Grupo Paraguas, un ex Vega Sicilia y la jugada que se cocina en Serrano

Grupo Paraguas, la fórmula de éxito de Sandro Silva y Marta Seco, está cocinando su última receta, un perfecto maridaje entre comida y vinos que tiene previsto abrir sus puertas en la primera quincena del próximo mes de junio en el número 2 de la calle Serrano, en plena Milla de Oro capitalina.

Los dueños a Amazónico, Ten con Ten y El Paraguas han tomado el relevo a la tienda que tenía Johnny Walker en el cotizado local del edificio Millenium. Ahí, han proyectado su primera tienda degustación de vinos, una definición que, sin embargo, se queda corta para englobar todo lo que preparan junto a la Puerta de Alcalá.

En este nuevo proyecto, Sandro y Marta se han puesto en manos de Antonio Menéndez, ex director general de Tempos Vega Sicilia, quien desde hace ocho meses les está asesorando en todo el desarrollo de esta nueva idea, que combina caldos, comidas y un secreto financiero.

Los años de Menéndez al frente de la prestigiosa bodega son el mejor ingrediente para diseñar la carta con más de 3.000 referencias con la que contará el futuro espacio. Un sitio donde "van a pasar cosas", como le gusta decir a Sandro Silva de sus proyectos.

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De hecho, aunque formalmente es una tienda degustación, bebe de la filosofía de un club privado, con bodegas individuales para los miembros. Además, contará con una pequeña selección de platos para picar, una degustación que siempre se hará en barra y que está llamada a revolucionar el concepto de boutique gastronómica, del mismo modo que lo hizo Amazónico con el de restaurante.

Para dirigir la tienda, están negociando un "importante fichaje", según circula ya por los mentideros del boyante mundo de la restauración capitalino. El elegido sería un primer espada de la emblemática tienda que tenía Lavinia en la calle Ortega y Gasset, que cerró sus puertas el pasado enero y que presumía de contar con 4.500 referencias.

Este maridaje entre tienda y restauración tiene también un importante ingrediente de negocio, que convierte esta nueva receta de Grupo Paraguas en una estudiada jugada comercial. Al tratarse de una tienda con tantas referencias y el sello de Grupo Paraguas, cuenta con un enorme poder de negociación a la hora de adquirir el vino en bodega. ¿Qué buen caldo va a renunciar a estar en este escaparate?

La clientela de la zona es la mejor, en el barrio más elitista de Madrid, kilómetro cero de las tiendas más exclusivas y de los aperitivos o tardeos de ejecutivos que manejan varios ceros en cada una de sus operaciones. Corbata y tacón con una copa en la mano, para tomar ahí, y otra en la bolsa, para llevar a casa.

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Pero la diferencia de precio entre un descorche y otro es el toque perfecto de sal de este particular maridaje. El precio al que vende una tienda de vinos sus caldos es muy inferior al que cobra esa misma botella si se consume en barra. Y ahí radica el demostrado buen hacer de Grupo Paraguas y su capacidad de crear espacios donde "pasan cosas".

Una capacidad de crear experiencias, junto a buena cocina, que está colonizando este enclave de Madrid. En la misma Plaza de la Independencia, cuenta con Aarde y Origen. Un poco más arriba, en Velázquez, tiene Numa Pompilio, y en la calle Jorge Juan, están El Paraguas, Ultramarinos Quintín, Amazónico y The Jungle Jazz.

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Además, el año pasado adquirieron en una subasta el palacete de Fortuny 34, que se dice que podrían convertir en algún tipo de hospedaje, y desembarcaron en la urbanización La Moraleja con la compra de Aspen, uno de los locales favoritos del emérito rey Juan Carlos.

Aunque, su proyecto más ambicioso es Metrópolis, el futuro hotel con restaurantes, spa y club privado que, si no hay más retrasos, confía en subir el telón en algún momento del próximo año 2025. Y brindarán por ello con un buen vino.