A nombre muerto, nombre puesto: ya no se llamará Milano, sino Alfa Romeo Junior

Si el pasado miércoles, y con presencia de los principales representantes de la ciudad de Milán, Alfa Romeo presentaba en la sede del Automóvil Club Milano el esperado Milano, primer SUV urbano de la firma italiana y también su primer coche con una versión 100% eléctrica, solo cinco días después el Alfa Romeo Milano vuelve a ser protagonista de la actualidad en el sector del automóvil tras conocerse que la firma milanesa del grupo Stellantis ha decidido hacer borrón y cuenta nueva, al cambiar la denominación comercial de su último coche, que pasará a llamarse Junior en vez de Milano: "un funcionario del Gobierno italiano declaró que el uso del nombre 'Milano', elegido por la marca para su nuevo coche deportivo compacto recientemente presentado, está prohibido por ley", explica el fabricante en un comunicado titulado "¿El nombre Milano no es OK? pues Alfa Romeo Junior entonces".

La elección del nombre Milano salió de una consulta en la que Alfa Romeo pidió al público que votase su denominación comercial favorita, y el resultado fue interpretado desde el primer momento como un homenaje a la ciudad de Milán, donde comenzó la historia de la firma del biscione en 1910. Además, no era la primera vez que la marca solicitaba la opinión de sus seguidores, pues ya lo hizo cuando en 1966 buscó un nombre para el Spider 1600, siendo elegida en aquella ocasión la palabra Duetto.

A pesar de que Alfa Romeo cree que el nombre Milano cumplía todos los requisitos legales, sus responsables han decidido cambiarlo por Junior, otra de las denominaciones que sonaban desde hace años para bautizar al SUV más compacto de la marca. Tras darse a conocer la noticia, el CEO de Alfa Romeo, Jean-Philippe Imparato, declaraba que "somos conscientes de que este momento permanecerá grabado en la historia de la marca. Es una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo es un momento emocionante. La elección del nombre Alfa Romeo Junior es completamente natural, ya que está fuertemente vinculada a la historia de la marca y ha estado entre nuestros favoritos y entre los favoritos del público desde el principio. Como equipo, estamos eligiendo una vez más compartir nuestra pasión por la marca y hacer que el producto y nuestros clientes sean la prioridad. Decidimos cambiar el nombre, a pesar de que sabemos que no estamos obligados a hacerlo, porque queremos preservar la emoción positiva que nuestros productos siempre han generado y evitar cualquier tipo de controversia". E Imparato, que presidió la presentación del pasado miércoles en Milán junto al CEO del grupo Stellantis, Carlos Tavares, concluye: "La atención a nuestro compacto deportivo que hemos recibido en los últimos días es bastante emocionante, ya que tuvimos un número sin precedentes de visitas al configurador online, lo que provocó que la web se bloqueara durante un par de horas".

El origen de Alfa Romeo Junior

Se da la circunstancia de que el comunicado en el que la marca italiana anuncia el cambio de nombre se refiere a la sustitución de "Milano" por "Alfa Romeo Junior", de manera que el nombre definitivo podría ser ese, Alfa Romeo Junior, y no Junior. Sería un detalle relacionado con el registro similar al del Toyota C-HR, que no se llama C-HR, sino Toyota C-HR, de forma que tanto en los anagramas del vehículo japonés como en toda la información oficial del fabricante sobre su modelo SUV aparece siempre el nombre de la marca ligado, de manera indisoluble, al del modelo: Toyota C-HR. Está por ver, no obstante, que vaya a ser esa la situación del Alfa Romeo Junior, o si finalmente la marca italiana podrá utilizar la palabra Junior de modo independiente.

En todo caso, no es la primera vez que un coche de la firma milanesa se llama Junior, pues el 26 de septiembre de 1966 fue presentado en la pista de pruebas de Balocco, en Italia, el GT 1300 Junior, derivado del Giulia y de su versión cupé Giulia Sprint GT, diseñada por Giugiaro para Bertone. El objetivo era atraer a un público más joven, y la propuesta encontró el respaldo de la clientela, pues el GT 1300 Junior, pese a prescindir realmente del nombre Giulia que encuadraba a toda la gama, fue la versión más exitosa de esa serie, totalizando unas ventas superiores a las 92.000 unidades.

Aunque casos como este no son frecuentes, en el pasado ya hubo algún modelo que debió cambiar de nombre a última hora, e incluso cuando ya había sido desvelado. Un ejemplo curioso es el protagonizado por la sueca Volvo, que a mediados de los 90 decidió utilizar la letra S para denominar a sus berlinas de tipo sedán y la letra F para los familiares, una nueva política de nombres que debería arrancar con sus coches más compactos: el S4 y el F4. Sin embargo, Audi reclamó por tener ya registrada la denominación S4 en uno de sus modelos de carácter deportivo, y Volvo se apresuró a solucionarlo añadiendo un cero: S40 y F40. Pero entonces Ferrari amenazó también con litigar, pues la firma del cavallino ya contaba con su mítico F40. Eso obligó a la marca escandinava a replantear de nuevo sus denominaciones: S para las berlinas y V, de versatility, para los familiares. Habían nacido, por fin, los S40 y V40, a los que seguirían los S70 y V70, los S90 y V90, y los S60 y V60.