Es noticia
La guerra comercial presiona al dólar al alza y pone en jaque los intereses de Trump
  1. Mercados
TRAS LA SUBIDA DE ARANCELES

La guerra comercial presiona al dólar al alza y pone en jaque los intereses de Trump

Las tensiones animan a los analistas a prever aun más fortaleza para el 'billete verde'. Sin embargo, una divisa cara merma la competitivad y equilibrio comercial que tanto quiere Trump

Foto: (Reuters)
(Reuters)

“Yo quiero un dólar robusto pero que sea bueno para el país, no un dólar tan fuerte que nos prohíba comerciar con otras naciones y arrebatarles sus negocios”. Así de contundente se mostraba el presidente de EEUU, Donald Trump, en febrero, durante uno de sus varios discursos políticos. Y, pese a su temor, el mandatario decidió subir los aranceles a China a principios de mayo, avivando las tensiones comerciales y elevando las predicciones de los analistas de un dólar aún más fuerte para los próximos meses.

Una divisa al alza puede ser señal de fortaleza económica, pero en este caso podría no ser señal de alegría (al menos según los planes del republicano). Así lo considera Aitor Méndez desde el ‘trader’ IG: “A Donald Trump no le hará nada de gracia”, zanja. “Una moneda fuerte implica un aumento de las importaciones (los productos y servicios de los demás se vuelven más baratos) y una reducción de las exportaciones (lo que tú produces se vuelve más caro), lo que desajustaría aún más la balanza comercial de Estados Unidos, que es precisamente por lo que Trump justifica su guerra comercial con China y las desavenencias con otras regiones como la Unión Europa”, explica Méndez.

Foto: Foto: iStock.

El déficit comercial de EEUU cerró 2018 en los 621.000 millones de dólares, su nivel más alto en diez años. Esta tendencia continúa en 2019, con el déficit comercial de Estados Unidos ascendiendo 1,4% en marzo desde el nivel de febrero.

Por otro lado, las divisas caras actúan como freno de la inflación, restando motivos a la Reserva Federal para que rebaje los tipos de interés, tal y como insiste Donald Trump. El mandatario lleva desde el verano pasado alegando que China mantiene el yuan artificialmente bajo para ganar competitividad, mientras que EEUU sufre unos tipos de interés más altos que la media que dejan al dólar demasiado fuerte. Con todo, Trump también quiere que la Fed baje tipos para estimular el crecimiento económico —llegando a decir que querría “disparar la economía como un cohete”—.

No obstante, también es cierto que la guerra comercial presiona a los precios al consumidor al alza. Así lo reiteró este jueves un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluye que "mientras que las firmas importantes absorberán algo de los costes de los aranceles a través de unos márgenes de beneficio más bajos, los consumidores de EEUU cargarán con los costes". Una tesis parecida a la que mantenía S&P Global en un informe publicado el miércoles, en el que estima que la inflación podría verse impulsada al alza por el impacto de los aranceles. Así, aunque la institución estima que la Fed consideraría semejante alza como un fenómeno puntual, S&P también avisa que "la probabilidad de un recorte de los tipos por precaución se ha elevado".

Por otro lado, un dólar fuerte puede mermar la competitividad de la economía estadounidenses. “En cuanto a las empresas estadounidense se refiere, en el corto plazo beneficiaría a los ciudadanos y a las empresas que se abastecen del exterior, ya que ganarían en poder adquisitivo (podrán adquirir más cosas por los mismos dólares)”, explica Méndez. “Pero, en el largo plazo, la economía corre el riesgo de que las propias empresas que producen en el país no sean capaces de competir con los productores extranjeros, al mismo tiempo que las que exportan verán como sus ventas caen al encarecerse sus productos para un comprador de fuera”. Asimismo, el analista considera que esta situación condenaría a las compañías de Estados Unidos a ver como su demanda cae porque sus precios son mayores que los de la competencia o bien a resignarse a rebajar sus precios para ser competitivos cuando venden en la moneda local de sus clientes".

placeholder El presidente de EEUU, Donald Trump. (Reuters)
El presidente de EEUU, Donald Trump. (Reuters)

La mejor casa de un mal barrio

El dólar lleva al alza desde mediados del año pasado, acompañando las expectativas de normalización monetaria en EEUU. Y, sin embargo, pese a que la Fed ya ha revelado su interés dejar en 'stand by' su plan de alza de los tipos y mantener el precio del dinero en la horquilla del 2,25-2,5%, el valor del dólar sigue subiendo con fuerza. ¿Por qué? Las razones residen en el atractivo inversor que supone EEUU en este momento en comparación con otras partes del mundo —especialmente en momentos de tensión como el actual—.

