Los Leopard van hacia Ucrania y acabarán en el frente que no estás mirando

Ucrania está a punto de tener en sus manos el arma que puede ser clave para el avance de la próxima contraofensiva. Los Leopard 2 de Alemania y los M1 Abrams estadounidenses llegarán este año tras un acuerdo que abre una nueva fase del apoyo de los países a la OTAN a Kiev. Los carros de combate se enviarán directamente al frente, estancado durante los meses de invierno y con lentos avances como el de Soledar. Los analistas vaticinan que la próxima ofensiva se centrará en Donetsk y Luhansk, puntos clave en el objetivo de Vladímir Putin de controlar toda la región del Donbás, y en el sur, en Zaporiyia.

La ciudad situada sobre el río Dniéper, que alberga una de las centrales más grandes de Europa, fue ocupada por Rusia en las primeras semanas de la invasión. "El frente de Zaporiyia es un lugar probable para una ofensiva ucraniana a fines del invierno o la primavera. La razón es que el frente es largo [en cuanto a distancia se refiere], los rusos no han tenido muchas tropas allí en el pasado y no ha habido muchos combates recientemente", explica Mark Cancian, investigador sénior del Center for Strategic and International Studies (CSIS), a El Confidencial.

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Las fuerzas rusas han intensificado los ataques en las últimas semanas, especialmente entre Vasilyvka y Orikhiv, y analistas como Cancian insinúan que los esfuerzos de Ucrania deberían centrarse en este frente, especialmente después de que los tanques estén bajo el poder de Kiev. "Los ucranianos ciertamente usarán los nuevos tanques y vehículos blindados en la próxima ofensiva, donde sea que esté. Los vehículos blindados son más efectivos en ataque debido a su movilidad, potencia de fuego y protección", continúa Cancian.

El valor estratégico de Zaporiyia gira en torno al punto de conexión entre las fronteras rusas, los territorios ocupados y Crimea. Rusia necesita mantener sus tropas en el sur de Ucrania para tener conexión entre la región rusa de Rostov y la península. "Un gran avance ucraniano en Zaporiyia desafiaría seriamente la viabilidad del puente terrestre de Rusia que une la región rusa de Rostov y Crimea", apuntó el servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Reino Unido.

Después de Zaporiyia, todos los ojos están puestos en Melitópol, el enclave que ocuparon los rusos en los inicios de la guerra y que se convirtió en ese puente terrestre a lo largo del mar de Azov hacia Crimea, así como la vía para llegar a Mariúpol, uno de los símbolos del horror de la guerra. Las líneas del frente hacia la ciudad se han intensificado en las últimas semanas, y el Institute for the Study of War (ISW) alertaba de un posible aumento de la ofensiva en esta zona. Sin embargo, todavía no ha tenido lugar una acumulación de tropas significativa y la distancia entre los puntos calientes de Zaporiyia a Melitópol es de unos 80 kilómetros. Algunos analistas ven Zaporiyia como esa puerta de entrada a un avance hacia la costa para amenazar Crimea, pero investigadores como Cancian creen que es poco probable por la larga distancia que separa los dos frentes.

Dejar Bajmut atrás

Sin embargo, la apuesta por este frente es una recomendación de funcionarios occidentales, que instaron a Ucrania a cambiar su estrategia en la región de Bajmut para priorizar la zona sur del país. En un artículo de CNN, varias fuentes de la OTAN subrayaron que la batalla de esta ciudad persigue una estrategia de desgaste en un frente de barro, ataques de artillería y trincheras. Los especialistas de Inteligencia abierta lo califican como una "picadora de carne" para ambos bandos.

Tanto Rusia como Ucrania avanzan y retroceden constantemente en una región estratégica porque, de conquistarla, permite atacar las líneas de suministro del enemigo y despeja el camino de los rusos hacia Kramatorsk y Sloviansk, los dos grandes bastiones ucranianos en la región de Donetsk. Sin embargo, este objetivo está cada vez más lejos. "En realidad, no puedo entender la lógica del asalto de Bajmut. Los rusos dicen que es necesario para tomar esos dos bastiones, pero eso ya no va a suceder", apuntaba Def Mon, analista de código abierto, en un artículo anterior de El Confidencial. "Creo que si los rusos atacan aquí es porque tienen una posición favorable. El punto tiene cierto valor propagandístico, donde van haciendo progresos, aunque muy despacio", agrega.

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A pesar del valor simbólico de esa supuesta victoria, los funcionarios occidentales instan a Ucrania a cambiar la estrategia. Bajmut "es menos atractivo militarmente, en términos de cualquier tipo de infraestructura, de lo que podría haber sido si no hubiera sido destruido", dijo un funcionario de Inteligencia a CNN. En el frente de Zaporiyia, las fuerzas ucranianas podrían adoptar un estilo diferente de batalla para aprovechar los equipos militares que enviarán los países de la OTAN, como los Leopard. El terreno es, además, idóneo para un avance con blindados, porque es llano y sin muchas concentraciones urbanas.

