El Gobierno de Macron hace una nueva concesión a la derecha con las pensiones

La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, anunció este martes una nueva concesión en la reforma de las pensiones al partido conservador de Los Republicanos (LR), cuyos votos serán necesarios para que su proyecto de ley salga adelante en el Parlamento. Borne indicó, durante el debate sobre la reforma en la Asamblea Nacional (cámara de diputados), que su Gobierno va a formalizar una enmienda que permitirá ampliar la jubilación anticipada para los que empezaron a trabajar a los 17 años y hayan cubierto el periodo de cotización completa, que será de 43 años.

Según las indicaciones que dio al plenario, esas personas podrán jubilarse de forma anticipada a los 60 años, dentro del dispositivo llamado de "carreras largas", que trata de evitar que los que comenzaron su vida laboral a edades tempranas tengan que cotizar en la práctica más que los demás.

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Una de las principales exigencias de los parlamentarios de LR para dar su apoyo al proyecto de ley del Gobierno, que tiene en contra a todos los sindicatos, a todos los partidos de izquierdas y a la extrema derecha de Marine Le Pen, es ampliar ese dispositivo de "carreras largas" en nombre de la igualdad y la justicia.

El principal eje de la reforma es retrasar la edad de jubilación mínima de los 62 años actualmente a 64, y en paralelo acelerar la prolongación del periodo de cotización necesario para obtener una pensión completa de 42 años actualmente a 43 en 2027. Justo antes de que se empezara a debatir en el plenario de la Asamblea Nacional el pasado día 6 el texto del Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, Borne ya había hecho una primera concesión a LR.

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Entonces había dicho que los que habían empezado a trabajar con al menos 20 años y hubieran completado los 43 años de cotización podrían jubilarse de forma anticipada a los 63 años.

Su gabinete calculó que eso beneficiaría a unas 30.000 personas, con un costo de unos 600 millones de euros para el régimen de pensiones. La extensión del dispositivo presentada hoy representaría unos 300 a 400 millones de euros adicionales en el horizonte de 2030, según Les Echos.

La reforma se enfrenta este jueves a una quinta jornada de movilizaciones de los sindicatos, que tienen intención de volver a sacar a la calle a cientos de miles de personas a la calle y que han amenazado con paralizar el país el 7 de marzo si Macron no da marcha atrás.