El Nasdaq vive su peor semana desde 2012 arrastrado por la debacle de las tecnológicas

Las tecnológicas han desatado el temor en Wall Street... y en el resto de mercados. La bolsa neoyorquina cierra una semana para olvidar en la que el Nasdaq ha registrado su mayor descenso desde septiembre de 2012, un 3,1%, debido al pánico que se ha desatado entre los inversores a que está formando otra burbuja tecnológica.

Este viernes, las caídas han continuado, aunque de forma más suave que el jueves, día en el que el índice tecnológico sufrió el mayor descenso en casi tres años. El efecto contagio no se ha hecho esperar y en la madrugada, el Nikkei japonés registraba el mayor retroceso en dos años, hasta el 2,3%, lo que le ha devuelto a niveles de octubre.

Por su parte, el mercado europeo también ha sentido en sus propias carnes ese temor tecnológico, pues las caídas han sido en cadena en esta sesión y en la propia semana. El hecho de que los inversores hayan cambiado sus sentimientos respecto a los valores tecnológicos está dilapidando los avances que tanto les había costado hacer a las bolsas en los últimos días tras el turbulento inicio de año que han vivido.

Ahora, los inversores se han vuelto cautos en un sector que ha lanzando a grandes empresas al mercado en estos años, como Facebook y Twitter, cuyas salidas a bolsa registraron precios que ahora parecen bastante abultados. Además, el hecho de que la Reserva Federal (Fed) siga adelante con su programa de reducción de los estímulos monetarios y tenga en mente subir los tipos de interés, aunque no de forma inmediata, está haciendo que los inversores se replanteen los precios del sector tecnológico.

De este modo, se repite la jugada y los índices inician el día en rojo. El Dow Jones ha retrocedido un 0,89%, hasta 16.029 puntos, mientras que el S&P 500 ha bajado un 0,95%, hasta 1.815 puntos, y el Nasdaq ha perdido un 1,3%, hasta 3.999 enteros, lo que le hace cerrar por debajo de los 4.000 puntos por primera vez desde febrero. En la semana, el Dow se ha dejado un 2,3% y el S&P 500, un 2,6%.

Hoy se ha sumado un agravante a la ecuación bajista: JP Morgan. El banco estadounidense ha sido, junto a Wells Fargo, el encargado de empezar la temporada de resultados de la banca, pero el signo de sus cuentas no ha sido positivo. La entidad rebajó su beneficio en el primer trimestre de este año un 19,2%, hasta 5.274 millones de dólares, debido a los menores ingresos registrados entre enero y marzo. Esto ha provocado la decepción del mercado y ha lastrado un 3,6% al valor, hasta 55,2 dólares, siendo el peor del día en el Dow.

En el caso de Wells Fargo, las cuentas han sido totalmente opuestas, pues en estos tres meses obtuvo un beneficio récord de 5.893 millones de dólares, un 14% más que hace un año. El banco ha logrado hacerse con un repunte del 0,7% en medio del entorno negativo del mercado.

También ha habido tiempo este viernes para los datos macroeconómicos en Estados Unidos. En este caso se trata de los precios de producción, que subieron un inesperado 0,5% en marzo, cuando se esperaba un repunte del 0,1%. Este repunte se debe a los costes más altos que han tenido que pagar los proveedores en el último mes.

Además, la confianza del consumidor estadounidense en la situación económica y financiera ha subido más de lo esperado, según el estudio de la Universidad de Michingan. Durante este mes ha subido hasta 82,6 puntos desde los 80 puntos de marzo.

En el mercado de deuda, las ventas en la renta variable llevan a los inversores al bono estadounidense a diez años, cuyo interés ha bajado hasta el 2,62% a primera hora. Por su parte, el euro relaja su escalada frente al dólar y se queda en 1,3880 unidades.

En las materias primas, el crudo Texas ha cerrado la jornada en tablas en 103,3 dólares, mientras que el oro ha bajado un 0,32%, hasta 1.317 dólares la onza.