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La reapertura de UK en pleno azote de delta: una prueba crucial para el mundo entero
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¿SERÁ LA DISTANCIA SOCIAL COSA DEL PASADO?

La reapertura de UK en pleno azote de delta: una prueba crucial para el mundo entero

Otros gobiernos estarán atentos a los resultados para ver si las vacunas pueden volver el virus 'manejable' como la gripe

Foto: Imagen: EC Diseño.
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La lucha entre las vacunas y la variante delta del coronavirus está llegando a un punto crítico en Reino Unido, seguida de cerca por el resto del mundo. En juego está si las economías avanzadas con unos índices de vacunación altos pueden disfrutar de algo parecido a la vida prepandemia ante las mutaciones de rápida transmisión del virus.

El experimento debería enviar una señal clara de si el covid-19 puede ser relegado a la condición de amenaza estacional manejable, como la gripe, y si los confinamientos y la distancia social pueden quedar relegados al pasado.

Foto: Un cartel protesta muestra a Boris Johnson (der.) junto a su ex asesor Dominic Cummings (centro) y el canciller del ducado de Lancaster Michael Gove. (EFE)

En Gran Bretaña, casi todas las restricciones de la era covid se levantaron el pasado lunes. El primer ministro Boris Johnson ha declarado que quiere que sean los propios británicos los que decidan si llevar mascarilla, bailar en una discoteca o no asistir a una reunión multitudinaria. El cambio llega cuando el número de casos aumenta rápidamente —Reino Unido está registrando cerca de 50.000 casos diarios, más que los registrados en Brasil, India, Indonesia o Sudáfrica—. El Gobierno justifica sus decisiones señalando los índices de hospitalización y las muertes, que se sitúan muy por debajo de los de las olas anteriores de la pandemia.

La estrategia sitúa a Reino Unido en desacuerdo con sus vecinos en Europa, partes de EEUU y otros países con un alto índice de vacunación como Israel, donde el despliegue de la vacuna está yendo de la mano del endurecimiento de algunas medidas de salud pública como el uso de mascarilla y el distanciamiento social para contener la propagación de la variante delta.

Foto: Boris Johnson, en rueda de prensa. (Reuters) Opinión

Los gobiernos están siguiendo de cerca el experimento, con la esperanza de formar su propia respuesta a la variante delta a medida que esta, altamente transmisible, reemplaza a versiones anteriores del virus, como ya ha hecho en Gran Bretaña. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que la variante delta ya representa el 83% de las muestras secuenciadas del virus en EEUU.

Ran Balicer, que lidera un grupo asesor de expertos en covid-19 del gobierno israelí, declaró este martes que estaba recomendando al Gobierno de Israel adoptar una actitud prudente durante las próximas semanas para ver qué sucede en Reino Unido. "Podremos aprender lecciones [de Reino Unido] y actuar en consecuencia", declaró el profesor Balicer en una entrevista en la 'Army Radio' de Israel.

Foto: Viajeros en la terminal 5 del aeropuerto de Heathrow. (Reuters)

Los inversores, sacudidos por delta en los últimos días, también están tomando nota. Si los casos se estabilizan en Reino Unido en las próximas semanas sin que los hospitales se colapsen, eso indicaría que la recuperación del mundo desarrollado no se desviará mucho del rumbo, declara Jim Reid, estratega en Deutsche Bank en Londres. Si Gran Bretaña tiene problemas, "nos espera un largo invierno", dijo en una nota a los clientes este miércoles.

Detrás del planteamiento radical de Reino Unido se encuentra la esperanza de que la vacunación, junto con la prudencia ciudadana, evitará que se repitan las hospitalizaciones y muertes masivas que acompañaron a las olas anteriores de la pandemia.

En Europa, la prioridad es aumentar urgentemente la cobertura de vacunación, mientras se intenta mantener la variante delta bajo control, en gran medida con el uso de la mascarilla y el distanciamiento social. Francia e Italia están considerando o han implementado programas que convierten la vacuna o un test negativo de covid-19 reciente —o prueba de haber superado el covid-19 en los últimos seis meses— en requisito obligatorio para entrar en espacios públicos como museos, restaurantes y ciertos medios de transporte.

Foto: Boris Johnson. (EFE)

Las autoridades locales de al menos 41 regiones en Rusia, incluida Moscú, han establecido la vacunación como algo obligatorio para los empleados del sector servicios, como trabajadores de restaurantes y bares, de transporte, de tiendas, de servicios de alojamiento y comunales, de educación y de la industria del entretenimiento.