“Por un lado, el ritmo de crecimiento es todavía relativamente alto en comparación con el de otras naciones del G10”, explica Bart Hordijk, analista de Monex Europe. “Pese a la desaceleración del cuarto trimestre, el crecimiento del primer trimestre todavía es más elevada que el de otras economías con un ritmo de crecimiento del 3,2%”.

Además, no es solo la Reserva Federal la que ha mudado hacia una actitud más laxa, también otros reguladores monetarios, como el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón (BoJ) o el Banco de Inglaterra (BoE) mantienen sus tipos de interés a niveles anormalmente bajos. “Eso significa que los tipos en EEUU continuarán relativamente más altos en los próximos trimestres, aunque la Fed los recorte”, explica Hordijk. “Otros bancos centrales no están implementando las políticas monetarias necesarias para reducir la brecha entre los tipos de interés”.

Ya para rematar, el llamado 'billete verde' se beneficia de su fama como activo refugio gracias a su liquidez y estabilidad — y ahí es donde la guerra comercial entra en juego—. “La guerra comercial ha obviamente amargado la confianza inversora a nivel global, lo cual le da un impulso extra al dólar”, explica Hordijk. Reflejo de este apetito por la seguridad es que el precio del bono soberano a diez años se encuentre en máximos, habiendo cotizado el verano pasado en una rentabilidad de más del 3%.

En este contexto, los analistas continúan prediciendo un dólar más fuerte, siendo la guerra comercial uno de los catalizadores principales. “En nuestra opinión, las negociaciones comerciales entre EEUU y China serán clave para el dólar”, explican los analistas especializados en Forex de Bank of America. “Unos acuerdos de política mermarían las alzas del dólar e incentivarían a los flujos de capital a volver a partes del mundo que anteriormente se estaban evitando”, matiza la firma, que sin embargo también contempla como probabilidad “una escala mayor de la guerra comercial", la cual "supondría un gran riesgo para la economía global y contribuiría a una volatilidad elevada de los mercados, ambos factores de apoyo para el valor del dólar”.

El llamado 'billete verde' se beneficia de su fama como activo refugio gracias a su liquidez y estabilidad

Incluso si la guerra comercial no llega a materializarse con fuerza, los analistas de Jefferies creen que el ruido político en general es ya suficiente como para impulsar al ‘billete verde’ al alza. El director de análisis de divisas de la firma, Brad Bechtel, había predecido que el dólar se mantendría firme pero no que fuese a subir, perciviendo un acallamiento de las incertidumbres macroeconómicas y tensiones políticas. Pero ahora, Bechtel cree en un ‘rally’ para el dólar.

“Las tensiones comerciales se están convirtiendo en el nuevo Brexit; es decir, una lista infinita de titulares sin resoluciones ni plazos que complican la visibilidad de futuro para los mercados”, explica desde Jefferies, añadiendo al cóctel de incertidumbre el propio Brexit, las elecciones en EEUU, tensiones en Oriente Medio y la política europea. Ante semejante contexto, Bechtel anticipa un ‘rally’ considerable para la moneda estadounidense: “la consideración de que el dólar ‘mejor casa de un mal barrio’ todavía es cierta”, explica, “el dólar es un activo refugio con potencial de retorno situado en un economía relativamente sana y moderada por una Reserva Federal con una política monetaria neutral”.

“Yo quiero un dólar robusto pero que sea bueno para el país, no un dólar tan fuerte que nos prohíba comerciar con otras naciones y arrebatarles sus negocios”. Así de contundente se mostraba el presidente de EEUU, Donald Trump, en febrero, durante uno de sus varios discursos políticos. Y, pese a su temor, el mandatario decidió subir los aranceles a China a principios de mayo, avivando las tensiones comerciales y elevando las predicciones de los analistas de un dólar aún más fuerte para los próximos meses.

Dólar