"Es una desgracia y es un síntoma que cualquier escándalo de las cañerías nacionales derive siempre a la fontanería de Villarejo, como si el ex poli dispensara el sello de calidad de cualquier trama digna de titularse nauseabunda, chantajista, extorsionadora". 

"Un comisario mimado, protegido y utilizado sistemáticamente por los gobiernos socialista y popular, pero también ejemplo de una extralimitación que le ha permitido parasitar la política, las finanzas, las instituciones, la monarquía y la vida social".