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La guerra en Ucrania hace realidad el "America is back" que Biden prometió a Europa
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CUMBRE DE LA OTAN

La guerra en Ucrania hace realidad el "America is back" que Biden prometió a Europa

Estados Unidos confirma en la cumbre de Madrid el regreso de la atención americana al teatro de operaciones europeo tras la invasión rusa de Ucrania

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden. (Reuters/Jonathan Ernst)
El presidente de EEUU, Joe Biden. (Reuters/Jonathan Ernst)

La cumbre de Madrid ha confirmado el cambio provocado por la invasión rusa de Ucrania: por mucho que EEUU quiera y necesite poner su atención en el indopacífico, el teatro de operaciones de Europa ha vuelto a convertirse en el eje central para el bloque euro-atlántico. En cuestión de unos meses la presencia militar americana se ha disparado en el Viejo Continente hasta por encima de los 100.000 efectivos, tras haber enviado a 20.000 hombres y mujeres más antes de la invasión de Ucrania, y otros 20.000 más después. En el encuentro en Madrid la OTAN ha señalado a Rusia como su principal rival y Europa por lo tanto vuelve a ser el escenario central de la política de defensa y disuasión de la Alianza.

Cuando Biden llegó a la Casa Blanca hubo una inyección de optimismo en prácticamente todas las capitales europeas. Tras cuatro años de tensión bajo la administración de Donald Trump, Washington volvía a ser un socio fiable. Y eso se debía traducir en el fin de los litigios comerciales, el regreso a unas relaciones cercanas, con avances tangibles como el regreso al acuerdo nuclear con Irán, y volver a sentirse importantes para los amigos americanos, también en ámbitos como la OTAN. La realidad es que los hechos se han quedado muy lejos de las expectativas. Washington mantiene todavía muchos de los frentes abiertos por Trump, aunque sin la tensión siempre presente durante la etapa de la anterior administración.

Pero en lo que se refiere a la OTAN la administración Biden ha cumplido con la promesa que hizo el presidente americano durante su primera visita a Europa tras asumir el cargo: “America is back”, Estados Unidos está de vuelta. Y la guerra en Ucrania ha sido el catalizador. Durante la cumbre Biden ha prometido reforzar la presencia americana en Europa, más allá de lo que ya ha hecho en los últimos meses, con más hombres sobre el terreno, más atención, más fondos. España recibirá nuevos barcos americanos, el Reino Unido más cazas, Rumanía tendrá más soldados americanos sobre el terreno, y habrá más despliegues en las bases de Alemania e Italia, además, claro está de en el Báltico.

“Vamos a asegurarnos de que la OTAN esté lista para enfrentar las amenazas de todas las direcciones en todos los dominios”, explicó Biden junto al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg. El presidente americano ha subrayado que “la OTAN es más necesaria ahora que nunca”. La cumbre de Madrid ha marcado una revitalización de la Alianza, con muchos socios haciendo compromisos concretos con el 2% del PIB en gasto en defensa, y con un bloque que vuelve al tipo de política que mejor se le da, que es la de defensa colectiva y disuasión, el escenario para el que se creó de cara a la Guerra Fría.

Sin embargo, para algunos países del Báltico y del este las promesas hechas por Biden se quedan lejos de lo necesario. Las tropas anunciadas para Rumanía ya están sobre el terreno, aunque ahora se vayan a convertir en permanentes. Y eso incluso con nuevos guiños estadounidenses a Varsovia. “En Polonia, vamos a establecer un cuartel general permanente del 5.º Cuerpo de Ejército de EEUU y fortaleceremos la interoperabilidad de la OTAN en todo el flanco oriental”, ha explicado el presidente americano durante la cumbre.

Para Washington están claras las prioridades. Rusia ha provocado una situación urgente en Europa, pero la mirada Washington ya está puesta fundamentalmente en el indopacífico y eso no va a cambiar. China sigue siendo el principal rival para Estados Unidos, y la administración americana se ha encargado de incluir entre los principales elementos del Concepto Estratégico la amenaza china.

Los mayores defensores de la idea de la autonomía estratégica europea ven aquí una ventana de oportunidad para mantener viva la agenda de una seguridad y defensa del continente en manos de la Unión, después de que la guerra en Ucrania haya dejado claro que el monopolio de la defensa colectiva sigue estando en manos de la OTAN. Si el proyecto de una defensa europea se encuadra de forma clara dentro del paraguas de la Alianza Atlántica, al menos por el momento, Estados Unidos podría tener las manos más libres para centrarse en sus otras prioridades.

Foto: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. (EFE/Ballesteros)

Pero por ahora las prioridades han quedado claras. Se trata de concentrar todos los esfuerzos en la Alianza Atlántica en el corto y medio plazo. Y precisamente esa convicción de los socios europeos ayuda a la implicación americana. Stoltenberg ha anunciado el desarrollo de las fuerzas de respuesta rápida de la OTAN, que antes de la guerra contaban con 40.000 activos y que ahora la Alianza ha acordado aumentar hasta por encima de los 300.000 efectivos.

La sombra de la duda trumpiana

Los socios europeos siempre acuden a estas muestras de compromiso americano con un cierto nivel de reserva. Los países bálticos y del este son muy entusiastas, mientras que los occidentales lo son menos, ya que son también los más favorables a la idea de la autonomía estratégica de Europa. Pero, en general, la etapa Trump ha dejado secuelas en la forma en la que Bruselas y los Veintisiete tratan con EEUU.

Nadie garantiza a los socios europeos que Estados Unidos vaya a seguir siendo un socio fiable. Biden es apreciado y respetado por los líderes, pero todos saben que la etapa del presidente americano será corta y que las próximas elecciones volverán a ser un cara o cruz en el que no hay ninguna garantía de que la Casa Blanca siga en manos de alguien que priorice las relaciones transatlánticas.

La cumbre de Madrid ha confirmado el cambio provocado por la invasión rusa de Ucrania: por mucho que EEUU quiera y necesite poner su atención en el indopacífico, el teatro de operaciones de Europa ha vuelto a convertirse en el eje central para el bloque euro-atlántico. En cuestión de unos meses la presencia militar americana se ha disparado en el Viejo Continente hasta por encima de los 100.000 efectivos, tras haber enviado a 20.000 hombres y mujeres más antes de la invasión de Ucrania, y otros 20.000 más después. En el encuentro en Madrid la OTAN ha señalado a Rusia como su principal rival y Europa por lo tanto vuelve a ser el escenario central de la política de defensa y disuasión de la Alianza.

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