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¿Es el momento de ampliar el club de espías más poderoso del mundo por la amenaza china?
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FIVE EYES SE PLANTEA NUEVOS MIEMBROS

¿Es el momento de ampliar el club de espías más poderoso del mundo por la amenaza china?

El debate para ampliar la alianza anglófila Five Eyes, creada tras la II Guerra Mundial, se intensifica tras el informe presentado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos

Foto: Aviones militares de EEUU durante un ejercicio con Japón y Corea del Sur. (EFE)
Aviones militares de EEUU durante un ejercicio con Japón y Corea del Sur. (EFE)

En noviembre de 2020 se vivió un episodio insólito en el tablero geopolítico. En uno de los momentos de más tensión después de que Pekín reformara el sistema electoral de Hong Kong para asegurarse su control, el régimen de Xi Jinping lanzó una amenaza extraordinaria a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda para que dejaran de inmiscuirse en lo que el gigante asiático consideraba “asuntos internos”: “No importa si tienen cinco ojos o 10 ojos. Como se atrevan a dañar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China, que tengan cuidado porque podrían sacarles los ojos. China nunca causa problemas y nunca teme los problemas”, afirmó Zhao Lijian, un portavoz del Ministerio de Exteriores.

Estos cinco países conforman Five Eyes (cinco ojos), una de las alianzas de espionaje más completas de la historia, creada tras la Segunda Guerra Mundial. Fue Winston Churchill quien decidió compartir con Washington su gran secreto: Londres —con la ayuda de los polacos y franceses— había roto el sistema de cifrado alemán Enigma. El resto de socios se fue luego sumando por estar dentro de la Commonwealth británica, colocando así la 'anglosfera' como la guardiana natural de la seguridad de Occidente. Pero la dinámica de los últimos 80 años podría estar a punto de cambiar.

Desde hace tiempo, se viene especulando con la posibilidad de incluir a más miembros, de ahí la alusión de Pekín (“no importa si son cinco o 10 ojos”). Sin embargo, es ahora —justo un año después de la amenaza— cuando esta opción cobra más fuerza después de que el Subcomité de Inteligencia y Operaciones Especiales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos haya solicitado al director de Inteligencia Nacional, en coordinación con el secretario de Defensa, que para antes del 20 de mayo de 2022 debe informar sobre los beneficios que podría aportar la inclusión de Japón, Corea del Sur, India y Alemania.

¿Ha llegado el momento de ampliar uno de los clubes más poderosos del mundo ante la imparable amenaza China? Occidente se siente desconcertado con cada vez más frecuencia ante los movimientos de Pekín. Prueba de ello ha sido el reciente 'momento Sputnik'. El gigante asiático ha probado un nuevo misil hipersónico que “circunnavegó el globo antes de acelerar su objetivo” en el marco de un lanzamiento no anunciado, y fuentes de inteligencia norteamericanas reconocían a 'Financial Times' que “no tenían idea de cómo lo habían logrado”. ¿Está China disuadiendo a Estados Unidos de jugar la carta nuclear si trata de ayudar a Taiwán?

Rusia y China probablemente nunca serán amigos, pero tienen fuertes intereses mutuos. Por lo tanto, si Xi Jinping finalmente decide actuar en Taiwán, es muy probable que Vladimir Putin le acabara ayudando a superar las inevitables sanciones. Es en puro beneficio propio, ya que de esta manera se estaría asegurando el apoyo de Pekín en el futuro ante un nuevo intento de Moscú para hacerse con Ucrania.

Foto: Vladimir Putin y Xi Jinping. (Reuters)

Ante las crecientes tensiones en el tablero mundial y los desafíos en particular en la región del Indopacífico, el representante demócrata de Arizona Rubén Gallego, presidente del subcomité de operaciones especiales e inteligencia de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, considera que el modelo Five Eyes “está desactualizado” y ha llegado el momento de “ampliar el alcance”. “No debería ser solo una visión tan anglófila”, asegura al medio especializado Defense One.

De la misma opinión es Roger Boyes, editor diplomático y columnista de 'The Times', que cree que el primer nuevo recluta debe ser Japón, un país que tras el trauma de la Segunda Guerra mundial cimentó su pacifismo con una actividad de las fuerzas armadas casi testimonial, pero que en los últimos años —desde el expresidente Shinzo Abe— ha reconducido su militarismo y que ahora tiene motivos para temer, ya que las cosas en su propio vecindario se están poniendo feas. Desde hace tiempo Tokio ha dejado claro que está preparado para entrar en el club.

