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A contracorriente: ¿qué estado de EEUU podría prohibir la venta de coches eléctricos?
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Riesgos ecológicos, económicos y laborales

A contracorriente: ¿qué estado de EEUU podría prohibir la venta de coches eléctricos?

Su territorio es equivalente a la mitad de España, pero tiene los mismos habitantes que la provincia de Castellón. Wyoming, el segundo estado más desierto del país y uno de los más ricos en minería y petróleo, niega que la electromovilidad interes

Foto: Un Ford F-150 Lightning eléctrico, durante un test invernal en Alaska. (Ford)
Un Ford F-150 Lightning eléctrico, durante un test invernal en Alaska. (Ford)

Lejos de Nueva York, la ciudad que nunca duerme; lejos de la soleada California, el estado donde la electromovilidad se ha hecho más fuerte; y lejos también de la turística Florida, donde millones de estadounidenses sueñan con disfrutar sus años de jubilación. Wyoming tiene muy poco que ver con todos esos escenarios cosmopolitas del país que aparecen continuamente en los informativos o en el cine. Situado en el cuadrante noroccidental de Estados Unidos, pero muy lejos del Pacífico y de la frontera con Canadá, dos tercios de su territorio corresponden al ámbito de las Montañas Rocosas, y de hecho su altitud media supera los 2.000 metros sobre el nivel del mar, lo que influye en su clima seco, frío y ventoso, cuyos gélidos inviernos quedaron fielmente reflejados en Wind River, la película protagonizada por Jeremy Renner. Décimo estado más extenso del país, en sus 253.470 kilómetros cuadrados residen solo 576.000 habitantes, de manera que la densidad de población es de solo 2,31 habitantes por kilómetro cuadrado, la segunda más baja de EE.UU. por detrás de Alaska. Y su mayor ciudad es Cheyenne, la capital, donde viven 63.000 personas. Como en Ponferrada.

Pintar a grandes rasgos Wyoming, el estado del cowboy, parece oportuno cuando desde allí llega la noticia de que sus legisladores, con mayoría republicana como es allí tradición, quieren prohibir o limitar la venta de vehículos eléctricos a partir de 2035, exactamente en la misma fecha en que otros estados del país, al igual que la Unión Europea, planean hacer lo contrario: prohibir la venta de cualquier coche que equipe motor de combustión. Y no ocultan que el razonamiento principal de su propuesta es proteger las industrias del petróleo y el gas, que son dos de los pilares económicos en el que, por cierto, es el territorio de EE.UU. con mayor producción de carbón, pues la minería ha desplazado en las últimas décadas a la agricultura como principal sustento de los wyominguitas.

placeholder Los republicanos de Wyoming quieren que el vehículo eléctrico no sea obligatorio.
Los republicanos de Wyoming quieren que el vehículo eléctrico no sea obligatorio.

De hecho, el proyecto de ley ahora presentado defiende que el avance de la electromovilidad será un obstáculo para el desarrollo de Wyoming y sus relaciones comerciales con otros estados. "Los interminables tramos de carretera de Wyoming, unidos a la falta de infraestructura de recarga de los vehículos eléctricos, hacen que la utilización generalizada de vehículos eléctricos sea imposible en este estado", dice el texto presentado por el senador republicano Kim Anderson y apoyado por otros cinco miembros de su partido.

Y la propuesta de Anderson centra sus argumentos en contra del vehículo eléctrico para Wyoming en tres puntos principales. El primero, que las baterías utilizadas en ese tipo de automóviles contienen minerales críticos con escasa presencia en los recursos del país y claro riesgo de interrupción en el suministro; el segundo, que los minerales empleados en las baterías eléctricas no son desechables ni se pueden reciclar fácilmente, lo que obligaría a transformar los centros de tratamiento de residuos del estado para eliminar todos esos elementos de manera responsable y segura; y el tercero, que la industria petrolera emplea a miles de personas en ese estado, y que la proliferación de vehículos eléctricos reduciría el parque de vehículos con motor de combustión, lo que tendría "efectos nocivos en las comunidades de Wyoming y será perjudicial tanto para la economía del estado como para su capacidad a la hora de participar eficientemente en la actividad comercial".

Eliminación gradual hasta 2035

Pero el proyecto de ley no apuesta por una prohibición inmediata de los vehículos eléctricos, sino por la eliminación gradual de su venta en el territorio de Wyoming. De hecho, y a pesar de que el texto parece tajante en ese sentido, los promotores de la medida no dejan claro si finalmente se prohibirían o no su venta en 2035, pues todo apunta a que finalmente permitirían la comercialización de los coches eléctricos, pero como una alternativa de propulsión más entre las que elegir.

placeholder Montaña, clima frío y enormes distancias despobladas, un mal escenario para el coche eléctrico.
Montaña, clima frío y enormes distancias despobladas, un mal escenario para el coche eléctrico.

Una normativa muy alejada de la que ya aprobó California, que a partir de 2035 solo admitirá la venta de coches, camionetas y SUV nuevos que equipen mecánica eléctrica, ya sea de batería o de hidrógeno. Los estados de Massachusetts, Nueva York, Oregón, Vermont y Washington también podrían prohibir la venta de automóviles de combustión en los mismos términos que California, mientras que Virginia, donde los demócratas decidieron en su día seguir un camino similar, la nueva mayoría republicana ha decidido anular la vía californiana y optar por un proceso menos drástico, como probablemente harán también los estados de Colorado y Pensilvania.

No obstante, en Estados Unidos se duda de que Wyoming pueda llevar adelante su propia normativa contra la comercialización de vehículos eléctricos, pues el gobierno federal, a través de su Ley de Aire Limpio, fija unos niveles mínimos de emisiones que los gobiernos de cada estado solo podrán rechazar si sus propias normativas son aún más restrictivas, como en el caso de California. Pero, en principio, no habría espacio legal para normativas estatales menos restrictivas que la federal, lo que llevaría al proyecto de ley de los republicanos wyominguitas a un callejón sin salida.

Lejos de Nueva York, la ciudad que nunca duerme; lejos de la soleada California, el estado donde la electromovilidad se ha hecho más fuerte; y lejos también de la turística Florida, donde millones de estadounidenses sueñan con disfrutar sus años de jubilación. Wyoming tiene muy poco que ver con todos esos escenarios cosmopolitas del país que aparecen continuamente en los informativos o en el cine. Situado en el cuadrante noroccidental de Estados Unidos, pero muy lejos del Pacífico y de la frontera con Canadá, dos tercios de su territorio corresponden al ámbito de las Montañas Rocosas, y de hecho su altitud media supera los 2.000 metros sobre el nivel del mar, lo que influye en su clima seco, frío y ventoso, cuyos gélidos inviernos quedaron fielmente reflejados en Wind River, la película protagonizada por Jeremy Renner. Décimo estado más extenso del país, en sus 253.470 kilómetros cuadrados residen solo 576.000 habitantes, de manera que la densidad de población es de solo 2,31 habitantes por kilómetro cuadrado, la segunda más baja de EE.UU. por detrás de Alaska. Y su mayor ciudad es Cheyenne, la capital, donde viven 63.000 personas. Como en Ponferrada.

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