Ha sido la demolición más grande del año en Alemania: 250 kilos de explosivos derribaron la antigua central de carbón de Knepper, cerca de Dortmund, dejando tras de sí 28.400 toneladas de chatarra y escombros.
Lo primero fue la caldera, de 70 metros de altura. Con una segunda explosión, también cayó la torre de enfriamiento de 128 metros de altura y la chimenea, de 210 metros de altura. Después de cuatro segundos estaban en el suelo.
En los próximos meses, las piedras y el hormigón se triturarán con un equipo especial, se distribuirán en el área y se eliminarán los materiales de acero reciclables. Esta antigua central eléctrica de Eon, en los límites de las ciudades de Dortmund y Castrop-Rauxel, se había cerrado en 2014.
Tras la demolición de la central eléctrica comienza la rehabilitación del sitio de 58 hectáreas. Para 2020, el trabajo debería estar terminado y en su lugar se instalará un parque logístico y comercial.