"Japón tiene una larga experiencia de escuchas hacia China y Rusia"

No es solo vecino de Taiwán y sede de bases estadounidenses, sino que también está dentro del alcance de tiro de los misiles de Corea del Norte. Y está en disputa además con Rusia por las islas Kuriles, territorio en el Lejano Oriente ruso.

“Japón tiene una larga experiencia de escuchas hacia China y Rusia —compartió señales militares con Estados Unidos durante el conflicto chino-soviético de 1969— y está emergiendo como un aliado indispensable”, aseguraba Boyes esta semana en una de sus columnas. Japón ha abierto 11 puestos de escucha que recopilan comunicaciones en China, Corea del Norte y Rusia.

Su ejército sigue siendo una “fuerza de autodefensa” y todavía hay voces fuertes que sostienen que Tokio tiene que tratar a China con cautela y respeto. Con todo, Joe Biden lleva tiempo advirtiendo a los países de esta región que tienen que elegir entre estar en una comunidad de valores democráticos o en una alineación cínica con los poderes autocráticos del mundo. En definitiva, se puede comerciar con China, pero no se puede jugar a dos bandas.

El nuevo centro geopolítico

Por su parte, tras la salida de la UE, Reino Unido también ha puesto sus miras en el Indo-Pacífico. Se presenta como el gran defensor de las democracias. No busca ser más intervencionista, sino convertirse en un actor clave para los aliados a nivel de protección y disuasión ante el enemigo, demostrando que, junto con Estados Unidos, es el único país del mundo que puede desplegar portaviones en cualquier punto y en cualquier momento.

Para Londres, Asia es ahora el nuevo centro geopolítico, y para que Reino Unido siga siendo relevante, el Gobierno considera que debe involucrarse más en la zona. Y es aquí cuando China se plantea como el gran reto porque, pese a reconocer que supone “la mayor amenaza estatal”, quiere estrechar al mismo tiempo la relación comercial.

Foto: Un hongkonés, durante las protestas del año pasado. (Reuters)
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El Confidencial se puso en contacto con el Ejecutivo de Boris Johnson para preguntarle si había llegado el momento de expandir Five Eyes. “La cooperación de inteligencia entre el gobierno de Reino Unido y nuestros socios en el extranjero es de gran importancia para nuestra seguridad y prosperidad. Reino Unido seguirá trabajando en estrecha colaboración con una serie de socios y aliados”, se limitó a decir un portavoz.

Cuando el pasado mes de marzo Downing Street presentó la llamada “Revisión Integrada” de su política exterior y seguridad nacional - la “mayor revisión” desde la Guerra Fría, dejó claro que Asia es ahora el nuevo centro geopolítico. Por lo tanto, para que Reino Unido siga siendo relevante, el Gobierno considera que debe involucrarse más en la zona. Y es aquí cuando China se plantea como el gran reto porque, pese a reconocer que supone “la mayor amenaza estatal”, quiere estrechar al mismo tiempo la relación comercial.

Foto: Johnson en una sesión del consejo de seguridad en febrero. (EFE)

En este contexto, ¿a la nueva 'Global Britain' pos Brexit le interesaría que el club del Five Eyes ampliara sus miembros? “No es impensable, pero es poco probable", asegura James Rogers, cofundador del reputado 'think tank' Council On Geostrategy.

El experto en Defensa destaca que “ya existen plataformas y canales bilaterales entre el Reino Unido y los otros cuatro miembros con una variedad de países socios”, por lo tanto, no cree que la extensión del club vaya a ocurrir a corto plazo. “Ni siquiera es una propuesta formal del Gobierno de Estados Unidos, tan solo es una petición del Subcomité de Inteligencia para valorar esta posibilidad”, matiza a El Confidencial.

Los países que tienen estrechas relaciones con Five Eyes son Noruega, Holanda, Dinamarca y, con menor frecuencia, Francia, Alemania. Por su parte, Corea del Sur y Japón tienen tratados de Defensa bilaterales con Estados Unidos.

placeholder Aviones F-16 de las fuerzas aéreas de Taiwán. (EFE/Ritchie B. Tongo)
Aviones F-16 de las fuerzas aéreas de Taiwán. (EFE/Ritchie B. Tongo)

Pero una cosa es tener estrechos vínculos y otra muy diferente ser miembro del club. “Todo es cuestión de confianza. Five Eyes se basa en una profunda confianza para compartir las escuchas de inteligencia más sensibles. No creo que haya un deseo de expandir formalmente el grupo en este momento, aunque estos temas siempre se discuten. No es impensable, pero lo veo poco probable en este momento”, asegura.

