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¿Una SEPI digital en Telefónica? Por ahora, una amalgama de planes ya existentes
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Creación de la SETT

¿Una SEPI digital en Telefónica? Por ahora, una amalgama de planes ya existentes

A falta de mayor concreción, la nueva SETT planteada por Escrivá se muestra más como un órgano coordinador de iniciativas ya en marcha que como una herramienta revolucionaria

Foto: José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital. (Europa Press/Carlos Luján)
José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital. (Europa Press/Carlos Luján)
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El Gobierno español busca dotarse de un nuevo instrumento para canalizar sus objetivos en el terreno de la transformación digital. El ministro del ramo, José Luis Escrivá, fue el encargado este lunes de presentar en sociedad la nueva Sociedad Española para la Transición Tecnológica (SETT), una especie de fondo destinado a la inversión en empresas tecnológicas y que contará con una potencia de fuego aproximada de 20.000 millones de euros.

En esta especie de SEPI tecnológica, que Escrivá espera tener en marcha en unos dos o tres meses, podría englobarse, como pieza mayor, la participación de hasta el 10% que el Ejecutivo tiene previsto adquirir en Telefónica, según manifestó el ministro, aunque sin mayor concreción que un escueto "tiene sentido".

Con Telefónica o no en su interior, la SETT ha sido presentada como una pieza clave para "reforzar la soberanía tecnológica desde un punto de vista estratégico", potenciando iniciativas esenciales con una visión de medio y largo plazo. Un propósito que no deja de formar parte del espíritu crecientemente dirigista de la economía que ha impregnado multitud de gobiernos occidentales desde la irrupción del coronavirus y del que el español se muestra alumno aventajado.

Resulta fuera de toda discusión que los desarrollos tecnológicos más recientes, con la inteligencia artificial generativa a la cabeza, exhiben un potencial disruptivo de enorme calado, ante el que el Gobierno no puede permanecer impasible. Como bien explicó Escrivá en su intervención, es pertinente que la Administración se prepare para hacer frente a esa ola de transformación con un conocimiento profundo de sus implicaciones y unos objetivos estratégicos que, como señaló el responsable de Transformación Digital, deben rehuir las visiones cortoplacistas.

Foto: Escrivá, junto a Felipe VI, en la jornada inaugural del MWC. Foto: Europa Press.

En este sentido, no deja de ser llamativo, sin embargo, que el ministro plantee que son las empresas las que suelen incurrir en esas visiones de más corto plazo, ante las que, según él, el Estado tendría que ejercer de valladar. Son sobradas las muestras desde el campo político de cómo suelen imponerse las actuaciones oportunistas (las necesidades electorales aprietan) a las soluciones estratégicas.

Parece más sólida la idea de plantear la SETT como una herramienta útil para proveer de capital en etapas tempranas a iniciativas de desarrollo tecnológico que puedan verse constreñidas por las estrecheces de un ecosistema español de venture capital y capital semilla no suficientemente desarrollado (aunque tal vez sería más aconsejable incidir en resolver los obstáculos que limitan la propia capacidad de desarrollo de este ecosistema).

Amalgama de iniciativas

Se trata, en cualquier caso, de una función, la de facilitar financiación a determinados proyectos privados, que no es novedosa para la Administración y que, de hecho, ya se viene desarrollando —también en el ámbito tecnológico— a través de distintas herramientas.

Porque no puede ignorarse que la nueva SETT planteada por Escrivá tiene más de amalgama de iniciativas dispersas que de órgano de solución innovador. La sociedad aglutinará, entre otras, las funciones actualmente delegadas a la Sociedad Estatal de Microelectrónica y Semiconductores (SEMyS), encargada de la gestión del Perte de los microchips (dotado con 12.000 millones); del fondo NexTech para la inversión en empresas con alto componente de innovación tecnológica (4.000 millones), o del fondo del Hub Audiovisual (1.700 millones).

Esto deja a la SETT, a priori, con un papel más de coordinador de iniciativas en marcha en los distintos ámbitos de la tecnología y la innovación que como herramienta llamada a aportar soluciones inéditas en unas áreas críticas para el desarrollo del país. Estas funciones, bien representadas, no pueden considerarse menores, pues una apropiada coordinación de esfuerzos, prioridades y estrategias puede ser esencial para alcanzar los objetivos que el país se marque en materia de innovación. Pero quedan muy lejos de representar una revolución.

Foto: El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, en una foto de archivo durante una sesión en el Congreso. (EFE/Javier Lizón)

Faltan, no obstante, muchos detalles por conocer en torno a la SETT, sus funciones y sus recursos. Detalles que pueden ser determinantes para la mayor o menor efectividad de una herramienta sobre la que parece lícito mantener ciertas reservas.

No solo porque la experiencia en torno a la superposición de entes públicos para el desarrollo de políticas económicas ofrece pocas garantías de éxito, sino porque sobre el mismo subyace el incuestionable riesgo de que acabe resultando un mecanismo más encaminado a la intervención pública oportunista que a la consolidación de una economía digital sólida y avanzada.

La propia posibilidad de que Telefónica acabe en su seno ya representa una señal confusa, pues se trata de una inversión que difícilmente puede considerarse parte de un plan meditado de desarrollo digital del país ni un movimiento de respaldo para que puedan llegar a buen puerto sus iniciativas de futuro.

El Gobierno español busca dotarse de un nuevo instrumento para canalizar sus objetivos en el terreno de la transformación digital. El ministro del ramo, José Luis Escrivá, fue el encargado este lunes de presentar en sociedad la nueva Sociedad Española para la Transición Tecnológica (SETT), una especie de fondo destinado a la inversión en empresas tecnológicas y que contará con una potencia de fuego aproximada de 20.000 millones de euros.

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