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Los bancos y los riesgos que aún esconde la crisis: ¿han sido escasas las provisiones?
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Los bancos y los riesgos que aún esconde la crisis: ¿han sido escasas las provisiones?

El próximo fin de muchas de las medidas de alivio a los deudores pondrá a prueba la capacidad creada por los bancos para lidiar con los deterioros ocasionados por la pandemia

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Los bancos españoles han logrado cambiar su suerte en bolsa en el primer tramo de 2021. Un largo periodo de debilidad, plasmado en rotundas pérdidas sobre el parqué, ha dado paso en los últimos meses a sólidas ganancias, que sitúan el sector en las primeras plazas del Ibex en lo que va de año, con subidas que van del casi 28% que suma Bankinter al 16% de Banco Santander.

Las expectativas de una próxima recuperación de la economía, aderezadas con cierto repunte de los tipos de la deuda, han sido el ingrediente principal de una mejoría que ha tenido también su réplica en el conjunto de Europa. Pero también las cuentas del cuarto trimestre han actuado como acicate del renovado optimismo inversor hacia el sector, al trasladar la idea de que los daños provocados por la crisis del coronavirus han sido considerablemente menores de lo que se había temido, con unos niveles de morosidad que se mantuvieron en todo momento por debajo del 5% (con una tendencia, incluso, descendente), a pesar del batacazo económico. En estas circunstancias, la mayoría del sector se ha permitido en el último cuarto del año una limitación de las provisiones que ha sido clave para superar los resultados esperados por el mercado.

Sin duda, las contundentes medidas adoptadas por el Gobierno y el sector para evitar una avalancha de impagos, y que han ido desde la provisión de nuevas líneas de financiación a moratorias de pagos, han resultado un dique efectivo para evitar un súbito deterioro de los balances financieros. La gran duda por resolver es cuál será la imagen que aparecerá cuando esos diques se retiren, lo que se espera que empiece a plasmarse entre marzo y septiembre de este año, cuando está previsto que se reactiven los pagos de los créditos favorecidos por las actuales moratorias.

Un informe de PwC cifra en 280.000 millones la cartera de crédito que exige vigilancia

Como señala un informe elaborado por PwC y titulado 'Unión bancaria, ¿una vacuna contra la crisis?': "La suma de las moratorias y de los préstamos garantizados por el ICO (lo que podríamos llamar cartera de créditos covid) se eleva hasta más de 170.000 millones, un 14% de la inversión crediticia. Si a ese porcentaje le añadimos el 9% de los préstamos que actualmente están considerados en riesgo (los ordinarios asignados a los 'stages' 2 y 3), la cifra absoluta de la cartera crediticia que exige atención por parte de los bancos se dispara hasta los 280.000 millones".

Para hacer frente al riesgo inherente a esta cartera, los bancos españoles dotaron durante 2020 alrededor de 5.000 millones de euros, lo que según se desprende del informe equivale a prepararse para un repunte de la morosidad de hasta tres puntos porcentuales, desde el 4,5% actual al 7,5%. ¿Resulta suficiente? "Nadie lo sabe, porque dependerá de cómo evolucione la crisis, pero las autoridades supervisoras tienden a pensar que los bancos se han quedado cortos y prevén menos problemas de los que cabría esperar en el futuro inmediato", se señala.

Esta no es, ni mucho menos, la visión predominante en el mercado, donde parece primar la idea de que la mejora de la economía una vez se logre contener la pandemia reduzca los riesgos, lo que debería traducirse en descensos de las métricas de coste del riesgo (la relación entre las dotaciones para insolvencias y el total de créditos a la clientela), y de hecho los expertos de Bloomberg Intelligence creen que las estimaciones de los analistas sobre esta variable en los bancos españoles son aún demasiado pesimistas, lo que podría dar lugar a sorpresas positivas.

