Las carteras de los 27.000 millones: así se ha disparado Caixabank en fondos

Si eres un cliente de Caixabank, y tienes cierta liquidez en la cuenta, muy probablemente te habrás encontrado con ellas. Navegando por la web, visitando la app o a través de una llamada telefónica, hay una probabilidad muy alta de que la entidad te haya ofrecido sus Carteras Master o sus Carteras Smart Money los últimos meses.

Y muchos clientes parecen haber aceptado la sugerencia, a juzgar por las cifras de patrimonio que alcanzan ya estos servicios. A cierre de abril de 2021, había casi 23.000 millones de euros en los fondos de Caixabank que componen las Carteras Master. Mientras que los fondos en los que invierten las Carteras Smart Money se aproximaban a los 4.000 millones de euros, según los datos de Inverco.

En total, cerca de 27.000 millones. Una cifra astronómica para un servicio de gestión discrecional de carteras muy reciente, ya que las Carteras Master fueron lanzadas por Caixabank hace apenas dos años.

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¿Pero en qué consisten? Básicamente, se trata de servicios de gestión discrecional de carteras. Es decir, un contrato que el cliente firma con la entidad por el que se le autoriza a gestionar sus inversiones y hacer los cambios en la composición de las mismas que considere oportunos, siempre dentro de los límites de un perfil de riesgo concreto.

Gestión activa… y pasiva

¿Y dónde suelen invertir? En un conjunto de fondos de inversión, que pueden ser de la gestora de la propia entidad financiera o de terceros. En el caso de Caixabank, el dinero se invierte en fondos de inversión de la entidad, pero no todos gestionados por la propia firma. O, al menos, no directamente.

Por ejemplo, algunos de los fondos Master están “asesorados” por grandes gestoras internacionales, como Morgan Stanley, Amundi, Nomura, JPMorgan AM o Robeco. Mientras que los fondos de inversión de Caixabank de las carteras Smart Money destinan parte de su cartera a ETFs de las principales firmas, como Ishares, Vanguard o State Street, entre otros.

Esos fondos se mezclan en distintas proporciones en las diversas carteras que ofrece el banco por perfiles de riesgo. Por ejemplo, en las Carteras Master, hay tres perfiles: Tranquilidad; que puede invertir hasta un 30% en renta variable; Patrimonio, que puede destinar hasta un 60% de la cartera a las acciones y las carteras Inversión, donde el equipo gestor puede disparar el peso de este activo hasta el 100%.

Fuerte peso en renta variable

Y, efectivamente, hasta la fecha le han estado dando un peso muy significativo a la renta variable en el conjunto de las tres carteras. De los 23.000 millones de euros que tienen las Master bajo gestión, más de 9.000 millones están en renta variable. Casi la mitad, por cierto, en el de acciones estadounidenses, el CB Master RV USA Advised By, asesorado por JPMorgan AM, con más de 4.100 millones de euros de patrimonio a cierre de abril.

Y parecido sucede con las Carteras Smart Money, donde el 37% del dinero está en fondos de renta variable, con el CABK Smart RV USA aportando cerca de la mitad de ese peso. Eso sí, en los últimos meses han aumentado el peso de Europa. ¿Por qué?

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Desde la firma explican que por una valoración más atractiva, pero también por estos motivos: “El paquete fiscal expansivo de 750.000 millones de euros, unido al retraso en el ciclo económico de Europa vs el resto del mundo, en un entorno de aceleración en vacunaciones y reapertura”; el hecho de que “el fuerte crecimiento de EEUU. redunda e impacta en positivo a Europa” y, por último, “su mayor exposición a estilo value, que hace a Europa un área más atractiva”.

Y dentro de Europa, también han aumentado en las Carteras Master la ponderación en España, una decisión de la que se congratulan: “Es una posición que está funcionando fenomenal, con el cierre de cortos que hemos vivido en compañías como Telefónica, o el buen comportamiento de financieras”, explican.

Comisiones más elevadas que los gestores automatizados

¿En qué se diferencian las carteras Master y Smart Money? Aunque en realidad, las “gestiona el mismo equipo”, la gran diferencia “está en la estrategia y los instrumentos”. “Las Carteras Master incorporan nuestra visión de mercado a través de una gestión activa”, mientras que las Smart Money “registran una visión de largo plazo a través de un modelo de optimización de carteras en base a criterios de rentabilidad / riesgo sobre el ciclo económico”.

Es decir, las primeras se basan en gestión activa y las segundas, en pasiva, lo que hace que el coste de gestión de los fondos en los que invierten las primeras sea más elevado que en las carteras Smart Money. Y, no sólo eso, las comisiones del propio servicio de carteras también se encarecen más.

De hecho, tanto unas como otras tienen costes muy superiores a los que se pueden encontrar en otras fórmulas de gestión de carteras, como las de gestión automatizada o roboadvisors. Aún las más baratas, las Smart Money, duplican al que ofrecen las carteras de MyInvestor, y supera de largo también los costes de Indexa, Finizens, Inbestme o Popcoin. Pero, aún así, incluso con costes superiores, sólo con las carteras Smart Money, Caixabank ya superaría en patrimonio a la suma del resto de entidades que ofrecen servicios de gestión automatizada en España.

Las entidades necesitan conseguir que los clientes muevan el dinero de las cuentas corrientes a los fondos de inversión, porque actualmente lo primero les cuesta dinero mientras que lo segundo le genera comisiones. Y, en el caso de Caixabank, parece que lo están consiguiendo con esta estrategia.

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