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Bugatti Royale, el coche para reyes que acabó ocupando las vías del tren
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CON UN MOTOR 8 CILINDROS DE 14,7 LITROS

Bugatti Royale, el coche para reyes que acabó ocupando las vías del tren

Se fabricaron 6 unidades con carrocerías diferentes y su motor se utilizó luego para los trenes rápidos franceses

Foto: Este fue el primer Bugatti Royale Type 41 vendido, una versión descapotable de cuatro plazas
Este fue el primer Bugatti Royale Type 41 vendido, una versión descapotable de cuatro plazas

Ettore Bugatti, el fundador de la marca que lleva su nombre, fue un genio de la mecánica, no solo de la automoción sino también de los ferrocarriles o los aviones. En 1926 se puso a hacer un coche que fuera solo para los reyes o los emperadores al que llamó Bugatti Royale. Fue un gran éxito por lo que representaba el vehículo y cómo estaba hecho, pero también un gran fracaso económico porque de las primeras seis unidades construidas solo se vendieron 4 y otras dos se las quedó la propia marca. Hoy en día es el coche más impresionante jamás fabricado, más de seis metros de longitud, y un motor brutal de 300 caballos…en los años veinte.

El Royale es un vehículo legendario que llegó al mercado en un mal momento, porque al poco de ponerse a la venta saltó una grave crisis, lo que hizo que sus ventas quedaran muy limitadas. Para hacerse una idea de lo que era este modelo, el precio era superior a los 100.000 Reichmarcs. Es decir, el triple que un Rolls Royce o un Hispano Suiza tope de gama. Y si lo comparamos con otro Bugatti, multiplicaba por 10 su precio.

Sus dimensiones también eran brutales, con una distancia entre ejes de 4,40 metros. Y su motor era inmenso, un propulsor de 8 cilindros en línea que en principio tenía 14,7 litros de cilindrada. Era un motor desarrollado por Ettore Bugatti para la aviación, para su uso en un nuevo avión para el ejército francés. Pero Bugatti hizo los cambios necesarios para hacer que fuera un propulsor de coche, y para ello redujo su cilindrada a 12,8 litros.

Todo ello para hacer de este motor el mejor, el más grande y potente, con hasta 300 CV. En este propulsor todo estaba pensado a otra escala. Por ejemplo, su depósito de aceite para asegurar el perfecto engrase de sus ocho cilindros tenía 23 litros, mientras que el sistema de refrigeración contaba con 43 litros.

placeholder Este es el prototipo del Bugatti Royale de 1926 con carrocería aún más larga y motor de 14,7 litros.
Este es el prototipo del Bugatti Royale de 1926 con carrocería aún más larga y motor de 14,7 litros.

Bugatti tenía la obsesión de hacer el coche ideal para los reyes y emperadores y todo era a gran escala. Su potencia alcanzaba los 300 caballos, la potencia que el genio italiano consideraba necesaria para mover un coche que pesaba más de 3,5 toneladas por encima de 200 km/h. Pero ojo, estamos hablando de finales de los años veinte.

Un mal momento

Su potencia máxima estaba disponible desde las 1.800 vueltas. Combinado con este motor encontramos una caja de cambios de tres marchas. Y su depósito de combustible tenía una capacidad de 200 litros, para poder permitir una autonomía suficiente. Lo que no es tan fácil es saber su consumo, que debía ser igual de brutal que su potencia o su cilindrada.

La marca francesa lanzó este Bugatti Royale en un mal momento. Fue justo cuando comenzó una grave crisis, lo que hizo que sus ventas fueran muy limitadas, mucho más aún de lo que estaba previsto inicialmente. Solo cuatro unidades vendidas, aunque la marca había construido seis unidades para su puesta en el mercado.

Aunque el primer prototipo se construyó en 1926, con una carrocería más larga y con el motor original de 14,7 litros de cilindrada, en realidad el primer coche no se vendió hasta el 1933. Fue a un conocido un industrial de París. Era una versión roadster con carrocería de dos puertas en la que su comprador decidió que no quería faros, porque solo lo iba a usar de día.

Solo cuatro unidades vendidas

placeholder Esta es la figura que llevaban en su tapón del radiador los Royale, los únicos Bugatti con este elemento.
Esta es la figura que llevaban en su tapón del radiador los Royale, los únicos Bugatti con este elemento.

Otros tres vehículos con carrocerías diferentes se construyeron del Bugatti Royale para su venta. En total, las unidades vendidas fueron cuatro, una versión descapotable, una variante limusina, una versión limusina especialmente adaptada para los viajes y una limusina de dos puertas en la que se podía quitar el techo. Se hicieron otros dos más que eran los que utilizaban el propio Etore Bugatti y su mujer para sus desplazamientos. En total, solo se hicieron seis unidades el Bugatti Royale.

En la actualidad siguen existiendo en perfecto estado las seis en las colecciones más exclusivas del mundo. Dos unidades están expuestas en la Ciudad del Automóvil, dentro de la Collection Schlumpf en Mulhouse y una en la sede de la marca en Molsheim. Sin duda este coche estaría en la lista como el coche más caro del mundo, si en estos momentos alguno de sus propietarios decidiera poner a la venta uno en una subasta.

Foto: Es una reproducción al 75% de su tamaño del Type 35 original, pensado para niños y "niños grandes".

El coche fue un fracaso en lo económico por sus ventas tan escasas, pero Bugatti tuvo la idea de reutilizar este motor, del que había construido varias unidades, para otros fines. Así desarrolló una versión de este motor con su potencia reducida a 200 caballos para utilizarlo en un nuevo tren rápido que estaba desarrollando para el gobierno francés. En solo nueve meses el tren estaba preparado para su producción en serie.

A partir de 1935, y hasta 1958, estas locomotoras de cuatro ejes que Bugatti desarrolló para la sociedad de ferrocarriles franceses, SNCF, estuvieron en uso con sus motores de 8 cilindros del Bugati Royale. Cabe destacar que en las primeras pruebas con estas locomotoras, en el año 1935, se alcanzó la velocidad de 173 km/h. Con ello se convierte en el primer tren de alta velocidad de la historia. La sociedad SNCF hizo un pedido de 79 de estas locomotoras a Bugatti a lo largo de su vida útil.

La historia del Bugatti Royale, como el coche más grande, lujoso, potente y caro de la automoción ha tenido su continuidad en la gama actual de Bugatti. Solo cuenta con un modelo, eso sí no menos impresionante que aquel vehículo de los años veinte. Bugatti solo produce un coche, el Chiron, un vehículo equipado con un impresionante motor de 16 cilindros en W y una cilindrada de más de 8 litros. Es el coche más caro, más rápido y potente fabricado en serie en el mundo y un perfecto heredero de aquel coche de los reyes y emperadores.

Ettore Bugatti, el fundador de la marca que lleva su nombre, fue un genio de la mecánica, no solo de la automoción sino también de los ferrocarriles o los aviones. En 1926 se puso a hacer un coche que fuera solo para los reyes o los emperadores al que llamó Bugatti Royale. Fue un gran éxito por lo que representaba el vehículo y cómo estaba hecho, pero también un gran fracaso económico porque de las primeras seis unidades construidas solo se vendieron 4 y otras dos se las quedó la propia marca. Hoy en día es el coche más impresionante jamás fabricado, más de seis metros de longitud, y un motor brutal de 300 caballos…en los años veinte.

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