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Terremoto Erdogan: la economía turca vuelve a temblar por la caída de la lira
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EL 'NUEVO MODELO ECONÓMICO' DE erdogan

Terremoto Erdogan: la economía turca vuelve a temblar por la caída de la lira

La debilidad de la lira proporciona un telón de fondo inestable para el presidente Erdogan, que se ha convertido en un actor clave en la guerra de Ucrania

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Turquía lleva meses esforzándose por apuntalar su economía empleando miles de millones de dólares para reforzar su moneda. Estas medidas están perdiendo fuerza, lo que aumenta la presión económica sobre el líder del país, el presidente Recep Tayyip Erdogan.

La invasión rusa de la cercana Ucrania, las presiones inflacionistas mundiales y el fortalecimiento del dólar han agravado los problemas de Turquía. Estas condiciones han empeorado una crisis interna que comenzó el año pasado después de que Erdogan presionara al banco central para que recortara los tipos de interés a pesar de la creciente inflación.

El pasado miércoles, la lira cayó por sexto día consecutivo, alcanzando las 17 liras por dólar por primera vez desde la crisis del año pasado, erosionando aún más el poder adquisitivo de los consumidores y las empresas turcas. El aumento del coste de los alimentos, la atención médica, la energía y otros productos básicos ha abocado a millones de ciudadanos turcos a la pobreza y ha restado apoyo al Gobierno de Erdogan.

Foto: Foto: Reuters

La debilidad de la lira y la precaria situación financiera de Turquía constituyen un telón de fondo inestable para Erdogan. Se ha convertido en un actor clave en la guerra de Ucrania, acogiendo las conversaciones sobre los envíos de grano y el alto el fuego, proporcionando aviones no tripulados a Ucrania y bloqueando la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN.

En casa, sin embargo, se enfrenta al reto económico más intenso desde que llegó al poder tras otra crisis económica hace dos décadas.

En mayo, la inflación de Turquía aumentó hasta casi un 75%, según informó el viernes la agencia de estadísticas del país. Se trata de la tasa más alta de todas las naciones del G-20 y la sexta más alta del mundo, por detrás de países como Siria, que sigue en plena guerra civil, y Venezuela, un Estado fallido.

Diversos economistas independientes sostienen que es probable que la tasa de inflación sea mucho mayor. ENAGroup, un proyecto organizado por economistas y contables, afirma que la verdadera tasa de inflación de Turquía está más cerca del 160%. El Gobierno turco ha tomado medidas para restringir la capacidad de los economistas independientes de publicar cifras de inflación y hacer comentarios que las autoridades consideran perjudiciales para la moneda turca. El año pasado, la agencia de estadísticas del Gobierno demandó a ENAGroup por sus cálculos de inflación.

"Son medidas para ganar tiempo. No son medidas que resuelvan problemas económicos"

El presidente turco ha pedido que se reduzcan los tipos de interés por considerar que contribuirán a la expansión de la economía y acabarán calmando la inflación, en contra de las enseñanzas de la corriente económica dominante. Obligó al banco central a bajar los tipos cuatro veces consecutivas a finales de 2021.

Eso hizo que la lira se desplomara. Turquía consiguió estabilizar temporalmente la moneda mediante una combinación de medidas improvisadas. La principal fue un programa a finales del año pasado que prometía devolver la diferencia de la caída de la moneda frente al dólar si los residentes mantenían sus ahorros en liras en el banco.

"Son medidas para ganar tiempo. No son medidas que resuelvan problemas económicos", advirtió Erik Meyersson, economista del banco sueco Handelsbanken.

Pero con el rápido auge de la inflación, la lira ha vuelto a caer en las últimas semanas. Ha perdido más del 20% de su valor desde principios de año.

El banco central ha intentado contrarrestar la caída gastando los escasos dólares de que disponía para intervenir en los mercados de divisas y apuntalar la lira. Los datos del banco central revisados por 'The Wall Street Journal' muestran que el banco probablemente vendió 24.000 millones de dólares en moneda extranjera entre enero y marzo de este año.

Foto: Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. (Reuters/Yves Herman)

Esto ha agotado las ya mermadas arcas de Turquía. Los economistas estiman que el banco central tiene 60.000 millones de dólares más en pasivos en moneda extranjera que en activos, lo que significa que tiene reservas netas negativas. Ha tomado prestados muchos dólares de los bancos comerciales de Turquía, lo que ha generado escasez de dólares en el sistema bancario.

El banco central se ha resistido a los llamamientos de los economistas y de la comunidad empresarial para que suba los tipos de interés como forma de atraer el dinero a la lira. Recientemente, Erdogan pidió al banco que volviera a bajar los tipos. El banco se reúne a finales de este mes.

La reciente crisis está haciendo que se tambalee el nivel de vida de la amplia clase media turca, que se expandió durante los primeros años de las dos décadas que lleva Erdogan en el poder. Erdogan y su partido se enfrentan a unas elecciones previstas para el próximo año, pero que podrían adelantarse si el Gobierno así lo decide, según los analistas.

"Vemos cómo el dinero de nuestros bolsillos pierde valor de un día para otro. Vemos cómo el dinero que ganamos pierde valor cada día", se lamenta Ozan Taner Asma, de 24 años, entrenador personal en Estambul. "Mi único sueño ahora, como el de casi todos mis amigos, es ir a vivir al extranjero, pero para eso también necesito dinero".

Foto: Una bandera de Turquía. (Reuters/Murad Sezer)

Erdogan ha rechazado las protestas de los turcos de a pie por la disminución de su poder adquisitivo.

En un discurso pronunciado el 27 de mayo, increpó: "Algunos vienen y dicen: 'Tenemos hambre'. Vamos, no sean tan poco escrupulosos. Nadie está pasando hambre".

A pesar de la inflación galopante, la economía turca conserva puntos fuertes, como una deuda pública baja, la confianza de los consumidores en el sector bancario e industrias que generan divisas extranjeras, como la manufacturera, la agrícola y la turística.

El Gobierno se apoya cada vez más en estos sectores para generar divisas para el banco central. En abril, el banco elevó al 40% el porcentaje de ingresos en divisas extranjeras que los exportadores deben venderles. Los economistas advierten de que este cambio de norma podría obligar a los exportadores a trasladar sus operaciones fuera de Turquía para conservar una mayor parte de sus ingresos. Las autoridades turcas confían en que una buena temporada turística aporte divisas extranjeras.

"Dado el nivel negativo de las reservas netas, la pregunta del millón es cuánto tiempo podrán mantener estas políticas", indica Selva Demiralp, profesora de economía de la Universidad Koc de Estambul y execonomista de la Junta de la Reserva Federal.

*Con la contribución de Elvan Kivilcim.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Turquía lleva meses esforzándose por apuntalar su economía empleando miles de millones de dólares para reforzar su moneda. Estas medidas están perdiendo fuerza, lo que aumenta la presión económica sobre el líder del país, el presidente Recep Tayyip Erdogan.

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