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¿Un gorgonzola de Wisconsin? La guerra del queso (y del chorizo) entre EEUU y Europa
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"ME CIERRAN EL MERCADO"

¿Un gorgonzola de Wisconsin? La guerra del queso (y del chorizo) entre EEUU y Europa

El queso feta, el 'gorgonzola' y el parmesano deben elaborarse en determinados países para poder venderse con esos nombres en la UE, y eso ha enervado a los fabricantes de ese tipo de quesos en EEUU

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Klondike Cheese vende su queso desmenuzable, fabricado en Wisconsin, como feta en todo Estados Unidos. Pero, en la Unión Europea, la empresa tendría que etiquetarlo como queso de pasta blanca o alguna variante que no mencionara la palabra feta. La empresa ni siquiera se molesta en exportarlo allí.

No poder llamar feta al queso "me cierra todo ese mercado", afirma Luke Buholzer, vicepresidente de ventas de Klondike, que fabrica el queso feta de la marca Odyssey.

Klondike es una de las empresas estadounidenses más afectadas por la ampliación por parte de la Unión Europea de la lista de alimentos, vinos y licores cuyos nombres están reservados a los productores locales tradicionales. Ahora, hay más de 3.500 de estos productos protegidos, casi un 28% más que en 2010, según datos de AND International, una empresa independiente de investigación de la industria alimentaria.

La industria quesera estadounidense, en particular, se ha resistido a la normativa de la UE, que protege casi 300 quesos. Para llamarse feta, el queso debe fabricarse en Grecia. El queso gorgonzola tiene que ser italiano.

Foto: Quesos parmesanos y Grana Padano, en una imagen de archivo. (EFE/Elisabetta Baracchi)

Además de aumentar el número de productos protegidos, la UE quiere facilitar a los productores el proceso de solicitud para añadir sus alimentos a la lista. A los fabricantes de alimentos de EEUU les preocupa que esto atraiga a otros productos, incluidos los embutidos. No cuestionan las protecciones de la UE en torno al "jamón de Parma", pero quieren seguir utilizando las palabras prosciutto, bologna y chorizo.

"No se puede tomar algo que ha sido de dominio público durante décadas —siglos en algunos casos— y, de repente, de la noche a la mañana, decidir que ese nombre no pertenece al público", opina Jaime Castaneda, director ejecutivo del Consortium for Common Food Names, que representa a los productores de alimentos y vinos de EEUU en este asunto.

EEUU y la UE son aliados y socios comerciales desde hace mucho tiempo, pero, a lo largo de los años, han mantenido una larga lista de disputas, como las relativas a las aves de corral, los aranceles sobre el acero y el aluminio y los distintos planteamientos sobre los cultivos modificados genéticamente.

Estados Unidos es el primer exportador mundial de alimentos, excluido el pescado, según la Organización de las Naciones Unidas​ para la Agricultura y la Alimentación, enviando cerca de 200.000 millones de dólares en exportaciones agrícolas en 2022, según el Departamento de Agricultura.

Foto: Un supermercado en Tarleton, Reino Unido. (Getty/Christopher Furlong)
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Los productores de alimentos estadounidenses también han tomado medidas para proteger algunos productos con vínculos geográficos, como las marcas que protegen las patatas de Idaho y las naranjas de Florida. El gobernador de Hawái firmó en julio una ley que exige más información en las etiquetas de las mezclas de café de Kona.

Castaneda afirma que se trata de protecciones legítimas, acordes con la normativa de la UE para productos estrechamente asociados a una región específica. En su opinión, la UE va demasiado lejos al extenderlas a términos más comunes.

"Patatas de Idaho identifica una región específica", dijo. "Cuando buscas un queso, buscas un método de producción".

El grupo de Castaneda es uno de los que presionan al Congreso para que incluya una disposición en la próxima ley agrícola que ordene al secretario de Agricultura que trabaje con el representante de Comercio de EEUU para garantizar los derechos de los fabricantes de alimentos estadounidenses a utilizar términos alimentarios comunes.

"Si no se reduce, podría perjudicar gravemente a nuestros mercados de exportación", declaró la senadora demócrata Tammy Baldwin (Wisconsin), que apoya el proyecto junto con el senador republicano John Thune (Dakota del Sur) y otros.

Foto: Vista de una carnicería en el Mercado Maravillas de Madrid. (EFE/Javier Lizon)

Los funcionarios de la UE afirman que estos productos protegidos, conocidos como "indicaciones geográficas", representan la propiedad intelectual y tienen un precio superior porque los consumidores asocian estos productos con las regiones responsables de su gran reputación.

"La protección de las indicaciones geográficas permite a los consumidores confiar y distinguir los productos de calidad, además de proteger a los productores tradicionales contra el uso indebido del nombre de su producto", declaró Miriam García Ferrer, portavoz de Comercio y Agricultura de la Comisión Europea.

Los funcionarios de la UE afirman que su sistema no impide a los productores estadounidenses vender sus productos en el extranjero, sino que solo limita la forma en que pueden etiquetar determinados artículos en la UE y otros países donde estas protecciones forman parte de los acuerdos comerciales.

Los productores estadounidenses afirman que las restricciones de etiquetado de la UE pueden disuadirlos de exportar, o suponer un gasto adicional si deciden seguir vendiendo en el extranjero con nuevos envases.

El mayor coste "es si se pierden ventas, porque los consumidores ya no ven el nombre del queso que están acostumbrados a comprar", explica Gaetano Auricchio, presidente de BelGioioso Cheese de Wisconsin.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la secretaria de Estado de Comercio de EEUU, Gina Raimondo. (EFE/Fernando Calvo)

En Japón y Corea, BelGioioso se vio obligado a cambiar la etiqueta de su queso fontina por "Fontal" y la de su queso gorgonzola por "CrumblyGorg". También está en proceso de cambiar la etiqueta de su queso Asiago en México por Belgiago, dijo, debido a los acuerdos comerciales que la UE ha alcanzado con ese país y otros.

Los vinicultores estadounidenses también están presionando para que se relajen algunas de las protecciones de la UE en torno a ciertos términos descriptivos tradicionales utilizados a menudo en las etiquetas, como château y vintage, que los vinicultores estadounidenses no pueden utilizar en las botellas que exportan a la UE.

"Obviamente, nos preocupa mucho porque limita la capacidad de los productores de vino de EEUU para comercializar sus vinos en igualdad de condiciones", dijo Charles Jefferson, vicepresidente del Wine Institute, que defiende a los viticultores de California.

La industria vinícola no se opone a algunos nombres con significado geográfico, como champagne, que debe proceder de una región específica de Francia para ser etiquetado como tal. Los vinicultores estadounidenses han conseguido que la UE reconozca la indicación geográfica de algunos de sus vinos, como los de Napa Valley y Willamette Valley, en Oregón.

Los vinos representan aproximadamente la mitad de los productos protegidos por la UE. En abril, las aduanas belgas retiraron más de 2.300 latas de Miller High Life por llevar el logotipo "el champán de las cervezas", a petición del Comité Champagne, una organización comercial.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

Klondike Cheese vende su queso desmenuzable, fabricado en Wisconsin, como feta en todo Estados Unidos. Pero, en la Unión Europea, la empresa tendría que etiquetarlo como queso de pasta blanca o alguna variante que no mencionara la palabra feta. La empresa ni siquiera se molesta en exportarlo allí.

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