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Santander y BBVA reducen su inversión en deuda española en 12.700 M
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Santander y BBVA reducen su inversión en deuda española en 12.700 M

Los dos grandes bancos disminuyen su exposición a los bonos del Tesoro y de Italia. Los bancos agotan la vía de ganar dinero con las carteras de renta fija

Foto: Ana Botín y Carlos Torres. (EFE)
Ana Botín y Carlos Torres. (EFE)

Los bancos se quedan sin opciones para rentabilizar sus actividades tradicionales. Convertir depósitos en préstamos hace años que casi no genera ingresos, mientras que la vía de escape en plena crisis que supuso la cartera de renta fija (ALCO, por sus siglas en inglés) cada vez es menos rentable. De hecho, muchos bonos en balance son un motivo más para turbulencias en bolsa cuando se dispara la incertidumbre política, como ocurrió en 2018 con Italia.

Banco Santander y BBVA redujeron el año pasado su riesgo soberano, que les pasó factura en bolsa. Santander rebajó las tenencias de deuda pública en 8.000 en 2018 con ventas de títulos, principalmente de deuda pública de España e Italia. La tenencia de bonos del Tesoro disminuyó en 8.698 millones -un 15%-, hasta los 50.488 millones, según el informe anual, mientras que el recorte en deuda italiana es de 4.000 millones.

BBVA, por su parte, disminuyó su exposición a la deuda española en 4.000 millones, un 23%, hasta los 13.800 millones, aprovechando vencimientos. Es decir, los dos grandes bancos españoles han recortado las tenencias en títulos del Tesoro en casi 12.700 millones en un año, un 16,5%. Aun así, siguen siendo dos de los principales acreedores del Reino de España, especialmente el banco cántabro.

Foto: Foto: Reuters.

La entidad presidida por Carlos Torres también ha reducido su inversión en bonos italianos, en este caso en 1.900 millones hasta los 4.600 millones. Tanto Santander y BBVA, por su internacionalización, son los bancos menos dependientes de los ingresos por la cartera ALCO, aunque el peso en la cuenta de resultados del negocio en España se situó entre el 10% y el 20% en 2017, según cálculos de Société Générale.

Los bancos se encuentran con vencimientos masivos de bonos soberanos, especialmente de España e Italia, que adquirieron con TIRes (tasa interna de retorno) superiores al 3%. Con facilidad para obtener liquidez del Banco Central Europeo (BCE), las entidades engordaron sus carteras de deuda para salvar la cuenta de resultados, ya sea con el cobro de intereses (margen de intereses) o con por precio con la compraventa (resultado de operaciones financieras, ROF).

Se agota el 'chollo'

Este negocio llegó a suponer más de la mitad del margen bruto de algunos bancos domésticos. Sin embargo, la volatilidad del año pasado en renta fija por los movimientos políticos y las dudas sobre la política monetaria ya castigó esta aportación para algunos bancos, además del lastre en el parqué. Razones por las que los bancos más internacionalizados han dado un paso atrás.

Un informe del banco francés alertó el año pasado de que las operaciones financieras de los bancos con la deuda soberana castigarán las ratios de capital de la banca por Basilea III. Asimismo, las entidades se enfrentan a vencimientos que, en caso de renovarse, serán con títulos con TIRes muy inferiores. El bono español a 10 años cotiza al 1% y el italiano al 2,5%, niveles que seguirán frenados por la política de tipos al 0%.

Las estimaciones de Société Générale apuntan a que el 15% de las ganancias de la banca cotizada en 2017 fue por la cartera ALCO, antes de que esta aportación descendiera el año pasado. La cota fue más alta para entidades como Bankia o Liberbank. En general, los bancos con menos diversificación de ingresos por geografía o vías de negocio son los que más sufren por este cambio de paradigma.

Foto: Foto: iStock.

En el caso del banco parcialmente nacionalizado, su estrategia con la cartera ALCO viró el año pasado, ya que redujo su tenencia de bonos españoles en casi 3.400 millones hasta los 28.460 millones, mientras que aumentó la cartera de deuda italiana en algo más de 900 millones hasta los 5.600 millones.

Bankia tenía en 2017 el grueso de esta cartera contabilizada a valor razonable, mientras que en 2018 la dividió entre este concepto y a coste amortizado. En el primer caso, son bonos que se pueden vender en cualquier momento -impactando en el ROF-, y cuya valoración hay que actualizar en función de la evolución del mercado, mientras que en el segundo son títulos que se espera tener en balance hasta su vencimiento -genera ingresos en el margen de intereses-.

Más bonos italianos

Este movimiento es similar al de Liberbank, que triplicó el año pasado su tenencia de bonos italianos, hasta los 3.800 millones, con más de 3.500 millones contabilizados a coste amortizado. El año anterior, tenía 1.285 millones, pero como valor razonable. También incrementó la inversión en deuda española, manteniendo cifra similar en valor razonable, con 1.600 millones, y construyendo una cartera a coste amortizado de cerca de 4.600 millones.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. (Reuters)

Unicaja, banco con el que negocia la entidad asturiana una posible fusión, rebalanceó su riesgo soberano. El volumen de deuda española alcanzó los 7.000 millones en coste amortizado y 2.000 millones en valor razonable. La suma disminuye levemente, con un descenso en el primer concepto y aumento en el segundo, mientras que los bonos italianos pasaron de cerca de 2.200 millones hasta los 3.800 millones, la mayoría en inversiones mantenidas hasta el vencimiento -coste amortizado-.

CaixaBank y Bankinter son dos bancos medianos menos dependientes de la cartera ALCO por su diversificación de ingresos con seguros y fondos. Aun así, también tienen importantes tenencias de renta fija en balance. El banco catalán, que mudó su sede a Valencia en 2017, incrementó levemente su exposición a deuda española y la redujo a la italiana, hasta los 14.000 millones y los 1.200 millones respectivamente. Por su parte, Bankinter elevó su inversión en bonos del Tesoro español y en Italia, hasta superar los 7.000 millones en el primer caso -un 20% más- y los 950 millones en el segundo -un 60% más-.

Los bancos se quedan sin opciones para rentabilizar sus actividades tradicionales. Convertir depósitos en préstamos hace años que casi no genera ingresos, mientras que la vía de escape en plena crisis que supuso la cartera de renta fija (ALCO, por sus siglas en inglés) cada vez es menos rentable. De hecho, muchos bonos en balance son un motivo más para turbulencias en bolsa cuando se dispara la incertidumbre política, como ocurrió en 2018 con Italia.

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