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EEUU e Israel escenifican su apoyo a Marruecos en plena escalada de tensión con Argelia
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Un año después de los acuerdos de abraham

EEUU e Israel escenifican su apoyo a Marruecos en plena escalada de tensión con Argelia

La alianza militar y de seguridad entre Rabat y Tel Aviv no tiene precedentes en el mundo árabe

Foto: Videollamada entre Marruecos, Israel y EEUU para conmemorar el aniversario de sus relaciones diplomáticas. (Ministerio de Exteriores de Marruecos)
Videollamada entre Marruecos, Israel y EEUU para conmemorar el aniversario de sus relaciones diplomáticas. (Ministerio de Exteriores de Marruecos)
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Israel y Marruecos confirmaron su alianza y EEUU la bendijo. Los ministros de Asuntos Exteriores de estos tres países celebraron el miércoles por la tarde una reunión virtual tripartita con motivo del primer aniversario de la firma del establecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel. Desde entonces no han parado de ahondar su enlace.

Las autoridades marroquíes aceptaron dar ese paso, sumándose así a los llamados Acuerdos de Abraham, doce días después de que, el 10 de diciembre de 2020, el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, reconociese la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española del Sáhara Occidental. EEUU fue la primera potencia occidental, y por ahora la única, en tomar tal iniciativa.

Foto: Reunión entre los ministros de defensa israelí y marroquí en Rabat. (Ministerio de Defensa israelí vía Reuters)

Desde entonces la relación entre Rabat y Tel Aviv no ha parado de reforzarse hasta el punto de que Marruecos es el único país árabe que ha firmado públicamente un acuerdo militar con Israel y que ha sido visitado por su ministro de Defensa, Beny Gantz. Ninguno de los otros miembros de la Liga Árabe que tienen relaciones diplomáticas con el Estado hebreo ha suscrito un documento parecido.

Hace días que ambos países empezaron a celebrar su reencuentro -mantuvieron por poco tiempo relaciones diplomáticas en los 90- siempre con el apoyo de EEUU. Los embajadores israelí y marroquí, Mike Herzog y Lalla Joumala, lo conmemoraron, por ejemplo, en Washington el 10 de diciembre en presencia de la secretaria de Estado adjunta para Oriente Próximo, Yael Lempert, y de un puñado de congresistas.

En la tarde del miércoles fueron los jefes de la diplomacia de los tres países los que a su vez lo con una reunión virtual que quedó un poco deslucida porque el estadounidense, Antony Blinken, no pudo participar en directo y grabó un vídeo. En él felicitó a Marruecos e Israel con motivo de ese aniversario. Nasser Bourita, el marroquí, expresó, por su parte, de nuevo su “gran aprecio por la sabia decisión de EEUU” sobre el Sáhara.

Foto: Reunión entre Joe Biden y el rey Mohamed VI en 2014, cuando el primero era vicepresidente de Estados Unidos. (Reuters)

No ha sido este el único espaldarazo estadounidense a Marruecos. Blinken recibió a Bourita el 22 de noviembre en Washington. Reiteró su apoyo a la oferta marroquí de conceder una autonomía al Sáhara para resolver el conflicto, pero también le instó a negociar de una vez, y en serio, con el Frente Polisario, a lo que la diplomacia marroquí se resiste desde hace años.

El grupo de combate del portaaviones Harry S. Truman atravesó, de nuevo, el Estrecho de Gibraltar el 14 de diciembre, pero, por primera vez, quiso ser acompañado por una fragata marroquí, y le tocó a la 'Allal Ben Abdallah'. “Fue una gran experiencia navegar junto a la Marina Real de Marruecos”, escribió el almirante Curt Renshaw. Otra deferencia hacia el nuevo amigo árabe de Israel.

Con discreción, a diferencia de EEUU, los Emiratos Árabes Unidos han secundado a fondo el acercamiento entre Marruecos e Israel que culminó 15 meses después de que Abu Dhabi estableciera relaciones con Tel Aviv. El príncipe heredero de Abu Dhabi y hombre fuerte de los Emiratos, Mohamed bin Zayed, estaba precisamente estos días de visita privada en Marruecos, un país al que viaja con frecuencia.

Foto: La frontera entre Argelia y Marruecos desde Oujda, Marruecos. (EFE/Jalal Morchidi)

Pese a que el rey de Marruecos preside desde su creación el Comité Al Qods, encargado de salvaguardar la identidad musulmana de Jerusalén, ambos países han desarrollado siempre relaciones secretas de cooperación sobre todo en el ámbito de la seguridad. Israel asesoró a Marruecos cuando en los 80 levantó un muro de defensa en el Sáhara para protegerse de los ataques del Frente Polisario. Con tal motivo Ehud Barak, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, viajó hasta allí con discreción.

Un ejemplo más reciente de esa sigilosa colaboración entre Israel y Marruecos es la utilización, por los servicios secretos de Rabat, del software de espionaje Pegasus, fabricado por la empresa israelí NSO, para infiltrar los móviles de miles de activistas, políticos y periodistas, según desveló en julio 'Forbidden Stories', una asociación que reagrupa a 17 medios de comunicación. Un informe recién publicado por Meta, el nuevo nombre de Facebook, sitúa también a Rabat entre los clientes de la israelí Cognyte que vendía un programa para operar falsas cuentas en las redes sociales desde las que se arremete contra periodistas y políticos.

