Back to basics... ¿Sabe cuál es la verdadera megatendencia y cómo ganar dinero?

El foco de atención de los mercados en los últimos meses está puesto sobre un nuevo fenómeno que nadie sabe a ciencia cierta si va a llevar al inversor al estrellato o a estrellarse. Sin embargo, la fiebre del bitcoin está haciendo obviar aspectos tan básicos como que el valor realmente se encuentra en los activos más simples y que su potencial de crecimiento está directamente ligado a algo tan sólido como la pura supervivencia de la raza humana.

De esta sencilla premisa surge el único fondo en Europa que invierte en agricultura y agua y que, además, es español. Panda Agriculture & Water Fund, gestionado por Mark Garrisasait, es una apuesta por el 'back to basics'. Invierte en toda la cadena del sector, desde productores de carne o cereales, pasando por propietarios de terrenos cultivables, fabricantes de tecnología agrícola, semillas hasta llegar al agua. Desde su creación en mayo de 2013 ha subido más de un 30% y su previsión parece imparable atendiendo a la realidad del mundo actual.

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No en vano, cada día hay 200.000 personas nuevas en el mundo, entre las que nacen y mueren, que hay que alimentar. En este sentido, The Economist ya apuntaba en 2015 que “en los próximos 40 años, los seres humanos tendrán que producir más alimentos que en los 10.000 anteriores. Pero con el crecimiento de las ciudades engullendo las tierras cultivables, la productividad agrícola disminuyendo y la demanda de biocombustibles aumentando, la oferta no está a la altura de la demanda. Hay agricultores, científicos y empresarios con grandes ideas ideas. Pero necesitan dinero para dar este salto.”

Así, el problema del agua es uno de los más graves del mundo. De todos los cultivos, sólo entre un 20% y un 25% son de regadío con irrigación agrícola, pero estos suponen el 50% de todos los alimentos que se producen en el mundo. “La inversión en agricultura y agua es imprescindible”, explica Garrigasait, que defiende que lo más anti moda que hay es invertir en agricultura, aunque es una de las mejores opciones para los próximos años porque “son activos mucho más tranquilos, seguros y muy descorrelacionados”.

“Ya no es un tema para los próximos 20 años, sino que las estimaciones de estrés de agua que hace el Banco Mundial para 2025 son de mucho estrés hídrico en muchos países”. Y no solo de Madrid hacia abajo, India, que a día de hoy no tiene problemas de agua, los va a tener, mientras que en la región más agrícola de China, en el noroeste, se estiman problemas de sequía en los próximos 5, 6 o 7 años.

De hecho, es en Asia donde más crece la economía del mundo y la población, así como la esperanza de vida, que ya es de más de 70 años. A esto hay que sumar que en esta región están cambiando los hábitos de consumo, porque cada vez comen más proteínas... “eso hace que no haya ninguna megatendencia más clara a 5-10 años que la alimentaria”, afirma el experto.

No hay ninguna megatendencia más clara a 5-10 años que la alimentaria

Todos estos factores están haciendo a que cada vez se aumente más la inversión para mejorar e incrementar la producción de alimentos. En este sentido, el gestor afirma que “la gente no se imagina la profesionalidad que hay en el sector agrícola, porque tenemos la mala costumbre de pensar en agricultura como un campesino anticuado que no investiga y lo que hay de investigación, de mejora y de tecnología en maquinaria en el sector agrícola mundial es enorme”.

Alternativa a los activos financieros

Por otro lado, mientras que la demanda de alimentos del mundo es la única que crece de forma estable y continuada a un ritmo del 2-3% anual, los activos agrícolas se han convertido, a juicio del equipo de Panda, en la alternativa a los activos financieros que “están todos hinchados artificialmente”. Y es que, en tanto que son muy críticos con los bancos centrales y las inyecciones monetarias porque “hasta hemos visto que un banco centenario puede cerrar en dos días porque hay un apalancamiento del sistema enorme”, consideran más seguro invertir en activos reales, “activos que sean físicos, que no puedan sufrir mañana una devaluación de una divisa, la quiebra de un banco o una reestructuración de un bono con una quita del 40%”, explica Garrigasait.

Por ello, del fondo que ya cuenta con casi 10 millones de activos bajo gestión, un 20% de su cartera la componen plantaciones agrícolas. Eso sí, siempre empresas cotizadas porque el fondo tiene una liquidez diaria. Otro 20% está invertido en el sector de ellos fertilizantes y otro en empresas relacionadas con el agua, desde líderes mundiales de riesgos por aspersión, canalización de agua, salinización, análisis de calidad o que tengan derechos de propiedad sobre el líquido elemento. Además, el fondo también incluye maquinaria agrícola, tractores, cosechadoras, recolección y ganadería, tanto de carne como de leche.

Y es que a todos los factores anteriores hay que sumarle uno que es indiscutible: el cambio del clima. “La temperatura está subiendo. Eso significa que hay zonas en Francia o Alemania que pueden cultivar cosas que no podían cultivar antes, pero que en Andalucía, zonas que no tienen regadío cosas que se cultivaban antes no se pueden cultivar”.

Con todo, no hay que olvidar que si todas las inversiones requieren una dosis de paciencia para recoger frutos, en el caso del sector agrícola con más motivo. No en vano, en otros sectores aunque se inyecte mucho capital, en uno o dos años una empresa puede proveer al mercado de tornillos o coches, pero en el caso de los alimentos, los resultados de una inversión tardan en verse de 5 a 10 años.