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Si la Fed quiere evitar una recesión, necesita elevar su objetivo de inflación
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Si la Fed quiere evitar una recesión, necesita elevar su objetivo de inflación

Los signos de debilidad económica se acumulan, pero muchos economistas y estrategas se aferran a sus predicciones de que se conseguirá que la economía realice un aterrizaje suave

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Los datos de la semana pasada incluyeron una caída peor de lo previsto en las ventas pendientes de viviendas, hasta el nivel más bajo desde 2014, y además indican que el dolor va más allá, dado que lideran las ventas de viviendas existentes. Los hogares ahorraron al ritmo más lento desde 2008, los índices de gestores de compras mostraron una desaceleración mayor de la esperada tanto en las actividades de la industria manufacturera como en las de servicios, la media móvil de cuatro semanas de las solicitudes de subsidio de desempleo aumentó por octava semana consecutiva, y el indicador GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta cayó al 1,9% en el segundo trimestre desde una estimación anterior del 2,4%.

Todo ello se está produciendo a la par que aumentan los inventarios de las empresas, se acumulan los despidos y el informe revisado sobre el producto interior bruto del primer trimestre muestra que los beneficios empresariales cayeron por primera vez desde finales de 2020. Si se parte de las declaraciones de las empresas a futuro, las ganancias volverán a disminuir en el trimestre actual, advierte Nancy Lazar, economista jefe mundial de Piper Sandler. El rastreador diario de la confianza del consumidor de su empresa cayó a un nuevo mínimo del ciclo a lo largo de la semana.

Sin embargo, gran parte de Wall Street sigue convencida de que la economía estadounidense seguirá creciendo a medida que la Reserva Federal endurezca su política monetaria para combatir la inflación de los precios al consumo, que se encuentra en su punto más alto de las últimas cuatro décadas, a pesar de que los aterrizajes suaves sean poco comunes y de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, haya pasado recientemente de describir cómo aterrizará la economía con la palabra "suave" a "más bien suave" y luego a "desigual" y a que conllevaría "algo de dolor".

Foto: Jerome Powell (EFE/EPA) Opinión
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Hay una forma de conciliar el endurecimiento de la política de la Reserva Federal —donde la reducción del balance comienza en junio, mientras los tipos de interés suben otro medio punto con un crecimiento ya debilitado como telón de fondo— con evitar una recesión. La inflación seguiría siendo alta porque la Fed dejaría de luchar contra ella.

Consideremos el análisis de Solomon Tadesse, jefe de estrategias de renta variable cuantitativa en Norteamérica de Société Générale, en el que se abordan las condiciones necesarias para que la Fed alcance su objetivo. Expone que, para detener la inflación, podría ser necesario un endurecimiento monetario global de hasta un 9,25%, con el tipo de interés principal subiendo al 4,5%. El equilibrio sería fruto de un ajuste cuantitativo de unos 3,9 billones de dólares, revirtiendo dos tercios de las compras de bonos de emergencia que la Reserva Federal llevó a cabo en los últimos dos años y reduciendo el balance de la Reserva Federal a casi la mitad.

No obstante, es poco probable que eso ocurra. "Siguen hablando del 2%, pero el precio podría ser demasiado alto", advierte Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research, refiriéndose al antiguo objetivo de inflación de la Fed. Predice que cuando la inflación de los precios se enfríe hasta quedar cerca del 4%, el banco central indicará su intención de elevar el objetivo y, por tanto, pondrá fin a las políticas de endurecimiento antes de lo que muchos inversores creen.

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El alquiler es uno de los principales motores de la opinión de Yardeni. Aunque la demanda de vivienda está cayendo a medida que se disparan los tipos hipotecarios, los precios siguen subiendo. La vivienda representa aproximadamente una cuarta parte del índice de gasto de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), el indicador de inflación preferido por la Fed, y el 40% del índice de precios al consumo (IPC). Rick Palacios, director de investigación de John Burns Real Estate Consulting, afirma que los precios de las viviendas existentes y nuevas subirán un 8% y un 6% respectivamente este año. Dado que los alquileres van entre 12 y 18 meses por detrás de los precios de la vivienda, estas previsiones sugieren que los alquileres seguirán siendo elevados incluso cuando los precios de las viviendas se enfríen. Yardeni señala además que, aparte de provocar una "profunda recesión", poco puede hacer la Reserva Federal ante la inflación de los alquileres en este momento.