No siempre a vista de todos

Ahora, no toda la relación entre Rabat y Tel Aviv se desarrolla a la luz del día, pero el acuerdo militar, firmado el 24 de noviembre, con motivo de la visita del ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, a Marruecos, sí es público. “Incluye intercambio de información en materia de seguridad, establecer vínculos entre ambas industrias de defensa -lo que significa compras de armamento israelí por Marruecos- y ejercicios militares conjuntos”, señala Elie Podeh, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en el diario “Jerusalem Post”.

Tres meses antes, en julio, Yigal Unna, el jefe de la ciberseguridad de Israel, ya suscribió en Rabat con su homólogo marroquí, el general El Mostafa Rabii, un acuerdo de cooperación en ese ámbito. Los israelíes filtraron incluso en noviembre que habían desarrollado, desde Abu Dhabi, un ejercicio conjunto con Marruecos y otros países, en el que se simuló como abortar un ciberataque contra la aviación civil.

Dos semanas después la prensa israelí hizo pública la compra por Marruecos, por importe de unos 19,4 millones de euros, de drones Harop, fabricados por la empresa Israeli Aerospace Industries, conocidos popularmente como los 'kamikazes' porque, cargados con 20 kilos de explosivos, se estrellan contra los objetivos designados. Rabat aspira también a hacerse con otros drones israelíes.

Foto: El dron Skyguardian (GA-ASI).

Hay otras armas que, según la prensa marroquí, Rabat no quiere adquirir a Israel, pero sí confía en contar con su ayuda para que EEUU acceda a vendérselas: los aviones furtivos F-35, de Lockheed Martin, la joya de la Fuerza Aérea estadounidense. La información es errónea. Involucrado “de lleno en la modernización de su flota, sobre todo con la incorporación de nuevos cazas F-16 Viper”, Marruecos no aspira a adquirir esos aparatos ultramodernos y muy caros, asegura el diario 'Le Desk' de Casablanca.

Si Israel busca afianzar su relación con el mundo árabe y reforzar sus alianzas contra Irán, Marruecos trata más bien, ahondando su relación con el Estado hebreo, de convertirse en un contrapeso disuasorio ante su vecina Argelia, un país en teoría más rico y todavía mejor armado. Sin su apoyo, el Polisario, que inició en noviembre de 2020 una guerra de baja intensidad contra Marruecos en el Sáhara, habría desaparecido.

Sin solución a la crisis con España

En estos tiempos de crisis con España, la prensa marroquí publica, de vez en cuando, 'fake-news' sobre una amenaza militar española. Que si la Armada maniobra a gran escala en las islas Chafarinas, un pequeño archipiélago cerca de Melilla, que si se ha instalado allí una batería de misiles antibuque Harpoon. Así se justifica también la carrera armamentística emprendida por Marruecos y sus lazos con Israel.

La única noticia relevante para Marruecos es que, como estaba previsto, el Consejo de Ministros de España dio, el 15 de diciembre, su aprobación al programa Halcón de sustitución de los viejos F-18 del Ejército del Aire con base en Gando (Gran Canaria) por 20 Eurofighters. El contrato asciende a unos 2.000 millones de euros.

Foto: Unas misses durante el pase de bañadores en Eilat, Israel. (Reuters/Ronen Zvulun) Opinión

La diplomacia marroquí no solo escenificó el miércoles el respaldo con el que cuenta por parte de EEUU y de Israel, sino que dio por cerrada la crisis que desencadenó con Alemania el 1 de marzo a causa de las reticencias mostradas por Berlín ante la decisión de Trump sobre el Sáhara. Marruecos “aprecia los anuncios positivos y las posiciones constructivas formuladas recientemente por el nuevo gobierno federal de Alemania”, señaló un comunicado del ministerio que encabeza Nasser Bourita. Hace diez días la nueva ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock (Los Verdes), matizó la postura alemana. Resaltó, por primera vez, que la oferta marroquí de autonomía para el Sáhara constituía “una importante contribución a un acuerdo de paz”.

Queda ahora por poner un punto final a la crisis con España, que Marruecos desató hace ya más de un año. No parece que vaya a ser inminente y más después de que el lunes Rabat abriese un nuevo e inesperado frente. El Ministerio de Sanidad marroquí acusó a España nada menos que de poner en peligro la salud de los marroquíes porque no controlaba correctamente el certificado de vacunación a la hora de embarcar y dejó así que pasajeros infectados llegaran a Marruecos. Anunció que no se reanudarían los vuelos con España.

Israel y Marruecos confirmaron su alianza y EEUU la bendijo. Los ministros de Asuntos Exteriores de estos tres países celebraron el miércoles por la tarde una reunión virtual tripartita con motivo del primer aniversario de la firma del establecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel. Desde entonces no han parado de ahondar su enlace.

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