El rublo escapa a las sanciones por la guerra y marca máximos desde la adhesión de Crimea

La fortaleza de la moneda rusa muestra como las sanciones por la guerra en Ucrania están teniendo un impacto limitado en la economía del país presidido por Vladimir Putin, pese a que no se trate de una buena noticia para sus intereses por su impacto en la economía del país. Este miércoles, el rublo cotizaba a 52,94 unidades por dólar, en la Bolsa interbancaria de Moscú, lo que supone su nivel más alto frente a la divisa estadounidense desde 2014, año en el que el país invadió la región ucraniana de Crimea.

Esta fortaleza del rublo suscita cierta preocupación en el seno del Kremlin. El ministro de Finanzas de Rusia, Antón Silúanov, afirmó hoy que su cartera está dispuesta a influir en la cotización del rublo frente a las principales divisas internacionales mediante la compra de moneda de "países amigos".

"Antes el Ministerio de Finanzas (...) acumulaba los ingresos excesivos del petróleo y gas en divisas extranjeras, en el Fondo de Bienestar Nacional y otros. Ahora la divisa extranjera es tóxica", dijo en el congreso de la Unión de Industriales y Empresarios de Rusia (UIER). Para influir en la paridad del rublo frente a la principales divisas convertibles, Finanzas está dispuesto a "invertir en las monedas de países amigos", indicó.

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"A través de las monedas de los países, con los cambios cruzados con el dólar y el euro, se podrá regular el valor del rublo con respecto del dólar y el euro", explicó. Entre las medidas que Finanzas propone para poner fin al fortalecimiento del rublo Silúanov destacó el levantamiento de la obligación de repatriar los ingresos en divisas.

El Gobierno y el Banco Central de Rusia mantienen posturas divergentes sobre cuál es la cotización óptima del rublo para la economía del país. Recientemente, el número dos del Gobierno de Rusia, Andréi Beloúsov, afirmó que en el Ejecutivo existe la opinión más menos consensuada de que la paridad óptima se encuentra en la horquilla de entre 70 y 80 rublos por dólar, a la que en su opinión habría que volver "cuanto antes".

Sin embargo, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúlina, se pronunció hoy en contra de influir artificialmente en la paridad del rublo frente a las principales divisas. "Somos partidarios de mantener el tipo de cambio flexible, porque este da a la economía la posibilidad de adaptarse a las nuevas condiciones", aseguró la máxima responsable de la entidad monetaria rusa en el congreso de la UIER.