El kirchnerismo aguanta en las Cámaras ante un Massa arrollador en Buenos Aires

El kirchnerismo, huérfano de Néstor y extrañando a la doliente Cristina, se lame las heridas de las legislativas de ayer: a duras penas, y según los sondeos, el oficialismo mantendrá la mayoría en ambas Cámaras, Senado y Congreso, pero los cimientos se tambalean ante el opositor Sergio Massa, que ha arrasado en Buenos Aires.

El Frente Renovador de Massa habría ganado de calle las legislativas en la provincia de Buenos Aires, superando nada menos que por diez puntos a la del gobernante Frente para la Victoria (FvP), que lidera Martín Insaurralde.

Este triunfo de Massa supera al que ya logró en agosto en las primarias frente al mismo candidato, lo que lo coloca como el gran triunfador de una jornada en la que los argentinos renovaban la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

El kirchnerismo, pese al varapalo de la provincia de Buenos Aires y la propia capital, podrá mantener de forma muy ajustada sus mayorías en ambas Cámaras gracias a los resultados en el resto del país. Mientras la agencia oficial de noticias prefería hacer hincapié en este dato, un diario abiertamente enfrentado a los Kirchner como Clarín proclamaba la victoria de Massa y su Frente Renovador en Buenos Aires, y lo elevaba a la categoría de líder para disputar por fin el poder a Cristina Fernández, que dependía de conservar su mayoría para poder sacar adelante leyes fundamentales de su programa en lo que queda de legislatura.

El resultado ajustado del oficialismo, visto como una dulce derrota por la oposición y sus medios, se produce en unas elecciones en las que por primera vez en la historia del país se ha incluido a los jóvenes de 16 y 17 años en el censo electoral, una polémica medida que el Gobierno aprobó el año pasado, según denunció la oposición, para mejorar sus resultados electorales.

Cristina sigue sin aparecer

Precisamente, la gran ausente de estas elecciones es la otra protagonista de estos comicios, Cristina Fernández de Kirchner, que sigue desaparecida. Su hijo mayor, Máximo Kirchner, rompió el silencio de manera inesperada a la hora de votar ayer y confirmó a una televisión que no hay fecha de retorno de su madre a las actividades oficiales. "Ella está mejor, pero no soy médico, no sé cuándo regresa".

Aprovechando que el ‘heredero’ había dejado por un momento de ser el ‘mudo’, como le conocen en Argentina, el periodista le preguntó si se iba a dedicar a la política: "No hago futurología", y se negó a opinar acerca de tal particular y sobre los resultados electorales.

Según había informado el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina,la presidenta se ha mantenido enterada del desarrollo de los comicios a través de sus "colaboradores personales".