Marruecos cruza una nueva frontera de la represión: encarcela a un exministro

Un exministro marroquí ha sido, por primera vez, encarcelado por motivos políticos en el reinado de Mohamed VI. Mohamed Ziane, de 79 años, ingresó el lunes en la prisión de Arjat, en la periferia de Rabat. “Fue detenido por una veintena de policías de paisano que irrumpieron en su despacho sin presentar un mandato judicial, lo que constituye una flagrante violación del código procesal penal, de la Constitución y de los convenios internacionales”, denunció el Comité Marroquí de Apoyo a los Presos de Opinión, en un comunicado publicado este lunes. Su encarcelamiento ilustra el endurecimiento de un régimen marroquí que, tras un periodo de cierta tolerancia a principios de siglo, reprime ahora con vehemencia a los opositores.

Ziane no fue siempre un opositor. Hijo de una española y nacido en Málaga, fue abogado del Estado marroquí, ministro de Derechos Humanos en tiempos de Hassan II y también uno de los letrados que contribuyeron en 2009 a asfixiar económicamente a Le Journal Hebdomadaire, un semanario independiente que acabó cerrando. Sin embargo, hace ocho años, el también presidente del Colegio de Abogados de Rabat empezó a aceptar casos que podían poner en aprietos a las autoridades marroquíes. Se hizo cargo, por ejemplo, de la denuncia formulada por los padres de Abdeslam Ahmed Ali y Amin Mohamed Driss, dos jóvenes españoles melillenses acribillados por la Marina Real marroquí el 27 de octubre de 2013. A día de hoy, Rabat no ha dado, pese a sus promesas, ninguna explicación al Gobierno de España de lo que sucedió en esas aguas cercanas a Melilla.

El abogado dio un paso crítico en 2017, cuando asumió la defensa de Nasser Zefzafi, el líder de la revuelta del Rif condenado a 20 años de cárcel. Al año siguiente, fue también el abogado de Toufik Bouachrine, director del diario Akhbar al Youm, crítico con las autoridades y que también se vio obligado a cerrar en abril de 2021. Al periodista le cayeron 15 años de cárcel por delitos sexuales. Los tres periodistas marroquíes influyentes que están encarcelados, Bouachrine, Omar Radi y Souleiman Raissouni, fueron todos curiosamente condenados por el mismo motivo.

Ziane también asumió en 2020 la defensa de una mujer policía destinada en El Jedida que denunció el acoso y discriminación laboral de sus compañeros, un escándalo que el Ministerio del Interior trató de acallar. La agente acabó exiliándose en Estados Unidos. Poco después, se pusieron en circulación unas fotografías en las que se veía al abogado semidesnudo en una habitación de un hotel en compañía de una mujer —aparentemente casada— que no fue identificada. Él aseguró entonces que se trataba de un montaje.

La última línea roja fue cruzada por el letrado a principios de este otoño, cuando criticó directamente a Mohamed VI en una entrevista con el diario digital español El Independiente y en comentarios en redes sociales. Tachó de “anormales” las ausencias prolongadas de Marruecos del monarca —que pasó cuatro meses en París entre junio y octubre de este año— y le instó a elegir entre el trono o la abdicación si quería continuar con una vida alejada de sus responsabilidades. “El futuro de Marruecos no está en manos seguras, por lo que me espero lo peor”, vaticinó en su entrevista.

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Las represalias no tardaron en llegar. Su salida del país quedó prohibida y la prensa oficialista marroquí lanzó una furibunda serie de ataques en su contra. “Loco” fue lo más suave que escribieron sobre él y en algunos diarios hasta le llegaron a tachar de “terrorista” y “traidor”. Finalmente, se activó el mecanismo judicial para forzar su ingreso en prisión. Tras ser denunciado por el Ministerio del Interior, Ziane había sido condenado en febrero a tres años de cárcel por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat por nada menos que 11 cargos, desde la difamación y el desacato a funcionarios públicos, pasando por las injurias y el adulterio, hasta el acoso sexual. “Fue condenado por todos los delitos posibles e imaginables”, denunció el lunes su hijo, Ali Ziane, en declaraciones a la agencia AFP. “Es una aberración sin precedentes”, añadió.

El exministro recurrió la sentencia, pero este lunes el Tribunal de Apelación, la instancia superior, la confirmó e inmediatamente después la policía irrumpió en su despacho de Rabat para detenerlo y llevarlo a la cárcel. Eran tantas las prisas que las autoridades ni siquiera llevaron una orden judicial notificándole su ingreso en prisión. Un comunicado de la Fiscalía General del Rey justificó, a última hora de la tarde del lunes, su encarcelamiento.

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La trayectoria de Ziane, de ministro a opositor encarcelado, es absolutamente excepcional en el Marruecos del siglo XXI. Otro exministro, Khalid Alioua, que desempeñó las carteras de Desarrollo Social y después de Educación, también acabó detrás de los barrotes, pero fue por malversación de fondos públicos cuando dirigía una entidad financiera.

Lo que sorprende menos es el recorte sistemático de la libertad de expresión de periodistas y también de artistas. El más célebre de los raperos marroquíes, Taha Fahssi, cuyo nombre artístico es ElGrande Toto, está siendo juzgado en Casablanca por injurias, difamación y consumo de drogas, entre otros cargos. Reda Benotmane, uno de los principales activistas del país en la defensa de los derechos humanos, cumple desde principios de mes una condena de tres años de cárcel. Fatima Karim va a pasar dos años detrás de los barrotes por haber escrito en su página de Facebook un comentario algo satírico sobre algunos de los versículos del Corán. Cada mes se alarga la lista de las víctimas de las leyes liberticidas vigentes en Marruecos.