Los carros de combate se han convertido en la herramienta clave de las unidades combinadas, la estrategia para avanzar en territorios ocupados. "Es cómo los usas lo que realmente importa", explicó David Cornish, exoficial de tanques del Ejército británico, a Politico. El objetivo es coordinar el potencial de los Leopard con la infantería, la artillería y cualquier fuerza aérea, para que todas las unidades se protejan entre sí. Cornish aclara la maniobra, en la que el tanque encabezaría el ataque después de los bombardeos de la artillería contra los rusos, lo que permite a la infantería desalojar a los enemigos de las trincheras y de otras posiciones defensivas. "Los tanques ayudarán a Ucrania a defender sus posiciones con menos bajas", dijo John Herbst, exembajador de Estados Unidos en Ucrania e investigador de Atlantic Council. "También tendrán un valor incalculable si Moscú lanza una gran ofensiva desde Bielorrusia o desde cualquier otro lugar, algo que esperan los servicios de Inteligencia de Ucrania".

Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confía en que los tanques de Occidente "cambiarán el curso de la guerra y serán el comienzo de su final". No obstante, la incógnita sobre cuántos carros llegarán a Kiev sigue molestando al Gobierno, que insiste en que necesita cerca de 300 tanques para poder llevar a cabo su ofensiva. Algunos análisis apuntan a que obtendrá entre 100 y 200, lo que limita el radio de acción de los Leopard en la guerra. "También hay que tener en cuenta que ninguno de esos tanques será entregado antes de la ofensiva. La mayoría de estos estarán disponibles en mayo, más o menos", añade Mark Cancian a este periódico.

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A las puertas del una nueva contraofensiva, el tiempo es cada vez más esencial. Informes como el del ISW auguran que los rusos redoblarán sus ataques a lo largo del mes de marzo, cuando también se espera que Rusia envíe a otros 150.000 efectivos reclutados en septiembre pasado y que han finalizado su entrenamiento. Bajo las órdenes de Valeri Gérasimov, las fuerzas rusas contarán con cerca de 350 tanques T90 para encabezar las ofensivas en Donetsk y Luhansk, en el frente sur de Zaporiyia o a través de Bielorrusia, otra de las posibles estrategias de Rusia en la próxima ofensiva. "Aunque el Leopard es mejor que cualquier tanque ruso, Rusia todavía tiene algunos tanques excelentes y armas antitanque efectivas. Los Leopard, además, estarán disponibles solo en pequeñas cantidades durante muchos meses, al menos según las indicaciones actuales. Ucrania ya tiene 800 tanques de la era soviética, por lo que 50 Leopard serán solo un pequeño cambio", subraya el investigador del CSIS.

Los T90 y los Leopard tienen muchas capacidades en el frente, pero esta guerra no se convertirá en una de tanques. La clave está en las capacidades tácticas de los carros de combate, "y es justo decir que las tácticas occidentales en las que se está educando a los ucranianos son muy superiores", afirma David Cornish para Financial Times.

Pocos frentes y muchas ofensivas

Los últimos informes del ISW sobre los bombardeos más recientes apuntan a ataques en los alrededores de Bajmut, en la ciudad de Donetsk y en las inmediaciones de Vuledar. En el caso de Zaporiyia, los blogueros rusos, que se han convertido en una de las voces más importantes de la guerra por la censura de los medios de comunicación en Rusia, informan de ataques limitados en la zona. "Funcionarios ucranianos informaron de que las fuerzas rusas en el óblast de Zaporiyia no están realizando operaciones ofensivas del tamaño o la escala necesarios para una ofensiva a gran escala", continúa ISW.

Algunos analistas como Oleksiy Melnik, codirector del centro de estudios de defensa Razumkov, no descartan que los bombardeos en Zaporiyia puedan ser una maniobra de distracción de las fuerzas rusas, una estrategia que ya utilizaron anteriormente cuando lanzaron la ofensiva en Járkov. Por el contrario, otros como Thibault Fouillet, militar francés y analista de la Fundación para la Investigación Estratégica, apuntan que en la nueva fase de la guerra que está por empezar, "Zaporiyia es un lugar geográficamente idóneo para la ofensiva y sería más determinante para el futuro de la guerra".

El primer paso es acabar con un estancamiento que, en palabras de Mark Cancian, favorece a Rusia, porque está utilizando este tiempo para ampliar su potencial militar y llegar más reforzada en la nueva ofensiva. Una vez se rompa el hielo y llegue la primavera, todos los ojos estarán puestos en Donetsk y Luhansk, y en el frente sur de Zaporiyia, mientras continúa el goteo de bombardeos en zonas como Bajmut. Lo que los funcionarios de Ucrania interpretan como el posible inicio del final de la guerra es una ofensiva con varios frentes abiertos. "Es probable que la victoria provenga de muchas pequeñas batallas, cada una de las cuales gana una porción de territorio, en lugar de una gran ofensiva", concluye el analista del CSIS.