Foto: Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). (BCE)

En un informe reciente sobre la banca europea, Goldman Sachs asume que las provisiones para pérdidas crediticias se situarán en 2021 por debajo de las de 2020, favorecidas por la eliminación de riesgos estructurales, la buena salud financiera de empresas y consumidores (que estaría reflejada en el crecimiento continuado de los depósitos) y el respaldo político a empresas y consumidores.

Sin embargo, la persistencia de la debilidad económica en los primeros meses de 2021 y el temor a que la recuperación se retrase más de lo esperado a causa de los problemas que afectan al proceso de vacunación amenazan con comprometer estas expectativas. Como observa el informe de PwC, para valorar el posible daño que puedan sufrir los balances financieros en los próximos trimestres, "hay que prestar atención, en especial, al empleo, que es el indicador más estrechamente interrelacionado con la capacidad de pago de los deudores. Si el mercado laboral se recupera, el daño en el balance de las entidades financieras será moderado". Sin embargo, los últimos datos de desempleo y los titubeos que sigue mostrando el Gobierno a la hora de poner en marcha nuevas ayudas a los sectores más penalizados —que además pretende que cubran en parte los bancos, a través de quitas— no resultan especialmente alentadores.

Parece fuera de toda lógica plantear un escenario siquiera similar al que aconteció tras la pasada crisis financiera, que elevó las tasas de morosidad de la banca española por encima del 13%. "Esta vez, la recuperación económica debería ser más rápida y los fundamentos crediticios de los prestatarios deberían ser más sólidos, ayudados por la provisión de importantes medidas de apoyo públicas y privadas. Los bancos españoles también están mejor situados, con mucha menos exposición a bienes inmuebles apalancados y balances más sólidos debido a la reducción de los activos de riesgo, la mejora de la capitalización y las mayores ganancias retenidas en los últimos años", observan los analistas de Fitch Ratings en un informe reciente.

Fitch estima que la morosidad alcanzará un pico entre el 6,5 y el 8% en 2022

Aun así, la agencia de calificación sí espera un deterioro de la calidad de los activos de los bancos españoles una vez que expiren las medidas actuales de alivio a los deudores, y estima un máximo de morosidad en 2022 que se situaría entre el 6,5% y el 8%, "dependiendo en gran medida del ritmo de la recuperación económica".

En estas circunstancias, no faltan voces que advierten de que el sector podría estar actuando con cierta lentitud a la hora de identificar los riesgos. Es el caso de los analistas de DBRS Mornigstar, que consideran que, según los últimos datos comparables (correspondientes al tercer trimestre), los bancos españoles habían elevado el porcentaje de créditos clasificados en nivel de 'stage 2' (el correspondiente a los créditos bajo revisión) en solo 20 puntos básicos respecto a finales de 2019, niveles que solo resultan inferiores en Letonia y Portugal dentro de los 30 países incluidos en el panel de riesgos de la EBA. "Consideramos que esto es sorprendente, dado que España sufrió el mayor impacto económico de los países de la UE-27 a raíz de la crisis del covid-19". Pese al repunte de los créditos clasificados 'stage' 2 en el último trimestre, España seguiría pintando mal en la comparativa.

Esta no es una cuestión baladí, dado que, según refiere DBRS, existen estudios que concluyen que "cuanto antes identifiquen los bancos los riesgos crediticios y absorban las pérdidas derivadas de los préstamos dudosos, más fácil será para los bancos apoyar a los clientes viables y apuntalar una recuperación económica más rápida". Partiendo de ese planteamiento, tal vez, sería deseable que la banca hiciera una aproximación más prudente a los riesgos que aún se derivan de la crisis. Aunque sin duda sería preferible que se materializara el escenario de recuperación que el sector y el mercado parecen asumir. Solo falta que además de deseable resulte realista.

Los bancos españoles han logrado cambiar su suerte en bolsa en el primer tramo de 2021. Un largo periodo de debilidad, plasmado en rotundas pérdidas sobre el parqué, ha dado paso en los últimos meses a sólidas ganancias, que sitúan el sector en las primeras plazas del Ibex en lo que va de año, con subidas que van del casi 28% que suma Bankinter al 16% de Banco Santander.

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