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De loco, nada: un experto te explica por qué Kim Jong-un ya supone una amenaza creíble
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Entrevista con Felix Arteaga

De loco, nada: un experto te explica por qué Kim Jong-un ya supone una amenaza creíble

El investigador principal del Real Instituto Elcano y experto en Defensa y Seguridad analiza para El Confidencial los desarrollos recientes en la península coreana

Foto: Nuevos lanzacohetes múltiples presentados ante el pleno del partido obrero de Corea durante una ceremonia en Pyongyang. (Reuters)
Nuevos lanzacohetes múltiples presentados ante el pleno del partido obrero de Corea durante una ceremonia en Pyongyang. (Reuters)

Rusia lanza misiles sobre Ucrania. Rusia avanza (poco) en el Donbás. Rusia se reúne con China. Todos los ojos están centrados en el escenario geopolítico de la guerra en Ucrania. Pero, mientras tanto, este pasado 2022 Corea del Norte superó su último récord de lanzamiento de misiles balísticos: más de 70. Con la llegada del 2023, la escalada armamentística no ha cesado. Esta semana, Piongyang lanzó el Hwasong-17, el misil de mayor alcance en su arsenal —1.000 kilómetros durante 4.151 segundos (69 minutos)—. La fecha no fue elegida por casualidad, justo cuando Estados Unidos y Corea del Sur realizaban maniobras militares.

En medio del huracán de tensión internacional, Kim Jong-un afila, lanza, examina y comprueba sus misiles regularmente. ¿Es para dar un mensaje? ¿Trata de demostrar que Rusia no está solo? ¿Busca la confrontación con Estados Unidos y Corea del Sur? Para responder a estas preguntas, El Confidencial ha entrevistado a Felix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano y experto en Defensa y Seguridad.

PREGUNTA. ¿Cuál es la finalidad del aumento de lanzamientos de misiles de Corea del Norte? ¿Por qué tanta actividad militar en la península?

RESPUESTA. Lo que evidencian toda esta cantidad y variedad de ensayos es que esto no se ha preparado de una noche de febrero para otra, aprovechando que Rusia ha invadido Ucrania. Esto entraba dentro del programa de desarrollo y formación del ejército y lo cierto es que la mayoría de los lanzamientos del año pasado ha tenido un carácter operativo. Se trata de afinar (o de mejorar) la credibilidad de los vectores de lanzamiento de los cohetes, en todas sus dimensiones. Con lo cual, yo creo que estamos ante una fase de madurez del programa de misiles, que ya están a punto de convertirse en operativos.

Hace unos meses, en un solo día, lanzaron cuarenta misiles, más que todo lo que habían hecho, por ejemplo, en todo 2019. No es que estén forzando ni tirando todo lo que tienen para demostrarle su fuerza a Estados Unidos, o lo de siempre con Corea del Sur. Y no han hecho tantas pruebas de un misil en concreto: han tirado misiles que ya funcionaban, han aumentado su alcance, su carga, su trayectoria y la combustión. Los están perfeccionando antes de dejarlos operativos. El resultado es que ahora mismo Corea del Norte ya mantiene un nivel de credibilidad como amenaza. Tanto en la variante nuclear como en la convencional.

P. ¿Crees que Kim Jong-un quiere demostrar que Putin no está solo o, por el contrario, quiere hacerse valer por el mismo como una amenaza global?

R. Bueno, él lo que siempre quiere demostrar es que es un actor regional al que no se tiene en cuenta y al que se debería tener en consideración, al igual que a su programa nuclear y de misiles. A su vez, Corea del Norte quiere tener una capacidad de independencia frente a China, su principal aliado. Busca que sus misiles no dependan tanto de tecnología china ni, por supuesto, de Rusia. Lo que quiere tener es capacidad de reservarse el derecho a actuar autónomamente.

Ahora, lo único que está haciendo es aumentar toda la variedad y la cantidad de opciones de respuesta que tiene para ser más creíble. Tanto si tiene que afrontar una escalada individualmente frente a Corea del Sur y Estados Unidos o, si se da el caso, conjuntamente junto a Rusia y China. Si Pyongyang dependiera de los medios y de la tecnología rusa o china, no tendría esa libertad. Por eso todas las potencias nucleares, no solo Corea del Norte, también Francia o Reino Unido... tienen diseños propios y se reservan la última decisión sobre el uso de sus armas.

Foto: Misil intercontinental disparado por Corea del Norte en noviembre. (Reuters)

P. Recientemente, empezaron a proliferar las noticias de que Corea del Norte había enviado armas a Moscú, que estaban muy desfasadas. ¿En qué punto se encuentra el arsenal de Kim?

