Musk (Tesla) la lía en la 'call conference': "Las preguntas aburridas y estúpidas no molan"

Todas las miradas estaban puestas esta madrugada en Palo Alto y, una vez más, el consejero delegado de Tesla, Elon Musk no ha decepcionado a su público. El polémico fundador del fabricante de coches eléctricos la ha vuelto a liar en la conferencia con los analistas tras la presentación de los resultados del primer trimestre del año. Y eso a pesar de que se trataban de unas cuentas clave en un momento muy delicado para la compañía que está cada vez más cuestionada por los retrasos en las entregas de su Model 3 y su velocidad para ventilarse caja.

De hecho, estas eran los dos temas fundamentales sobre las que los representantes de las principales firmas de Wall Street querían respuestas y también los dos más incómodos para Musk. Por ello, no se ha andado con tonterías. Lejos de dar algún tipo de explicación al respecto, ni siquiera se ha molestado en contestar con evasivas y con un "siguiente, siguiente" se ha ventilado todas las preguntas al respecto.

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María Igartua

Musk es puro marketing y levanta pasiones entre sus creyentes, a los que arenga para que le ayuden a defenderse de sus 'haters' como él dice. Los número son secundarios y, de hecho, el tono de su presentación de resultados fue especialmente optimista, a pesar de que en el primer trimestre la compañía se ha comido otros 1.000 millones de dólares de liquidez y ha aumentado sus pérdidas un 97,5% hasta los 784,6 millones de dólares.

Lejos de los objetivos

De hecho, su caja ha pasado de los 3.370 millones de dólares a final de 2017 a los 2.670 millones, mientras que todavía hay 450.000 clientes con reservas esperando a que llegue su Tesla Model 3. Y es que aunque "se ha conseguido un significativo avance" en la producción (2.000 unidades a la semana), aún no se han alcanzado los objetivos, situado en las 5.000 unidades semanales.

Pero lo que ha pesado en el ánimo de los inversores no son las cifras en sí, ya que los resultados con todo han estado por encima de las expectativas de los analistas, sino la falta de respuestas sobre su porvenir. Así, las acciones se hundieron un 5% anoche en Wall Street y cae otro tanto este jueves en Europa, antes de que vuelva a abrir en mercado estadounidense.

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No en vano, lo que Musk está haciendo en el fondo es morder la mano de quien le da de comer. Así, cuando el representante de RBC en la 'call conference' le preguntó sobre cuántos clientes que han hecho la reserva del Model 3 se encuentran en la fase de configurar su vehículo, Musk contestó con un "lo siendo, estas preguntas son muy aburridas, me matan".

Lo mismo con el analista de Sanford C. Bernstein que le inquirió sobre sus necesidades de capital, que algunas estimaciones sitúan en los 8.000 millones los próximos 18 meses para financiar sus pérdidas operativas, que en el trimestre se situaron en los 1.053,5 millones de dólares tras aumentar otro 13,8%. "Discúlpeme. Siguiente, siguiente", contestó Musk para añadir que "las preguntas aburridas y estúpidas no molan".

Espero que los fans de Tesla sepan nadar porque parece que Musk los está conduciendo derechos al agua

Después de la conferencia, el enfado de todos los analistas del sector era total. En este sentido, el representante de AutoPacific ha afirmado en Bloomberg que "las preguntas aburridas pueden ser categorizadas también como las más difíciles" y por ello "espero que los fans de Tesla sepan nadar, porque sin respuesta a los asuntos más complicados, parece que Musk los está conduciendo derechos al agua", concluye.

Habrá que ver ahora si esta nueva salida de Musk le cuesta al valor un puñado de recorte de recomendaciones.