Lo que supone para Meta el relevo de la nº2 de Zuckerberg por el español Oliván

En el mar de los amigos de Meta, Sheryl Sandberg ha optado por abandonar el barco, o podría estar siendo empujada por la borda. En cualquier caso, la empresa antes conocida como Facebook —ahora con un nuevo nombre y un nuevo destino— tiene el mismo capitán. Y, a partir de ahora, él será el único responsable del itinerario.

El miércoles pasado, Sandberg publicó en Facebook que dejaba su papel de directora de operaciones de Meta después de 14 años en la empresa. En la publicación, atribuye este cambio a querer centrarse más en su familia y en la filantropía, pero la decisión llega en un momento delicado para un negocio de publicidad que ella dirigía y que todavía representa el 97% de los ingresos de la empresa.

Ese negocio publicitario está atravesando algunos de sus mayores desafíos hasta la fecha, por una combinación de factores como la desaceleración de la economía, los cambios en el sistema operativo móvil de Apple y el aumento de la competencia que representa TikTok. Wall Street espera que los ingresos publicitarios de Meta crezcan solo un 6% este año, después de haber registrado un crecimiento medio anual del 44% en la última década. El precio de las acciones de Meta cayó casi un 3% el miércoles por la tarde tras el anuncio de Sandberg.

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No obstante, la salida no debería ser del todo sorprendente. Sandberg, a quien se le atribuye haber llevado el negocio publicitario de Meta desde cero hasta el gigante de 115.000 millones de dólares que es hoy, ha sido durante mucho tiempo una valiosa mano derecha para el director ejecutivo Mark Zuckerberg. Pero, si bien proporcionó una importante inyección de credibilidad al cofundador en sus inicios, cuando este tenía solo 23 años, últimamente parece estar de capa caída.

Un análisis realizado por 'The Wall Street Journal' el año pasado reveló que la proporción del personal de la empresa que depende de Sandberg ha disminuido en los últimos años, mientras que otros directivos, como el director de crecimiento, Javier Oliván, han visto aumentar su proporción. La compañía presentó el miércoles un documento en el que indica que espera nombrar a Oliván para el papel de director de operaciones después de la transición de Sandberg.

A pesar del cambio de poder que parece estar teniendo lugar a nivel interno, Sandberg siempre ha ocupado una posición muy poderosa, como cabeza de turco de Meta durante lo que últimamente ha sido una crisis casi constante. Ha defendido públicamente las plataformas de Meta ante una serie de acusaciones, desde interferencia electoral hasta instigación a la violencia. En octubre, 'The Wall Street Journal' informó de que el equipo jurídico de la empresa, bajo la dirección de Sandberg, había crecido el año anterior un 60% más rápido que la empresa en general, en medio de desafíos antimonopolio, demandas de los accionistas y otros problemas legales.

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En una entrevista que realizó con Bloomberg, publicada el pasado miércoles, hizo alusión a estos esfuerzos, señalando que su papel en Meta no ha sido "el trabajo más manejable del mundo". Esta madre de 52 años sirvió de escudo ante el público para un joven Mark Zuckerberg, que todavía admite cándidamente que los primeros días de su empresa se fundaron en la premisa un tanto juvenil de "moverse rápido y romper cosas". Su edad, su experiencia y posiblemente incluso su género ayudaron a Facebook a ganar una mayor credibilidad fuera del estrecho mundo de Silicon Valley.

La cuestión ahora es si Zuckerberg mantendrá el rumbo o agitará el barco aunque ya no cuente con Sandberg como ancla. Aunque Meta se sustenta en el mayor negocio publicitario del sector de las redes sociales, está tratando de transformarse rápidamente en una empresa del metaverso a través de su reciente cambio de nombre y el aumento de las inversiones en realidad virtual y tecnología relacionada. Estos movimientos sugieren que la necesidad de velocidad de Zuckerberg no ha cambiado. En una reciente entrevista con el inversor y 'podcaster' Tim Ferriss, Zuckerberg afirmó que moverse rápido es la clave del aprendizaje. Explicó que, mientras que antes solía sentirse mal por ser un incomprendido, ahora siente que se está confiando demasiado si está haciendo algo "que se entienda demasiado bien durante demasiado tiempo".

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La opinión de Sandberg respecto al nuevo viaje en el que se está embarcando Zuckerberg podría seguir siendo un misterio. La palabra 'metaverse' no figuraba entre las 1.500 palabras de la publicación en la que anunció su salida. Sin embargo, dedicó un espacio a detallar cómo se unió a Facebook bajo la premisa de que ella y Zuckerberg se sentarían uno al lado del otro. Últimamente, hemos visto muchas imágenes del avatar de Zuckerberg en reuniones de realidad virtual sentado junto al de su director de tecnología, Andrew Bosworth. El avatar de Sandberg ha estado visiblemente ausente de la mesa.

La realidad es que Facebook —y ahora Meta— siempre ha sido el barco de Zuckerberg, como resultado de su participación mayoritaria. Pero la pérdida de un primer oficial tan visible significa que tendrá una persona menos con la estatura para aconsejarle, y con la que compartir la culpa si dirige el barco mal. Los inversores que han hecho caer las acciones un 44% este año también podrían estar dándose cuenta ya de ello.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'