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La pandemia revela que las remesas son el motor de la economía de Marruecos
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La pandemia revela que las remesas son el motor de la economía de Marruecos

España es el segundo país del mundo en envío de dinero a Marruecos (1.022 millones), pero Rabat subestima desde 2017 las cantidades recibidas

Foto: Colas ante una oficina de remesas en Rabat durante la pandemia. (EFE/Mohamed Siali)
Colas ante una oficina de remesas en Rabat durante la pandemia. (EFE/Mohamed Siali)
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La pandemia favorece, a veces, la transparencia. El motor de la economía de Marruecos no son sus exportaciones agrícolas, ni de fosfatos, ni tampoco el turismo. Son las remesas que envían sus inmigrantes en el mundo que ascienden a unos cinco millones de personas, casi la quinta parte de ellos en España.

Las transferencias de dinero efectuadas por los inmigrantes marroquíes alcanzaron, en los 10 primeros meses de este año, los 7.623 millones de euros, un 43,3% más que en 2020, según la Oficina de Cambios, un organismo oficial de Marruecos. Su previsión para todo 2021 se sitúa en 8.325 millones mientras que el Banco Mundial calcula que cerrará el año en 143 millones menos.

Sea cual sea la cifra final, se trata de un récord que convierte a las remesas en “la primera fuente de ingresos en la balanza de pagos”, señala Íñigo Moré, analista de Remesas.org, por delante de las exportaciones automóviles (6.337 millones de enero a octubre), de fosfatos (5.853 millones) y del turismo. Este generó unos ingresos de 7.464 millones en 2019, último año antes de la pandemia. Las remesas representan ahora el 7,4% del PIB de Marruecos, según el Banco Mundial.

Abdellatif Jouahrim, gobernador del Bank Al-Maghrib (el banco central), formuló en octubre varias explicaciones al auge de las remesas. Empezó por achacarlo a “la continuación del impulso de solidaridad de los emigrantes con sus familiares en Marruecos golpeados por la crisis” sanitaria y sus consecuencias económicas.

¿Solidaridad o una realidad escondida hasta ahora?

Si las remesas que recibe Marruecos llevan dos años creciendo no es porque sus inmigrantes ahorren más y sean más generosos con sus familiares residentes en su país de origen. “Se debe a que ahora no pueden regresar a su país y envían por mecanismos formales el dinero que antes llegaba por mecanismos informales, no contabilizados y no regulados, básicamente en el bolsillo del inmigrante cuando retornaba a Marruecos de vacaciones”, recalca Iñigo Moré. “Estos datos sacan a la luz la aportación de los emigrantes a la economía marroquí que ya existía antes”, añade.

La diferencia para el inmigrante es que “antes no costaba nada llevar el dinero en el bolsillo a Marruecos, pero ahora, hacer, por ejemplo, la transferencia a través de Western Union desde España puede suponer un 9% de la transacción, según el Banco Mundial”, señala el analista de Remesas.org. Esta agencia de envío rápido de dinero es la que posee la mayor red en España. Marruecos, se sorprende Moré, “carece de programa para reducir esas comisiones e incentivar las remesas”. Otros países grandes receptores, como Pakistán, Bangladés o Nigeria, por ejemplo, bonifican de diferentes maneras el tipo de cambio si la transferencia se efectúa a través de un circuito formal.

Foto: El rey de España, Felipe VI, y el rey de Marruecos, Mohamed VI. (Archivo)

El volumen de las remesas suele ser proporcional al número de inmigrantes. Francia, el país que está a la cabeza en Europa en migración, es desde donde parten el grueso de las transferencias a Marruecos (35,7% del total en 2020), seguido por España (9,2%), según la Oficina de Cambios marroquí. Esta indica, sin embargo, que las remesas desde Italia (9,1% del total) son equiparables a las de España, pese a que el país transalpino acoge a menos de la mitad de inmigrantes marroquíes (400.000 frente a 870.000).

La Oficina de Cambios indica que en 2020 a Marruecos llegaron remesas desde España por valor de 570 millones de euros, mientras que el Banco de España casi duplica esa cifra, hasta los 1.022 millones (un 33% más que en 2019), solo superada por la de los envíos a Colombia (1.089 millones). Aunque recalca que la institución marroquí goza de “un merecido prestigio”, Moré otorga más crédito al banco central español.

Foto: Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, junto a Vladimir Putin, presidente ruso, en una reunión en Sochi en febrero de 2019. (Reuters/Sergei Chirikov) Opinión

“¿Cómo puede desaparecer una cantidad (452 millones) de esta notable dimensión?”, se pregunta el analista. Desde hace cuatro años, la Oficina de Cambios marroquí infravalora las remesas procedentes de España y sobrevalora las de Italia. “Quizá sea un error en el tratamiento de datos, algo habitual cuando se manejan grandes volúmenes, pero entonces hay que preguntarse por qué no se corrigió desde que surgió en 2017”, comenta. También existe la sospecha, que Moré no hace suya, de que Rabat infravalore el peso de las transferencias que se originan en España por razones políticas, para disimular su dependencia de su vecino septentrional.

De fondo, el problema de la inmigración irregular

El envío de remesas es uno de los factores que hace creer a los marroquíes que sus familiares en el extranjero han prosperado, a diferencia de los que se quedaron en casa, y estimula, por tanto, la emigración. El Observatorio Nacional de Desarrollo Humano, un organismo oficial consultivo marroquí, acaba de publicar una encuesta en la que el 70% de los marroquíes menores de 30 años muestran su deseo de hacer su vida fuera de su país.

Si la pandemia, con las enormes trabas para viajar a Marruecos, ha hecho aflorar el verdadero volumen de las remesas, también ha dado ideas a algunos políticos sobre otro instrumento de presión que los países europeos tendrían sobre los del Magreb para forzarles a readmitir a los inmigrantes en situación irregular que desean expulsar.

Foto: Intervención de las Fuerzas de Marruecos. (FB Fuerzas Auxiliares de Marruecos)

Arnaud Montebourg, uno de los candidatos socialistas a las elecciones a la presidencia de la República que se celebrarán en Francia en abril, preconizó el mes pasado bloquear las transferencias a los países magrebíes que no acepten las repatriaciones. “Las remesas son un maná para ellos, pero ahora es necesario decirles: '¡Basta!”, afirmó durante un programa de gran audiencia.

Con el mismo propósito, el de obligarles a readmitir a sus ciudadanos en situación irregular, el presidente Emmanuel Macron ya anunció en septiembre que Francia reduciría a la mitad los visados Schengen que concedía a argelinos y marroquíes. La medida no ha surtido, por ahora, mucho efecto. Sí se ha incrementado en Marruecos, según la prensa local, la presión sobre los consulados de España para solicitar los visados que los franceses ya no les conceden.

La pandemia favorece, a veces, la transparencia. El motor de la economía de Marruecos no son sus exportaciones agrícolas, ni de fosfatos, ni tampoco el turismo. Son las remesas que envían sus inmigrantes en el mundo que ascienden a unos cinco millones de personas, casi la quinta parte de ellos en España.

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