Rusia lleva la guerra a las divisas y apuesta por el yuan chino para deshacerse del dólar

La economía rusa, excluida de las redes financieras occidentales y del dólar estadounidense, ha adoptado una alternativa en auge: el yuan chino.

Los exportadores de energía cobran cada vez más a menudo en yuanes. El fondo soberano de Rusia, un cofre de guerra para sostener el gasto de un Gobierno que carga con los costes del campo de batalla en Ucrania, está utilizando la moneda china para almacenar su riqueza petrolífera. Las empresas rusas se han endeudado en yuanes, también conocidos como renminbi, y los hogares guardan sus ahorros en esta moneda.

El auge de la moneda china en Rusia estrecha los lazos entre dos países que fueron rivales durante mucho tiempo por su influencia mundial, pero que se han acercado a raíz del descontento con Occidente que comparten. También contribuye a la campaña de China, frustrada en la mayoría de los casos, para que el yuan ocupe un lugar más destacado en las finanzas y el comercio mundiales.

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Según Alexander Gabuev, investigador principal de la Carnegie Endowment for International Peace, Moscú ha dejado de lado la preocupación por conceder a China demasiada influencia sobre su economía.

"Ahora es la única opción racional para Rusia y para Putin", opina Gabuev. "Si depender del renminbi es el salvavidas que ayuda a estar menos expuesto y a depender menos de divisas hostiles, entonces ese es el camino que se tomará".

Un portavoz del Ministerio de Finanzas ruso afirmó que el yuan está "adquiriendo un papel cada vez más importante" en su fondo soberano, que en diciembre aumentó un 60% la proporción de yuanes que puede poseer. El ministerio empezó a vender yuanes en enero para cubrir su creciente déficit presupuestario.

La proporción de exportaciones rusas pagadas en yuanes ascendió al 14% en septiembre, según datos del banco central, frente al 0,4% anterior al inicio de la guerra.

Los portavoces del banco central chino no respondieron a la petición de comentarios.

La proporción de exportaciones rusas pagadas en yuanes ascendió al 14% en septiembre

Rusia comenzó a reducir su dependencia del dólar en 2014 tras su anexión de Crimea. En 2018, cuando Estados Unidos impuso sanciones económicas adicionales, el país comenzó a vender sus tenencias de bonos del Tesoro de Estados Unidos y a explorar el comercio en rublos y otras monedas.

La desdolarización se disparó, y desde el año pasado también incluye el euro. Los países occidentales congelaron unos 300.000 millones de dólares de las reservas de divisas de Rusia y prohibieron a algunos de sus bancos el acceso al sistema de mensajería SWIFT, en el que se basan la mayoría de los pagos mundiales, en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Los rusos no se enfrentan a una prohibición absoluta de utilizar dólares o euros, y los bancos no sancionados siguen haciendo negocios en divisas extranjeras.

El auge del comercio entre Rusia y China ha aumentado el atractivo del yuan. China se ha convertido en un importante comprador del petróleo ruso que rechazan los países occidentales, mientras que Rusia depende cada vez más de China para obtener semiconductores y otras tecnologías.

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Las empresas rusas también han recurrido al yuan y emitieron bonos en la moneda china por un valor equivalente a más de 7.000 millones de dólares el año pasado, según datos de Refinitiv. En las últimas semanas, el yuan y el rublo han sido a menudo el par de divisas más negociado en la Bolsa de Moscú por volumen diario.

El gigante del aluminio Rusal fue la primera empresa en emitir bonos en yuanes dentro de Rusia, el pasado agosto, y le siguieron otros exportadores de materias primas como la petrolera Rosneft. La mayoría comercia con China y puede utilizar los yuanes emitidos para sus negocios cotidianos, como puede ser el pago de facturas.

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Bistrodengi, una plataforma rusa de préstamos, empezó a vender bonos en yuanes el año pasado, a pesar de no hacer ningún negocio en la divisa china. Según el director financiero de la empresa, Yakov Romashkin, pedir prestado en yuanes era mucho más barato que en rublos. Sus bonos ofrecen un cupón del 8%, en lugar del 19% que probablemente habría tenido que pagar para endeudarse en rublos.

