En Europa se está desarrollando la construcción de identidad colectiva más grande del mundo. Con 447 millones de ciudadanos, la Unión Europa representa la tercera fuerza poblacional, por delante de Estados Unidos. Durante la última década la proporción de aquellos que se identifican únicamente con su país ha disminuido, mientras que los que se consideran europeos han aumentado constantemente. Es el resultado de una mayor unidad entre los pueblos de Europa frente a los desafíos colectivos. Pero también el resultado de la política de las instituciones europeas para crear una identidad común. Un esfuerzo que jugará un papel determinante en la dirección que tomará la integración europea.

En este vídeo explicativo veremos como la Unión Europea, a lo largo de los últimos treinta años, ha puesto en marcha planes para reforzar el sentimiento colectivo de pertenencia al proyecto europeo. La cuestión es crucial: si los europeos ven su identidad y su forma de vida como algo que merece proteger, entonces será más fácil para la UE empujar los estados miembros hacia una mayor integración política y social. Sin embargo, existen muchas resistencias y discrepancia entre los 27 socios sobre qué objetivos tiene que perseguir la casa común europea.