Por qué Egipto está pidiendo a sus ciudadanos que se coman las patas de los pollos

La inflación es un problema que está afectando a todo el mundo. Mientras en España hemos alcanzado cifras que no se veían desde hace 40 años, en otros países la situación es aún más complicada, ya que está dificultando el acceso de la población a los alimentos más básicos. Es lo que está sucediendo en Egipto, donde los precios han subido a niveles desconocidos hasta ahora, provocando un grave problema a nivel nacional.

El mejor ejemplo lo tenemos en el precio del pollo, uno de los alimentos básicos de la cesta de la compra en este país. Ha pasado de costar 30 libras egipcias por kilo (unos 95 céntimos de euro) a 70 libras el kilo (aproximadamente, 2,15 euros al cambio). Un aumento que muchos egipcios no pueden permitirse y que ha llevado a las autoridades a hacer una curiosa recomendación.

En una publicación subida a su página de Facebook, la Institución Nacional de Nutrición de Egipto recomendaba a los ciudadanos que coman patas de pollo: "¿Está buscando alternativas de alimentos ricos en proteínas que ahorren su presupuesto?" Y la respuesta era algunos productos saludables, pero que han llamado la atención, ya que la primera opción de la lista eran patas de pollo y pezuñas de ganado.

Un símbolo de pobreza

Esta recomendación no ha sentado nada bien a muchos egipcios, que consideran que el gobierno está demostrando la pobreza extrema del país. De hecho, tanto las pezuñas como las patas de pollo se consideran allí desechos animales más que comida, lo que se traduce en un malestar de la población que se está mostrando en protestas en la calle, pero también en las redes sociales.

El precio de las patas de pollo se ha duplicado desde la recomendación del gobierno

La mala noticia es que estos artículos que antes eran muy baratos también han experimentado una fuerte subida tras la recomendación del gobierno. El precio de las patas de pollo se ha duplicado en apenas unos días, pasando de 10 a 20 libras el kilo (de 30 a 60 céntimos de euro).

Con 100 millones de habitantes, Egipto es el segundo país más poblado de África, solo por detrás de Nigeria. Sus autoridades reconocen que el 30% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, una cifra que el Banco Mundial aumenta hasta el 60%.

Egipto devaluó su moneda en octubre de 2022, pero la situación no ha hecho más que empeorar. Muchos de sus ciudadanos no pueden pagar los alimentos básicos y los expertos consultados por la CNN advierten sobre los disturbios que se pueden producir en todo el país si la situación sigue deteriorándose.