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Eric Adams: este es el poli vegano de Brooklyn para resucitar a Nueva York
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Candidato a la alcaldía de la ciudad

Eric Adams: este es el poli vegano de Brooklyn para resucitar a Nueva York

La historia del excapitán de policía incluye una paliza por parte de la policía y algún escándalo. Casi con total seguridad, será alcalde de la ciudad que nunca duerme en seis meses

Foto: Eric Adams, candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York. (Reuters)
Eric Adams, candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York. (Reuters)

En una ciudad donde seis de cada siete votantes son demócratas, podemos dar por sentado que el excapitán de policía Eric Adams será alcalde en seis meses. Su victoria de refilón en las primarias del partido, después de dos semanas de recuento, nos deja varias lecciones sobre el paisaje político tanto de Nueva York como de Estados Unidos. Un paisaje político que Adams supo leer y aprovechar en su beneficio.

El afroamericano de 60 años, a la sazón presidente del distrito de Brooklyn, ha hecho de la seguridad en las calles una de sus principales bazas de campaña. Un mensaje centrista que le ha granjeado el respaldo decisivo de varios sindicatos y de la mayoría de votantes de color de Brooklyn y Queens, en un contexto de inseguridad: los tiroteos aumentaron en Nueva York un 73% interanual el pasado mayo.

Su victoria ha generado comentarios ácidos por parte de la derecha, encantada de ver cómo un expolicía preocupado por el crimen es el favorito para ganar la alcaldía: la prueba de que la agitación activista del último año, bajo el lema de “desfinanciar' la policía”, solo sería el clamor de una minoría particularmente ruidosa.

Foto: Eric Adams. (Reuters)

El propio Adams acusó a los blancos de izquierdas de ocupar el escenario en nombre de las minorías. “Esto, realmente, está siendo liderado por un grupo demográfico diferente”, dijo Adams el pasado abril, en referencia al movimiento que, tras el asesinato de George Floyd en Mineápolis, exigía quitar recursos a las fuerzas del orden. “Hay muchos jóvenes blancos y pudientes que están viniendo a dominar la conversación”. No es el único que tiene este parecer. De la docena original de candidatos a la alcaldía, solo uno adoptó la idea de “desfinanciar' la policía”.

El entonces aspirante centró su campaña en los barrios de color y de clase trabajadora en Brooklyn, Queens y el Bronx. Con las excepciones de Harlem y Washington Heights, donde vive una mayoría de negros y latinos, Adams apenas puso un pie en Manhattan. “No queremos candidatos sofisticados”, declaró. En su apelación final a los votantes, desde las páginas del periódico local 'New York Daily News', Adams se postuló como neoyorquino de barrio y reivindicó su “experiencia vivida”: aquello que, según él, lo separaba del resto de candidatos y le daba un conocimiento detallado, personal, de los grandes dilemas neoyorquinos.

“Fui uno de los seis niños criados por una madre soltera que limpiaba casas, sin saber siempre si al llegar a casa encontraríamos una notificación de desahucio en la puerta o comida sobre la mesa”, escribió el demócrata. “Así que también entiendo las dificultades de pagar el alquiler, de encontrar cuidados infantiles asequibles y de tener suficiente en el banco para llegar al final de la semana”.

"Cada vez que veía un coche de policía, cada vez que los veía aparecer, cada vez que escuchaba una sirena, lo revivía. Y nunca se deja atrás"

El viaje vital de Adams tuvo su momento de la verdad en la adolescencia. Cuando tenía 15 años, él y su hermano fueron víctimas de una paliza a manos de unos policías. Según su testimonio, los agentes los arrestaron por entrar ilegalmente en una propiedad privada. Una vez bajo custodia, los maltrataron y les pegaron repetidamente en la ingle. Durante los siete días siguientes, orinaron sangre. “Me fui de allí con la creencia de que eso quedaba atrás. Un mal encuentro”, declaró Adams durante una entrevista en 2016. “Pero, a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que, cada vez que veía un coche de policía, cada vez que los veía aparecer, cada vez que escuchaba una sirena, lo revivía. Y nunca se deja atrás”.

Por eso, Adams habría acabado haciéndose agente de policía, para dominar el 'demonio' que aquella mala experiencia le había dejado dentro. A los 24 años, el afroamericano se graduó como segundo de su promoción en la Academia, con la voluntad, según ha dicho muchas veces, de reformar el cuerpo desde dentro.

Foto: Manifestantes marchan por las calles de Mineápolis con un cartel en el que se lee "¡No puedo respirar!", frase dicha por George Floyd antes de morir. (Reuters)

En campaña, ha planteado sus experiencias en las calles como una aventura de dos caras: la del policía que mantiene el orden y la del activista que trata de acabar con el racismo y la brutalidad policial. “Como fundador de 100 Blacks in Law Enforcement Who Care [creado en 1994 para eliminar los abusos y el sesgo racial en el cuerpo], a menudo patrullaba las calles con un chaleco antibalas un día durante la era del crimen en los ochenta y noventa, y al día siguiente protestaba contra el mal comportamiento de los policías”, dijo el nominado demócrata. Adams ha prometido brindar “la justicia que merecemos y la seguridad que necesitamos”.

Eric Adams vistió el uniforme durante 22 años, luego se metió en política. En 2006, se presentó a las legislativas y ganó un escaño del Senado estatal neoyorquino, donde fue de los primeros demócratas en abogar por la legalización del matrimonio homosexual. Siete años más tarde, fue elegido presidente del distrito de Brooklyn.

Su carrera no está exenta de escándalos. En 2010, fue acusado de favorecer el establecimiento de un casino en Queens; una maniobra sospechosa a la luz de que Adams había aceptado donaciones políticas de un grupo vinculado a esa empresa de casinos. A veces tiene fama de ser un poco áspero en sus comentarios, y durante la campaña para la alcaldía no fue del todo transparente con el número de sus propiedades en Nueva York y en Nueva Jersey. Para tratar de calmar las aguas, Adams invitó a los periodistas a visitar el sótano de su apartamento en Brooklyn, asegurándoles que se trataba de su primera residencia. El candidato había pasado parte de la pandemia durmiendo en las instalaciones de su oficina de Brooklyn.

Foto: Noche de protestas en Mineápolis por la muerte de George Floyd. (EFE)

Los demócratas moderados, que forman la inmensa mayoría del partido, verían en Adams un motivo de consuelo de cara a las legislativas de 2020. “Con los homicidios creciendo en todo el país, y recortes del gasto policial en varias ciudades importantes, líderes demócratas temen que la retórica de 'desfinanciar' la policía del año pasado los perjudique en las legislativas del año que viene”, escribe Mike Allen en 'Axios'. “Y los republicanos planean hacer del crimen uno de los asuntos más importantes”.

El camino de Adams, vegano y padre de un joven de 25 años que tuvo con una exnovia, está prácticamente allanado hacia el consistorio de la ciudad más grande de EEUU. Su rival republicano en noviembre, el locutor y fundador de los Ángeles Guardianes, Curtis Sliwa, apenas tiene posibilidades, y Adams tendrá la oportunidad de capitanear la recuperación simultánea de varias crisis: la del covid, la económica y la de una ola de violencia que no se veía desde que el expolicía patrullaba las calles.

En una ciudad donde seis de cada siete votantes son demócratas, podemos dar por sentado que el excapitán de policía Eric Adams será alcalde en seis meses. Su victoria de refilón en las primarias del partido, después de dos semanas de recuento, nos deja varias lecciones sobre el paisaje político tanto de Nueva York como de Estados Unidos. Un paisaje político que Adams supo leer y aprovechar en su beneficio.

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