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Draghi evalúa si la sombra de la deflación exige disparar ya más munición monetaria
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hoy se reúne el banco central europeo

Draghi evalúa si la sombra de la deflación exige disparar ya más munición monetaria

El BCE afronta la última cita de 2013 en un ambiente incierto y con la duda de si se atreverá a situar los tipos de la facilidad de depósito en niveles negativos

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una intervención en Fráncfort en noviembre
El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una intervención en Fráncfort en noviembre

Mario Draghi no es amigo de perder el tiempo. Lo demostró desde el principio. Dos días después de acceder a la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) a comienzos de noviembre de 2011 redujo los tipos de interés oficiales por sorpresa. Y en la siguiente reunión, la de diciembre de ese año, además de abaratar el precio del dinero, se destapó con la convocatoria de dos operaciones de financiación bancariaa muy largo plazo (LTRO). Con ambas maniobras, y en poco más de un mes en el cargo, demostró que si entiende que hay que actuar, mejor hacerlo antes que después.

La sensación de deja vù existe dos años después. Por el momento, el primer paso de esa secuencia ya se ha dado, porque el mes pasado bajó los tipos oficiales al mínimo histórico del 0,25%. Y hoy, en la última reunión de política monetaria de la entidad en 2013,resolverá la segunda incógnita. Al hacerlo, Draghi medirá hasta qué puntole asusta la deflación, es decir, la caída general y continuada de los precios. Esta amenaza ya le empujó a reducir los intereses hace un mes pese a la oposición de parte del Consejo de Gobierno de la institución, con el alemán Jens Weidmann como líder destacado de los contestatarios; ahora demostrará si esos temores le invitan a dar continuidad a ese movimiento.

Aunque la evidencia sugiere que al BCE no le gusta sorprender dos veces seguidas, Draghi ya lo hizo en noviembre y diciembre de 2011

A priori, y pese a que Draghi ya ha demostrado sobradamente de lo que es capaz, la opinión entre los expertos es que esta vez se dará una tregua."Tras el sorprendente recorte de los tipos en noviembre, el BCE podría tomárselo con más calma. Vemos fuertes argumentos contra una nueva medida, al menos por el momento, dada la controversia interna acerca de la última rebaja de los intereses y la evidencia sugiere que al BCE no le gusta sorprender a los mercados dos veces seguidas", afirman los economista deING CB. "Pensamos que será una reunión de transición a la espera de tener más datos sobre si el proceso desinflacionista europeo degenera en deflación o no. Como mucho, algún comentario relativo a que “los riesgos se sitúan a la baja” (del crecimiento económico y de los precios), anticipa Víctor Alvargonzález, director de inversiones dee Tressis.

Repóquer de opciones

Pero, ¿y si Draghi repite la doble maniobra de 2011 y actúa de nuevo en diciembre? En ese caso, maneja cuatro opciones principales para suavizar aún más las condiciones monetarias vigentes e intentar reactivar el crédito con el objetivo de estimular la recuperación y el consumo y desterrar así las presiones deflacionistas.

La primera, y la que tiene más a mano, volver a reducir los tipos oficiales, hasta situarlos ya en el 0%. Eso sí, con el recorte de noviembre aún caliente, sería una sorpresa absoluta: los 60 expertos consultados por la agencia financiera Bloomberg consideran que no tocara el precio del dinero y lo dejará en el 0,25%.

La segunda alternativa consistiría rebajar los tipos de interés de la facilidad de depósito. Sería una maniobra histórica, porque si lo hace los situará en terreno negativo, puesto que se encuentran en el 0% desde julio de 2011. Si se atreve a dar ese paso, los bancos tendrán que pagar al BCE por el dinero que depositen en ese recurso. Pero los analistas tampoco esperan que se atreva a ejecutar esta medida: los 39 expertos consultados por Bloomberg creen que permanecerán en el 0%.

La tercera es la que los expertos sí creen más plausible... pero no por ahora. Se trataría de convocar una nueva operación de financiación bancaria a largo plazo, como las que ejecutó a finales de 2011 y comienzos de 2012, con las que prestó alos bancos 1 billón de euros por un plazo de tres años. De las medidas menos convencionales que el BCE tiene a su disposición sería la más accesible por haber sido empleada ya en el pasado.

En cuanto a la cuarta, se adentraría también en el terreno de las herramientas monetarias extraordinarias... y acercaría al BCE a las estrategias anticrisis de entidades como la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón. Consistiría en poner en marcha un programa de compra de deuda, posiblemente vinculada a productos financieros -como hipotecas- o préstamos a empresas. Durante la crisis, la institución ya ha llevado a cabo dos programas distintos de adquisición de cédulas hipotecarias, con los que en total compró 76.420 millones.

A la espera de las previsiones

Las opciones, por tanto, están sobre la mesa. Pero los expertos no creen que las vaya a emplear ya mismo. ¿Por qué no lo hará si la recuperación no pasa de ser anémica y la inflación continúa muy por debajo del objetivo pretendido por el BCE, consistente en mantener los precios por debajo, pero cerca, del 2%? Por dos motivos: el primero, que tras desacelerarse hasta el 0,7% en octubre, la inflación repuntó ligeramente en noviembre, hasta el 0,9%;y el segundo,dar precisamentemás tiempo para recabar más estadísticas sobre la economía y los precios.

En este sentido, la propia entidad actualizará hoy, como hace cada tres meses, sus previsiones.En septiembre, el BCEestimaba una contracción del 0,4% para 2013 y un crecimiento del 1% en 2014. En cuanto a los precios, situaba la inflación para este año en el 1,5% y para el próximo, en el 1,3%. En la medida en que revise las previsiones de crecimiento e inflacióna la baja, se verá más urgido para disparar más munición monetaria anticrisis.

Emociones fuertes en 2014

Si, como presumen los expertos, el BCE despacha sin cambios la última cita del año, dejará el terreno sembrado para el próximo ejercicio, que vuelve a prometer emociones fuertes en lo monetario. Y más aún tras los brotes desinflacionistas surgidos en la recta final de 2013. "El BCE va por detrás de los acontecimientos, porque la mezcla de elevados impuestos, menor gasto público, caída de los salarios (devaluación interna), euro fuerte y precio de las materias primas a la baja son elementos desinflacionistas que, estando la inflación ya cercana a cero, podrían llevarla a terreno negativo, especialmente en los países de la periferia, Francia y todo lo que no sea el “núcleo duro” de la Eurozona", explica Alvargonzález.

Aconsejamos a los inversores que adopten un nuevo lema para 2014: no menosprecies al BCE

"La primera línea de defensa contra la deflación es un banco central preparado, preocupado y dispuesto a actuar. El BCE desplegará herramientas nos convencionales si las perspectivas de inflación derivan hacia un terreno peligroso", subrayan Richard Barwell y Xinying Chen, economistas de Royal Bank of Scotland (RBS).Y añaden de forma categórica: "Suelen decir que nunca hay que luchar contra la Fed. Nosotros aconsejamos a los inversores que adopten un nuevo lema para 2014: no menospreciesal BCE".

Mario Draghi no es amigo de perder el tiempo. Lo demostró desde el principio. Dos días después de acceder a la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) a comienzos de noviembre de 2011 redujo los tipos de interés oficiales por sorpresa. Y en la siguiente reunión, la de diciembre de ese año, además de abaratar el precio del dinero, se destapó con la convocatoria de dos operaciones de financiación bancariaa muy largo plazo (LTRO). Con ambas maniobras, y en poco más de un mes en el cargo, demostró que si entiende que hay que actuar, mejor hacerlo antes que después.

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