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Stellantis y Saft presentan la innovadora batería IBIS, de coste más bajo y mayor eficiencia
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Tras cuatro años de diseño y simulaciones

Stellantis y Saft presentan la innovadora batería IBIS, de coste más bajo y mayor eficiencia

Con la participación de empresas como Stellantis y Saft, un proyecto científico francés ha desarrollado una batería que, con numerosas ventajas, se aplicará a la electromovilidad y al almacenamiento estacionario de energía dentro de pocos años

Foto: La batería IBIS integra en la zona de los módulos varios elementos que ahora van fuera. (Stellantis)
La batería IBIS integra en la zona de los módulos varios elementos que ahora van fuera. (Stellantis)

Decimos con frecuencia que, en realidad, estamos asistiendo en directo al inicio de la era moderna de la propulsión eléctrica aplicada al automóvil. Pensar que lo visto en estos poco más de 10 años de evolución es todo lo que daba de sí esta tecnología, sería tan osado como si alguien en 1908 hubiese considerado al primer Ford T como la referencia para saber lo que podía esperarse de las mecánicas de gasolina. Con independencia de lo que decida cada sociedad al respecto, y de cómo progrese el entorno de movilidad o las infraestructuras necesarias, el coche eléctrico y sus baterías, o sus pilas de combustible, no pararán de progresar, a veces con pasos enormes, a veces con progresos más discretos. Pero las investigaciones y sus resultados se multiplican y se aceleran.

placeholder La nueva tecnología se aplicará también al almacenamiento estacionario de energía de Saft.
La nueva tecnología se aplicará también al almacenamiento estacionario de energía de Saft.

Es el caso de IBIS (Intelligent Battery Integrated System), un proyecto conjunto de investigación empresarial y académica de Francia centrado en el desarrollo de un sistema de almacenamiento de energía más eficiente y menos costoso.​ Es decir, baterías mejores y mas baratas. IBIS integra las funciones de cargador eléctrico e inversor en los propios módulos de baterías de iones de litio, sustituyéndolas por tarjetas de conversión electrónicas, de modo que se libera espacio en el vehículo y se reduce el coste del conjunto, al margen de otras ventajas, como mayor fiabilidad y aumento de la autonomía del vehículo. Para sus creadores, es una tecnología que representa un gran avance para el almacenamiento de energía móvil y estacionaria, y el equipo del proyecto IBIS tiene intención de comercializarla en vehículos de las diferentes marcas de Stellantis antes de finalizar esta década.

Cuatro años de desarrollo

Este nuevo tipo de batería es el resultado de cuatro años de trabajo, en los que se han sucedido las fases de diseño, modelado y simulación, protagonizadas por un equipo de 25 personas formado por ingenieros e investigadores del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica), del grupo automovilístico Stellantis y de la empresa de acumuladores de energía Saft, con más de 100 años de experiencia en soluciones para el almacenamiento de energía.

El proyecto de investigación IBIS tiene operativo en realidad su primer prototipo de demostración desde el verano de 2022, y es objeto de numerosas patentes. Las empresas y organizaciones que han colaborado en su desarrollo creen qe supone una ruptura importante frente a los sistemas de conversión de energía eléctrica utilizados actualmente, y en este último año de pruebas se han podido validar muchos conceptos técnicos nuevos, además de dominar su control y funcionamiento como preparación para aplicaciones de energía tanto en automoción como en almacenamiento estacionario.

En el campo de la electromovilidad, por ejemplo, el proyecto IBIS podría suponer una importante evolución en el diseño de unidades motrices eléctricas, porque las tarjetas electrónicas de conversión, que realizan las funciones de inversor y cargador, se montan lo más cerca posible de las celdas de la batería de iones de litio, y un sofisticado sistema de control permite producir corriente alterna para el motor eléctrico directamente desde la batería.

placeholder Stellantis quiere aplicar la nueva tecnología a sus coches antes de finalizar esta década.
Stellantis quiere aplicar la nueva tecnología a sus coches antes de finalizar esta década.

Los participantes en el proyecto IBIS se centran ahora en construir un prototipo de vehículo eléctrico plenamente funcional, que se probará en los bancos de desarrollo y pistas de ensayos de Stellantis, así como en carreteras abiertas. "Nuestro viaje hacia la electrificación está impulsado por la innovación y la excelencia en la investigación, que utiliza la última tecnología para satisfacer las necesidades reales de nuestros clientes de vehículos eléctricos, como la autonomía, la habitabilidad y la asequibilidad, al tiempo que reduce la huella de carbono mediante la mejora de la eficiencia", explica Ned Curic, director de Ingeniería y Tecnología de Stellantis. "Este revolucionario sistema de batería podría suponer un paso decisivo en el compromiso de Stellantis de ofrecer tecnología útil, fácil y avanzada para todos".

Además, el proyecto IBIS ofrece la oportunidad de reducir el peso del vehículo, el coste de la unidad motriz y el de la fabricación del vehículo eléctrico. Por otro lado, y ya en el campo del almacenamiento estacionario de energía y la integración de energías renovables, Saft podrá ofrecer instalaciones llave en mano con mayor disponibilidad de las baterías, un uso optimizado de la energía instalada y un tamaño reducido. Asimismo, la optimizada arquitectura de la batería IBIS simplificará el mantenimiento y la actualización de la instalación, y reducirá la huella de carbono del emplazamiento. Y, lógicamente, la combinación de soluciones de baterías para vehículos eléctricos y para almacenamiento estacionario aumentará la competitividad de ambas ofertas, gracias a los efectos de la mayor escala en mercados en crecimiento.

Decimos con frecuencia que, en realidad, estamos asistiendo en directo al inicio de la era moderna de la propulsión eléctrica aplicada al automóvil. Pensar que lo visto en estos poco más de 10 años de evolución es todo lo que daba de sí esta tecnología, sería tan osado como si alguien en 1908 hubiese considerado al primer Ford T como la referencia para saber lo que podía esperarse de las mecánicas de gasolina. Con independencia de lo que decida cada sociedad al respecto, y de cómo progrese el entorno de movilidad o las infraestructuras necesarias, el coche eléctrico y sus baterías, o sus pilas de combustible, no pararán de progresar, a veces con pasos enormes, a veces con progresos más discretos. Pero las investigaciones y sus resultados se multiplican y se aceleran.

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