R. Corea del Norte tiene un ejército muy parecido al ruso. Tiene una parte más desarrollada, pero la gran mayoría está obsoleta. Por eso, en el país siempre han temido un enfrentamiento convencional, dado que favorecería siempre Estados Unidos o Corea del Sur. Todo su programa nuclear existe para vencer esa inferioridad, demostrando que ahora son capaces de hacer lanzamientos no solo a toda Corea del Sur, sino a Japón, Australia o a las bases estadounidenses del Pacífico.

Son capacidades disuasorias que antes no tenían. Anteriormente, lo único que podían esperar es resistir lo suficiente para que China y Rusia los apoyaran, con medios aéreos o similares, de forma muy parecida a los que hemos visto ahora (a la inversa) en Ucrania. Pero ahora tienen esta otra posibilidad, amenazando objetivos estratégicos de sus potenciales rivales. Eso a ellos les protege de cualquier acto de agresión surcoreano o estadounidense. Tienen una capacidad de respuesta que les permite compensar su inferioridad convencional.

P. Una cosa sorprendente de la venta de armamento norcoreano a Rusia es que Kim Jong-un lo haya desmentido. No tiene nada que perder vendiéndole armas a Rusia. No es un país que tenga comercio exterior o sea vulnerable a nuevas sanciones occidentales. ¿Por qué negar su relación con Moscú?

R. Eso son estrategias de comunicación del lado ruso. Claro que a Kim le gustaría aparecer como el gran salvador de Rusia que acude en su ayuda con equipo militar, pero a Vladímir Putin no le gustaría nada esta óptica. Por eso, ni uno ni otro van a admitir públicamente este tipo de tratos (si es que se han producido). Lo mismo pasa con China: nunca confirmaría el envío de armas.

También hay que tener cuidado con el material que se verifica como 'transferido', porque se pueden llegar a transferir simplemente componentes o munición. Pero es muy difícil que esas nuevas tecnologías norcoreanas que hemos comentado lleguen al frente. En cambio, lo que seguramente está más disponible son todos esos misiles o proyectiles de dotación reglamentaria, ya que cuentan con cantidades casi ilimitadas en stock. Más allá de eso, Corea del Norte no tiene la industria suficiente como para facilitar a Rusia armas que le permitan superar la resistencia sobre el terreno. Voluntad existe, pero capacidad yo veo poca.

Foto: Miembros de la autoproclamada República Popular de Donetsk disparan un howitzer Giatsint-B. (Reuters/Alexander Ermochenko)

P. Muchos de los titulares que han salido estas semanas suenan a 'escalada bélica' en la frontera de la península. ¿Suponen los movimientos de Corea del Norte una amenaza real de escalada o es más de lo de siempre?

R. Esa estratégica es periódica. Sucede todos los años, aprovechando la presencia de algún mandatario estadounidense en Corea del Sur o las maniobras conjuntas que se hacen regularmente con el cambio de gobierno en Seúl. Siempre se organiza una campaña desde el norte para amedrentar y disuadir y, en respuesta, Estados Unidos despliega baterías antimisiles o incrementa el tamaño de las maniobras o aumenta el número de tropas sobre el terreno. Este juego está dirigido a la parte interna y destinada a justificar el esfuerzo de las fuerzas militar norcoreanas ante lo que el gobierno y la población cree que son "inminentes ataques" convencionales de los aliados de Corea del Sur. Viven en esa lógica desde que acabó la guerra en la península. Y eso es lo que sostiene el régimen.

P. ¿En qué fase se encuentra el desarrollo nuclear de Corea del Norte? ¿Tiene también armamento anticuado en este caso?

R. Las ojivas nucleares no se quedan anticuadas, pero los medios de lanzamiento sí. Por eso, periódicamente se renuevan las cabezas nucleares y se hacen más pequeñas, porque de lo que se trata es de meter tantas como sea posible dentro de un cohete, de forma que, cuando se inicia la reentrada en la atmósfera, cada objetivo se dirija a un blanco distinto.

En sí, todas las ojivas tienen capacidad nuclear, da igual que sean viejas o nuevas. Lo único que hacen es mejorar la precisión o el número de cabezas. Y esa es, digamos, la escalada tecnológica industrial que vive el país.

Rusia lanza misiles sobre Ucrania. Rusia avanza (poco) en el Donbás. Rusia se reúne con China. Todos los ojos están centrados en el escenario geopolítico de la guerra en Ucrania. Pero, mientras tanto, este pasado 2022 Corea del Norte superó su último récord de lanzamiento de misiles balísticos: más de 70. Con la llegada del 2023, la escalada armamentística no ha cesado. Esta semana, Piongyang lanzó el Hwasong-17, el misil de mayor alcance en su arsenal —1.000 kilómetros durante 4.151 segundos (69 minutos)—. La fecha no fue elegida por casualidad, justo cuando Estados Unidos y Corea del Sur realizaban maniobras militares.

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