el inicio de la invasión rusa. Las mismas fuentes aseguraban que Xi estaba considerando visitar otros países europeos como parte de su gira rusa, algo que finalmente parece haber cristalizado. El rumor de que el país elegido podría ser España llevaba ya varios días circulando entre las embajadas europeas en Pekín.

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Con todo, la supuesta neutralidad de China para mediar en el conflicto está muy lejos de ser una mercancía aceptable para las potencias de la OTAN. Todavía más tras el espaldarazo diplomático de Xi a Putin durante la visita de esta semana, regado de nuevos acuerdos para aliviar la economía rusa y las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y los países aliados. El plan de paz de China, además, no incluye ningún tipo de garantía de seguridad para Ucrania ni incide en la retirada de las tropas rusas, por lo que resulta inaceptable para Kiev.

España no es el primer país europeo que ha solicitado la mediación de China. Tanto el canciller alemán, Olaf Scholz, como especialmente el presidente francés, Emmanuel Macron, pidieron a Pekín que jugara un “mayor rol de mediación” (“junto a nosotros”, añadió el francés) en el conflicto. Dichos esfuerzos acabaron en sucesivos desplantes desde el Kremlin y en críticas dentro de los propios socios comunitarios, que afearon que Macron intentase dejar puertas abiertas a Rusia después de la agresión a Ucrania.

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Durante muchos años, China insistió en calificar España como su "mejor amigo" en la Unión Europea. Lo hizo repetidas veces en las visitas oficiales y las comunicaciones diplomáticas. La última vez que quedó documentado fue en 2018, durante la visita de Xi Jinping a Madrid. El apelativo, que los diplomáticos españoles lucieron con orgullo, también lo recibieron al menos otros dos países, Portugal y Grecia, lo que llevó a concluir que China puede tener varios "mejores amigos en la Unión Europea" al mismo tiempo.

Lo cierto es que las relaciones nunca han sido malas y, además de la guerra de Ucrania, China y España mantienen muchos temas en su agenda bilateral. Entre los más polémicos, se encuentra la transposición de la normativa europea sobre ciberseguridad 5G. Después de varios meses de retraso, y presionado por la invasión de Ucrania, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 29 de marzo de 2022 un real decreto-ley cuyo principal contenido pasaba por responder a las preocupaciones occidentales sobre la presencia de proveedores chinos en las redes. El Gobierno se dio tres meses para concretar qué proveedores quedaban excluidos, pero ha ido dilatando la decisión por miedo a las represalias de China y a día de hoy todavía no ha ofrecido una solución, aunque los operadores se han ido deshaciendo paulatinamente de los servicios de Huawei. Las relaciones comerciales, así como las inversiones, también están en constante revisión.

Fuentes diplomáticas creen que China podría efectuar promesas relacionadas con el turismo, la industria del coche eléctrico o la cooperación tecnológica en sectores que no afecten a la seguridad, a cambio de alguna concesión en el terreno diplomático o algún gesto simbólico de apoyo a la vía china para la resolución del conflicto en Ucrania.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguraba este jueves por la mañana que Sánchez le pedirá a Xi Jinping que "use su influencia personal" para lograr que Vladímir Putin “ponga fin a la guerra de Ucrania”, ya que, en su opinión, en un momento “complejo y convulso” como el que se vive actualmente, que un país con la importancia demográfica, económica y militar de China “piense en términos de paz para Ucrania es bueno y positivo". "Lo que esperamos y así se lo trasladamos siempre es que use esa influencia incluso personal sobre Putin para que la paz vuelva a Ucrania”, ha añadido.

Un objetivo para el que, según Albares, “no se necesitan planes": "Lo que se necesita es que una persona ordene a sus soldados que regresen dentro de sus fronteras que nunca debieron abandonar”.