Patinazo en Rusia. Este martes era día grande en Tsiolkovsky, la ciudad que alberga el cosmódromo de Vostochony. Era la segunda vez que la instalación, inaugurada en 2016, se engalanaba para lo que fue construída: albergar lanzamientos de cohetes espaciales. Todo fue sobre lo previsto. El Soyuz 2.1b despegó ante la mirada de varios curiosos que se acercaron a las inmediaciones del recinto, uno de los más modernos del mundo, para ser testigos del evento.
Minutos después del lanzamiento, la agencia espacial Roskomos hacía público el éxito del evento. El Soyuz tenía la labor de poner en órbita un satélite de la serie Meteor-M. Cosa que no ocurrió. Y es que no se ha podido establecer contacto con el aparato, en paradero desconocido.
"La última etapa del cohete con el bloque impulsor Fregat y el satélite Meteor-M llegó hasta la órbita intermedia, pero más tarde no se pudo establecer comunicación con el satélite debido a que no llegó a la órbita prevista", indicaron en un comunicado.
No sólo transportaba este satélite sino que llevaba a bordo otros 18 aparatos, muchos de ellos de empresas e instituciones de Noruega, Japón, Alemania o EE UU, entre otros. Roskomos se ha limitado a decir que, en estos casos, "la fase inicial de vuelo ha salido según lo previsto". A la segunda no hubo suerte. Tendrán pronto una oportunidad de resarcirse: el 17 de diciembre está programado otro lanzamiento.