Marruecos señala a Francia por el deterioro de las relaciones con la UE

Cuando son criticadas con dureza, las autoridades de Marruecos siempre buscan un chivo expiatorio. Argelia es generalmente el elegido, a España también le ha tocado con frecuencia. En esta ocasión, señalan a Francia y la visita de Estado que iba a efectuar a Marruecos el presidente Emmanuel Macron este invierno está en el aire.

Las dos cámaras del Parlamento de Marruecos se reunieron este lunes para responder conjuntamente a la resolución que la Eurocámara aprobó el jueves por amplia mayoría, pero con el voto en contra de los socialistas españoles y de la extrema derecha francesa del Reagrupamiento Nacional. El texto instaba a Rabat, entre otras cosas, a poner en libertad a tres periodistas encarcelados, así como a Nasser Zefzafi, el líder de la revuelta pacífica del Rif que cumple una condena a 20 años.

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En la declaración aprobada, el Parlamento de Marruecos afirma que se dispone a "reconsiderar las relaciones con el Parlamento Europeo sometiéndolas a una reevaluación global con vistas a tomar decisiones firmes y apropiadas". No anuncia ninguna en concreto, a diferencia de la Eurocámara, que prohibió a los diplomáticos y lobbistas marroquíes entrar en sus sedes.

El texto rechaza también la "flagrante injerencia en los asuntos internos" de Marruecos, especialmente en la labor de un "poder judicial independiente". "Condena las continuas campañas de provocación de la institución parlamentaria europea". Además, sostiene que Marruecos es el país "más democrático y libre de la región árabe y del norte de África".

La única voz discrepante en el debate fue la de Fatima Al-Tamni. La diputada del partido pequeño Federación de Izquierda dejó caer que la mejor manera de defenderse de esas injerencias "es establecer una verdadera democracia" empezando por "levantar las restricciones a la libertad de expresión y de opinión (...)". A continuación, pidió la puesta en libertad de periodistas y blogueros.

La sombra del 'espionaje' marroquí

La declaración de diputados y senadores marroquíes explica el revés de Estrasburgo por "el pasado colonial de una serie de países europeos". Después menciona "a un país que se considera socio histórico de Marruecos". Marruecos fue colonizado en su franja norte por España y por Francia en la gran mayoría de su territorio. Es decir, que los parlamentarios marroquíes aprobaron una declaración, redactada probablemente en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que culpa a Francia. Mientras tanto, con España, Marruecos vive una luna de miel desde que en marzo el presidente Pedro Sánchez envió una carta al rey Mohamed VI.

El texto de las dos cámaras enlaza con algunos comentarios, publicados a lo largo del fin de semana, como el de Aziz Bouceta en Panorama Post. "En este asunto, el Parlamento Europeo solo es un instrumento y el papel de Francia es evidente", escribió el columnista. "La larga mano de nuestra 'amiga' Francia actúa en varias direcciones", añadió. "En Renew Europe [el grupo parlamentario europeo liberal] hay un factor clave que es el partido de Macron". "La reorientación geopolítica del Reino de la esfera de influencia francesa hacia el bloque de EEUU e Israel" provoca, según él, la ira de París "junto con la progresiva pérdida de influencia francesa en la economía y la sociedad marroquíes".

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La revelación por el consorcio periodístico de Forbidden Stories, en julio de 2021, que el presidente Macron y 14 de sus ministros habían sido espiados por Marruecos con el programa malicioso Pegasus provocó un brusco deterioro de la relación entre París y Rabat. A eso se añadieron después las restricciones impuestas por Francia a los marroquíes para concederles visados Schengen —que el Ministerio del Interior francés acaba de levantar— y el empeño de Rabat en lograr que la diplomacia francesa modificase su posición sobre el conflicto del Sáhara Occidental para acercarse a la española o, mejor aún, a la estadounidense.

Macron anunció que visitaría Marruecos en octubre, pero no pudo efectuar esa visita. La ministra francesa de Exteriores, Catherie Colonna, y después la primera ministra, Elisabeth Borne, viajaron en las últimas semanas a Rabat para allanar el camino de la reconciliación y preparar la visita presidencial. Esta parece comprometida porque Rabat achaca a París la responsabilidad de la resolución aprobada en Estrasburgo.

Una relación cada vez más fría

El texto votado por unanimidad por las dos cámaras del Parlamento marroquí confirma que la relación entre la Unión Europea y su principal socio en África del Norte se ha enfriado mucho. Es posible que ese deterioro vaya a más a medida que la investigación por la Justicia belga del escándalo de corrupción en la Eurocámara desvele la envergadura de la trama y la implicación de Marruecos.

Es posible incluso que, en primavera, la relación entre por completo en crisis cuando se conozcan las dos sentencias de la Corte de Justicia de la UE que, muy probablemente, ratificarán las que pronunció en septiembre de 2021 el Tribunal de Justicia, la instancia inferior. Este anuló los acuerdos de asociación y pesca con Marruecos porque incluían al Sáhara Occidental que, según los jueces, no le pertenece y además su población autóctona no fue consultada.

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A lo largo del pasado fin de semana, instituciones marroquíes, asociaciones profesionales, columnistas en la prensa y altos cargos rivalizaron emitiendo comunicados y haciendo declaraciones para manifestar su rechazo ante la resolución aprobada el jueves por el pleno de la Eurocámara.

El Consejo Superior del Poder Judicial sostuvo en un comunicado que el texto contiene "acusaciones y alegaciones graves que ponen en tela de juicio la independencia del poder judicial". Abdalá Boussouf, que encabeza el Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, expresó nada menos que el "rechazo de la comunidad marroquí establecida en Europa y de los marroquíes con nacionalidades europeas ante esta injerencia descarada en los asuntos internos de su país de origen". ¿Consultó Boussouf a esa comunidad antes de pronunciarse en público?

El Consejo Nacional de la Prensa, que preside Younes Moujahid, exredactor de la agencia de prensa española EFE, recordó, primero, que el organismo oficial "legítimamente defiende la libertad de prensa en Marruecos". A juzgar por su comunicado, no está en riesgo porque las acusaciones que formula la resolución "no son más que juicios unilaterales y prefabricados que no tienen nada que ver con la realidad".

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Esta unanimidad solo fue quebrada por una pequeña asociación tolerada, la Instancia Nacional de Apoyo a los Presos de Conciencia, que se alegró de la votación en la Eurocámara. "Está en consonancia con lo que defiende la Instancia junto al movimiento de derechos humanos marroquí e internacional", señaló en un comunicado.

Fuera de Marruecos, Rabat recabó el apoyo del Parlamento Árabe, un organismo irrelevante, reunido en El Cairo. En un comunicado "recalcó su gran insatisfacción" ante la contante injerencia de la Eurocámara en los asuntos internos de Marruecos y en los procedimientos judiciales de un país árabe soberano.