Hasta ahora, los directivos de la Reserva Federal, pasados y presentes, han mantenido que el objetivo del 2% es sagrado. La secretaria del Tesoro y expresidenta de la Fed, Janet Yellen, descartó recientemente la idea de un objetivo de inflación más alto. Powell ha expresado su compromiso de volver a situar la inflación en el 2%, y las declaraciones políticas formales reiteran ese objetivo.

Yardeni no es el único que opina así. En una entrevista con Bloomberg TV a principios de este mes, el profesor de la Universidad de Nueva York, Paul Romer, sugirió que la Fed estaría mejor con un objetivo de inflación estable del 3% al 4%. El asesor económico jefe de Allianz, Mohamed El-Erian, expresó en abril a la CNBC que la Fed podría verse obligada a elevar su objetivo, dado lo rezagada que se ha quedado con respecto a la curva de inflación.

La persistente inflación 'shelter' (refugio) no es la única razón para sospechar que un objetivo de inflación más alto podría estar sobre la mesa. Tim McDonald, socio de Pennant Investors, ha subrayado la transición hacia la energía verde, así como los posibles movimientos de los fabricantes estadounidenses para acercar las cadenas de suministro a su país. En cuanto a lo primero, advierte que habrá una desconexión entre la oferta y la demanda durante años antes de que un sistema ecológico pueda sustituir al actual. En cuanto a lo segundo, McDonald (que estableció que sus opiniones no representan las de su empresa) señala que incluso una reversión parcial de la globalización abriría la puerta a una inflación de décadas de duración, a medida que las empresas se enfrentan a costes laborales más altos y a otros gastos asociados al traslado de la producción.

Foto: Protestas en Colombo, Sri Lanka, por la situación económica. (EPA)

La cuestión, según McDonald, es que la economía estadounidense se enfrenta actualmente a un periodo de mayor inflación estructural, lo que hace que el objetivo del 2% quede obsoleto. "Como inversor, lo veo como si estuviéramos en un periodo de transición. No sé cuánto durará, pero seguro que no es cuestión de trimestres".

Los datos del viernes mostraron que el PCE, excluyendo los alimentos y la energía, se enfrió a un ritmo interanual del 4,9% en abril, frente al 5,2% del mes anterior, lo que representa el ritmo más lento de este año. Esta cifra está muy por detrás del aumento del 6,2% del IPC subyacente de abril y no está muy lejos del 4% que Yardeni y otros han señalado como posible nuevo objetivo. Los críticos opinan que el PCE es problemático. Según Peter Boockvar, director de inversiones de Bleakley Advisory Group, la sanidad tiene un gran peso en el PCE, y las tasas de reembolso de Medicare y Medicaid, fijadas por el gobierno y, por tanto, artificialmente deprimidas, constituyen la mayor parte. Dejando a un lado las críticas, la realidad es que la Fed utiliza el PCE básico para fijar la política, y es posible que se enfríe hasta el 4% más rápido de lo que se aprecia.

No están claros los efectos que un objetivo de inflación más elevado podría tener sobre la economía y los mercados, dado que hay muchos factores involucrados. Tadesse, de Société Générale, afirma que elevar el objetivo sería negativo tanto para las acciones como para los bonos, ya que al hacerlo se desestabilizarían las expectativas de inflación, lo que a su vez elevaría los precios y podría provocar más dificultades en el futuro. McDonald, de Pennant, señala que una mayor inflación beneficia a los prestatarios en detrimento de los prestamistas. También está la idea de que un objetivo de inflación más alto significaría tipos de interés más bajos, lo que, en el vacío, debería generar un aumento del valor actual de los futuros flujos de caja libres de las empresas y reforzar especialmente los valores 'growth'.

Si la economía estadounidense quiere evitar una recesión, algo tendrá que ceder. El objetivo de inflación de la Reserva Federal es uno de los candidatos.

*Contenido con licencia de 'Barron’s'

Los datos de la semana pasada incluyeron una caída peor de lo previsto en las ventas pendientes de viviendas, hasta el nivel más bajo desde 2014, y además indican que el dolor va más allá, dado que lideran las ventas de viviendas existentes. Los hogares ahorraron al ritmo más lento desde 2008, los índices de gestores de compras mostraron una desaceleración mayor de la esperada tanto en las actividades de la industria manufacturera como en las de servicios, la media móvil de cuatro semanas de las solicitudes de subsidio de desempleo aumentó por octava semana consecutiva, y el indicador GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta cayó al 1,9% en el segundo trimestre desde una estimación anterior del 2,4%.

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