Por su parte, Tim Willasey-Wilsey, exdiplomático británico y profesor ahora en King’s College London, tampoco lo ve como opción realista a corto plazo, según detalla en un artículo en el 'think tank' británico RUSI, enfocado en cuestiones de seguridad y defensa. Primero porque algunos de los países propuestos como nuevos miembros, como es el caso de Alemania, se han sentido incómodos desde el fin de la II Guerra Mundial con el hecho de que la inteligencia desempeñe un papel demasiado central en su gobierno.

Segundo, porque, según el experto, “ninguno de estos países propuestos comparte instintivamente las opiniones de los aliados de Five Eyes sobre las amenazas globales”. En este sentido, asegura que Alemania ha mantenido estrechos vínculos comerciales con Rusia a pesar de las agresiones del presidente Putin en Ucrania y Crimea, el derribo del MH17 y los envenenamientos de Skripal en Salisbury. Aunque esta misma semana, Berlín ha suspendido temporalmente el proceso de certificación del gasoducto ruso Nord Stream 2. El controvertido proyecto, que busca llevar gas hacia Alemania y Europa, deberá cumplir con ciertas condiciones para operar.

Foto: Merkel y Putin, durante un encuentro sobre Libia este enero. (Reuters)

Por su parte, India también ha querido mantener sus estrechas relaciones con Moscú, especialmente en el campo de la adquisición de armas, y ha tenido especial cuidado en no implicarse en proyectos que puedan interpretarse como una alianza estratégica contra China.

Corea del Sur no desea tener una relación de confrontación con Pekín, y actualmente tiene poco apetito por la amistad con Tokio. De hecho, el intercambio de inteligencia de Corea del Sur con Japón ha sido objeto de amargas discusiones en los últimos años”, continúa enumerando Willasey-Wilsey. Pero, ante todo, la razón de peso que indica que el club no va a abrir, de momento, sus puertas, es que los actuales miembros no parecen estar por la labor. Se requieren niveles extraordinarios de confianza para compartir los secretos más valiosos de un país con otro estado. Y no se ha llegado aún hasta ese punto.

La responsable del centro de escuchas de Australia, Rachel Noble, ha asegurado esta misma semana que una ampliación del Five Eyes ahora mismo no sería prudente. Apuesta por colaborar con otras democracias en función de las necesidades, pero no quiere ampliar el club.

Foto: Una protesta contra China en Amritsar, India. (EFE)

Por su parte, Nueva Zelanda, debido a sus fuertes vínculos comerciales con China, no quiere realizar ningún movimiento que pueda ser interpretado como una provocación. La primera ministra, Jacinda Ardern, ya ha dejado claro por ejemplo que continuará con la política de veto a la entrada en las aguas de su país a los futuros submarinos nucleares australianos, pieza central del nuevo pacto de defensa entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido (AUKUS, siglas en inglés). Y cuando el año pasado Five Eyes acordó ampliar su papel de la seguridad secreta a una postura más pública sobre el respeto de los derechos humanos, Nueva Zelanda tampoco estuvo presente en una declaración conjunta sobre las advertencias a Pekín respecto a su política con Hong Kong.

En definitiva, el poderoso club de espías, de momento, no se extiende. Para unos se trata de una decisión inadecuada, porque lo ven como una reliquia del pasado ante tiempos cambiantes. Para otros, es la opción correcta porque, entre otras cosas, cuando más se compartan los secretos, más riesgo hay de que sean interceptados.

En noviembre de 2020 se vivió un episodio insólito en el tablero geopolítico. En uno de los momentos de más tensión después de que Pekín reformara el sistema electoral de Hong Kong para asegurarse su control, el régimen de Xi Jinping lanzó una amenaza extraordinaria a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda para que dejaran de inmiscuirse en lo que el gigante asiático consideraba “asuntos internos”: “No importa si tienen cinco ojos o 10 ojos. Como se atrevan a dañar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China, que tengan cuidado porque podrían sacarles los ojos. China nunca causa problemas y nunca teme los problemas”, afirmó Zhao Lijian, un portavoz del Ministerio de Exteriores.

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