Cuenta que el corredor ruso que organizó las anteriores ofertas de bonos en rublos de Bistrodengi dirigió la operación, y los compradores fueron predominantemente inversores rusos individuales. Cambiaba los yuanes por rublos.

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Romashkin explica que hubo problemas tecnológicos. Algunos corredores no estaban preparados para vender valores en yuanes, y otros mostraban información incorrecta sobre los bonos de Bistrodengi. Algunos no permitían a los inversores comprar bonos a través de su aplicación, sino que exigían que las operaciones se hicieran por teléfono. "Poco a poco estamos resolviendo estos problemas y las ofertas posteriores han tenido menos problemas técnicos que cuando empezamos el proceso a finales del año pasado", afirma.

Los hogares se están acostumbrando al yuan. Casi 50 instituciones financieras ofrecen cuentas de ahorro en yuanes, según la plataforma web de comparación Banki.ru. En enero, se lanzó en la Bolsa de Moscú el primer fondo cotizado en yuanes.

A finales del año pasado, los hogares tenían depositados en los bancos rusos casi 6.000 millones de yuanes, según datos del banco central. Esta cifra, que era cero a principios de año, representa ya más de una décima parte de los 53.000 millones de dólares en divisas que tenían los hogares.

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La bloguera y consultora financiera rusa Olga Gogaladze, que cuenta con más de dos millones de seguidores en Instagram, publicó en octubre una guía sobre el yuan tras recibir el año pasado un aluvión de preguntas sobre la divisa. Los rusos llevan mucho tiempo comprando dólares y euros para protegerse de la volatilidad del rublo. Esto cambió el año pasado, cuando los bancos introdujeron comisiones en esas cuentas y muchos se preocuparon por el impacto de las sanciones occidentales.

"Se hablaba del fin del dólar", explica Gogaladze. "El yuan se presentó como una alternativa disponible". Tiene una cuenta bancaria en yuanes en el banco digital ruso Tinkoff, pero sigue prefiriendo tener la mayor parte de su dinero en rublos, euros y dólares. Según ella, las cuentas en yuanes suelen tener tipos de interés más bajos que las de rublos, pero aun así pueden ser una buena opción para las personas preocupadas por una devaluación del rublo.

"Cuando la gente ve que el rublo es cada vez más débil, no le importa el rendimiento, solo quiere ahorrar su dinero", explica.

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Aunque todavía está en sus comienzos, algunos ven el uso del yuan en Rusia como una prueba de fuego en un debate que lleva tiempo cautivando al mundo financiero: ¿llegará el yuan a competir con el dólar por ser la divisa dominante en el mundo?

Crear la infraestructura necesaria para evitar el sistema financiero basado en el dólar construido a lo largo de varias décadas es un proceso lento, difícil y caro, advierte Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell y antiguo jefe de la división china del Fondo Monetario Internacional.

"El yuan se presentó como alternativa disponible"

China puso en marcha en 2015 un sistema de pagos transfronterizos conocido como CIPS, que se presentó como un posible competidor de la red SWIFT, de 50 años de antigüedad. Pero, según Prasad, este sistema aún no ha sido adoptado de forma generalizada por otros países. Los bancos rusos y chinos recurren en su lugar a redes de sucursales locales y bancos corresponsales para procesar las transacciones sin SWIFT. El banco central ruso creó este mes un departamento de liquidaciones internacionales que, según declaró, se centrará en ampliar las liquidaciones en las monedas nacionales.

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Aunque el uso del yuan por parte de Rusia no significa el fin de la supremacía del dólar, puede marcar el comienzo de un sistema más fracturado que, en última instancia, podría reducir la capacidad de Estados Unidos para utilizar las sanciones financieras como arma, opina Daniel McDowell, profesor de la Universidad de Syracuse, que recientemente escribió un libro sobre el tema.

"Cuantos más países obligues a encontrar esas alternativas", advierte McDowell, "más harás aumentar las economías de escala y la experiencia en esas áreas".

-Rebecca Feng contribuyó a este artículo.

Contenido con licencia de The Wall Street Journal.