A medida que avance el verano, Johnson y sus asesores científicos creen que la vacunación en curso y la recuperación de la infección deberían llevar a Reino Unido cerca del punto de inmunidad de rebaño, cuando el virus ya no puede propagarse lo suficiente como para provocar grandes brotes futuros. Dos tercios de la población adulta de Reino Unido ya tiene la pauta completa, en comparación con el 60% en EEUU. La agencia de estadística de Reino Unido calcula que el 92% de los adultos cuenta con cierto grado de protección inmunológica frente al covid-19 por una o dos dosis de la vacuna o una infección previa.

El Gobierno dice que la vacunación implica que el aumento de casos no está llevando las hospitalizaciones y las muertes al mismo nivel

El plan se ha encontrado críticas de muchos expertos en salud pública, en Reino Unido y el resto del mundo. Decenas de ellos han firmado cartas a revistas médicas y participado en videoconferencias para denunciar la estrategia británica como imprudente y poco ética. Acusan al gobierno de exponer a los británicos a la enfermedad innecesariamente y avivar el riesgo de que surjan nuevas variantes que puedan evadir las defensas de la vacuna. "Creo que es un experimento bastante peligroso", declara el profesor Hendrik Streeck, virólogo en la Universidad de Bonn.

Al defender su estrategia, el Gobierno británico dice que la vacunación implica que el aumento de casos no está llevando las hospitalizaciones y las muertes al mismo nivel que en las olas de contagios anteriores, lo que reduce la justificación de controles legales onerosos sobre la economía y la sociedad.

Los ingresos hospitalarios diarios actualmente se sitúan en una media de 600 en Gran Bretaña, y las muertes diarias en torno a 40. En enero, el periodo más mortífero de la pandemia en el país, los casos diarios alcanzaron su máximo en cerca de los 60.000, las hospitalizaciones alcanzaron las 4.000 diarias, y cada día fallecían más de 1.200 personas.

Foto: Boris Johnson, primer ministro británico. (EFE)

Los médicos dicen que la mayoría de los ingresados actuales son gente más joven que no está vacunada, o que está esperando su segunda dosis. Una parte considerable de los ingresos, cerca del 14% en los últimos datos disponibles, son personas de alrededor de 50 años que tienen la pauta completa, así como el 45% de las muertes. Eso es un recordatorio de que, incluso tras la vacunación, para las personas de mayor edad el covid-19 sigue implicando un gran riesgo.

La gran preocupación de los que tratan a los pacientes es la trayectoria de la epidemia actual, y el riesgo de un fuerte aumento del número de personas que se contagian aunque la mayoría de la población esté protegida.

La media de nuevos contagios de los últimos siete días en Reino Unido se situó este martes en 47.700, dos veces y media la cifra registrada a finales de junio y catorce veces la media de casos diarios de finales de mayo. El secretario de Salud, Sajid Javid, ha advertido que el número de casos podría superar los 100.000 diarios en cuestión de semanas.

"Dependemos de la vacuna para salvarnos, y la vacuna por sí sola no es suficiente"

David Strain, médico y profesor en la escuela médica de la Universidad de Exeter en Inglaterra que trata a pacientes de covid-19, declara que ha tenido que mandar a un paciente de treinta y pocos años a cuidados intensivos esta semana, y que no está seguro de si sobrevivirá. En un próximo trabajo de investigación, él y sus compañeros sostienen que es realista esperar entre 250 y 300 muertes al día en el pico de la ola actual. "Me inquieta decir lo más mínimo sobre el enfoque actual de Reino Unido", declara. "Dependemos de la vacuna para salvarnos, y la vacuna por sí sola no es lo suficientemente fuerte".

Algunos expertos en enfermedades reconocen los riesgos de la estrategia de Reino Unido, pero también la necesidad más amplia de encontrar un mayor equilibrio en una sociedad en plena vacunación entre mantener la economía abierta y proteger la salud pública al mismo tiempo.

"No creo que nadie vaya a decir que esto es totalmente acertado o erróneo", declara Irene Petersen, profesora de epidemiología e informática aplicada a la salud en el University College London. En fases anteriores de la pandemia, el aumento de casos ha implicado un endurecimiento, y no una relajación, de las restricciones, dice. Eso significa que lo que pasará después es sumamente incierto, y dependerá en parte de cuánto respeten los británicos de forma voluntaria las precauciones de salud pública y cuánto limiten su contacto con otros.

"Nunca antes hemos estado en esta situación", declara la profesora Petersen.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

La lucha entre las vacunas y la variante delta del coronavirus está llegando a un punto crítico en Reino Unido, seguida de cerca por el resto del mundo. En juego está si las economías avanzadas con unos índices de vacunación altos pueden disfrutar de algo parecido a la vida prepandemia ante las mutaciones de rápida transmisión del virus.

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